Reproducción asistida: ¿por qué el verano es la época clave para los tratamientos?

En estos meses, además de cuidarnos, habrá que ser más precavidos y planificar el hoy pensando en el mañana

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Reproducción asistida: ¿por qué el verano es la época clave para los tratamientos?
Reproducción asistida: ¿por qué el verano es la época clave para los tratamientos?

En la medicina, y especialmente en la medicina reproductiva, la incertidumbre es un sentimiento recurrente, algo a lo que estamos habituados. Si bien la tecnología ha avanzado y nos permite ser precisos en los tratamientos, siempre hay una cuota, una mínima posibilidad de que el cuerpo no reaccione como se espera. Hay embarazos milagrosos así como hay casos en los que las condiciones son perfectas y el embarazo no sucede. Las situaciones son de una diversidad enorme. Durante el 2020, tan complejo, esa incertidumbre se acrecentó, y por eso debemos anticiparnos, aunque de manera incierta, a lo que puede llegar a venir.

Si comparamos con el 2019, las estadísticas parecieran decir que hubo menos demanda en los tratamientos de reproducción asistida, y en la práctica vamos a ver que, en los primeros meses del 2021, nacerán alrededor de un 49% menos de niños gestados con ayuda de la ciencia, es decir, hijos de aquellas personas que no pueden concebirlos de forma tradicional.

Sin embargo, del otro lado de los números lo que hay son personas, parejas, familias que no eligieron que una pandemia pusiera en pausa su proyecto de familia. Hablamos de pacientes que, además, experimentaron alteraciones en sus estados emocionales. Según un estudio realizado en varias clínicas del grupo y liderado por IVI Buenos Aires, entendimos que la respuesta emocional asociada a la suspensión de los tratamientos y los efectos generales del COVID-19 se vio reflejada en un aumento del 32% de ansiedad, mientras que un 41% de los pacientes de las clínicas IVI respondió que no vio afectado su estado emocional a partir de la interrupción de su tratamiento.

Si bien en marzo bajaron las consultas en un 21% en comparación con la primera parte del año, a partir del tercer trimestre volvieron a aumentar, y continuaron en esta dirección a medida que las restricciones del aislamiento social preventivo y obligatorio (ASPO) se flexibilizaban.

En la Ciudad de Buenos Aires, el descenso en los contagios permitió avanzar con nuevos tratamientos dentro del centro de salud reproductiva, y continuar algunos de los que habían quedado en pausa. Muchas de las parejas que se habían tratado en el verano pasado fueron padres durante la cuarentena, y otras lo serán pronto. La realidad es que por más que el contexto no sea el mejor, y el virus sea tema recurrente en todas las conversaciones, el deseo de formar una familia es para muchos un sentimiento irrefrenable.

Sin embargo, volviendo a la sensación de incertidumbre, no sabemos por cuánto tiempo vamos a poder atender como lo estamos haciendo. Los datos y números del 2020 nos dan una referencia para actuar con antelación. El protocolo sanitario es seguro, y en cuanto al riesgo, no se ha comprobado que exista trasmisión o riesgo para el bebé en caso de que la persona se contagiara durante el embarazo. Pero no deja de ser amenazador el panorama en caso de un rebrote, especialmente por las restricciones de circulación que pueda llegar a tener como consecuencia. Además, para lograr el embarazo a través de los métodos de reproducción asistida, el bienestar físico y psicológico de las personas involucradas en el tratamiento es un insumo extremadamente valorado y necesario.

En Europa, luego de la desescalada de contagios durante el verano, han aparecido rebrotes, nuevos contagios masivos y un nuevo aumento en la cantidad de muertes causadas por el virus pandémico. De este lado del océano, mientras no podamos afirmar con seguridad que hay una respuesta efectiva para frenar el avance de la pandemia, podría pasar lo mismo, y de haber un rebrote, las parejas que esperaron este año tendrán que volver a poner en pausa su deseo.

Ante un futuro incierto, lo mejor es resolver en el presente. Muchas mujeres parece que también lo han comprendido así: en todo el 2020, la demanda de los tratamientos de vitrificación aumentó en un 34%. La vitrificación, cuando la reserva ovárica empieza a bajar o se está llegando a una edad límite para lograr el embarazo de forma tradicional, es una forma de actuar en el presente pensando en el futuro.

Tal como señalan muchas mujeres que han pasado por tratamientos, cuando se está buscando un embarazo, la incertidumbre y la ansiedad son capaces de derrotar todos esos buenos sentimientos que el deseo de ser madres o padres trae. Por eso durante estos meses de verano, además de cuidarnos, habrá que ser más precavidos y planificar el hoy pensando en el mañana.

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