La corrupción y privilegios empobrecen a la mayor parte de la población

La Riqueza de las Naciones refleja las libertades de la gente. Las sociedades que más avanzaron en el respeto de los derechos individuales iguales y estables son las que logran mayores ingresos

Guardar
López entrando los bolsos al convento de General Rodríguez
López entrando los bolsos al convento de General Rodríguez

La riqueza, el valor de los derechos económicos individuales, capitaliza los ingresos personales. El valor de los bienes producidos y esfuerzos remunerados. Las sociedades ricas no son perfectas; apenas son las que más avanzaron en la competencia de reglas iguales, justas, estables, para su gente. Las naciones con mayor ingreso por habitante encabezan los rankings de calidad institucional, libertades individuales, alta competencia y baja corrupción. Albergando apenas el 10% de la humanidad, generan la mitad del PBI mundial.

La corrupción no se da sólo en transacciones con el Estado si no que consiste en torcer, acomodando, las reglas generales a la persona y ocasión. Injusticia, privilegiando a los indicados por los dirigentes. Jubilaciones reducidas e impuestos exorbitantes para la gente común; jubilaciones de privilegio y exenciones impositivas para los favoritos. Corrupción es el mecanismo para beneficiar a los favoritos rezagando a la población que se esfuerza para producir mejor.

Corrupción es el mecanismo para beneficiar a los favoritos rezagando a la población que se esfuerza para producir mejor

Las imposiciones del poder denigran a los pueblos. Cuando abrazaron nuevas ideas iluminaron las revoluciones contra las corrupciones de las dirigencias. Cambiando la historia, abrieron al Progreso de la Humanidad. La Revolución Gloriosa de 1688, en Inglaterra; la Revolución y Constitución de EEUU, de 1776 y 1788; la Revolución Francesa de 1789. Y la derrota de la tiranía de Rosas, culminando con la Constitución de 1853/60 en la Argentina.

La liberación argentina atrajo a millones de trabajadores de todo el planeta; la población asó de 520.000 habitantes en 1820, a 1,9 millones en 1869 (33% inmigrantes); 3,4 millones en 1890; y 7,7 millones 1913, con el ingreso más alto del mundo. Lamentablemente, el progreso admirado se fue diluyendo con la Gran Depresión mundial, de 1930, y la declinación precipitada en las últimas décadas de confusión ideológica. La Democracia no habilita a cualquier cosa. La gente sólo progresa compitiendo contra la corrupción e imposiciones indeseadas.

Los juegos competitivos, como el fútbol, consisten en reglas iguales y estables para todos los jugadores. Organizan una estructura de justicia imparcial para que las reglas aplicadas no cambien según las simpatías. La competencia es de jugadores hábiles en el juego con reglas invariables.

La Democracia no habilita a cualquier cosa. La gente sólo progresa compitiendo contra la corrupción e imposiciones indeseadas

En cambio, los países que privilegian actos para satisfacer a jerarcas corrompen a sus pueblos. No sorprende que sistemas políticos poco competitivos entronen gentes incompetentes.

Imposiciones vs. Competencias

Dos alternativas de organizaciones nacionales. Imposiciones de dirigentes para que atiendan sus deseos. O competencias convocando las habilidades de las gentes para satisfacer mejor las necesidades de cada uno, según les convenga. No puede sorprender que las naciones competitivas logren ingresos muy superiores y las autoritarias sean pobres. Los ingresos aumentan con reglas certeras.

No sorprende que las naciones competitivas logren ingresos muy superiores y las autoritarias, como Venezuela, sean pobres
No sorprende que las naciones competitivas logren ingresos muy superiores y las autoritarias, como Venezuela, sean pobres

Las personas difieren en miradas y conocimientos. También en necesidades y destrezas de satisfacerlas. Siendo que los ingresos aumentan coordinando las actividades, la cuestión es ponerse de acuerdo en desarrollar los trabajos individuales que atiendan mejor sus carencias. Existen dos alternativas de resolver las carencias personales de necesidades y habilidades. El impulso primitivo es apoderarse de lo faltante por la fuerza o engaño. Los jerarcas dominantes imponen su voluntad en actos de resultados exiguos, confirman los déficit de los entes estatales y la pobreza de la mayoría de los pueblos. Las violaciones de derecho, imposiciones, destruyen, nunca generan valor y desalientan la cooperación de las gentes.

Las violaciones de derecho, imposiciones, destruyen, nunca generan valor y desalientan la cooperación de las gentes

Comerciar es la vía fructífera para superar los conflictos de intereses. Acordar intercambios de sobrantes y faltantes personales. Liberar las interacciones de violaciones, trampas y trabas innecesarios. Que cada parte se beneficie entregando algo que valora menos que lo que recibe a cambio. Compartiendo ambas partes las ganancias.

Los intercambios voluntarios, las transacciones, son los únicos que crean valor. El milagro del que ambas partes se benefician atendiendo diferentes faltantes individuales. Que van variando en el tiempo. A medida que aprenden, descubren nuevas destrezas, surgen necesidades novedosas. Y van acordando saldar las diferencias de unos individuos con otros.

Emitir sin respaldo es usurpar derechos

El desconcierto es tan generalizado en la Argentina que analistas afirman que la emisión monetaria es el medio obligado para financiar el gasto público frente a la ausencia de crédito. En verdad, emitir moneda sin respaldo conlleva apoderarse de derechos no consentidos, convalidando la imposición de gastos tan indeseados por la población que ni siquiera acordaron financiarlos.

El desconcierto es tan generalizado en la Argentina que analistas afirman que la emisión monetaria es el medio obligado para financiar el gasto público frente a la ausencia de crédito (Reuters)
El desconcierto es tan generalizado en la Argentina que analistas afirman que la emisión monetaria es el medio obligado para financiar el gasto público frente a la ausencia de crédito (Reuters)

Los pesos se deprecian con precios en alza. El daño se agrava cuando los gobernantes culpan a los comerciantes por las alzas de precios y niegan ajustes de tarifas. Violaciones que atrapan en una vorágine creciente de trampas que empoderan a funcionarios y empobrecen a la población. Quienes tienen menos afectos y activos locales emigran, abandonan, sumiéndonos en mayor pobreza.

Las tensiones entre competencias de individuos para satisfacer sus necesidades e imposiciones para satisfacer a líderes autoritarios marcan los ingresos nacionales.

A mayores violaciones de libertades, menores competencias e ingresos. Imponer, prohibir, es madre de ineficiencias y corrupciones. En lugar de remunerar las actividades valiosas para el común de la gente, premian a las personas valiosas para los dirigentes. Por eso los salarios, jubilaciones, para las gentes comunes son muy inferiores a las de los funcionarios valiosos para los poderosos. La corrupción hace a las sociedades jerárquicas y a los funcionarios poco competentes.

A mayores violaciones de libertades, menores competencias e ingresos. Imponer, prohibir, es madre de ineficiencias y corrupciones

Los ingresos por habitante de cada país aumentan con las libertades individuales a competir. Y se reducen con las imposiciones indeseadas, prohibiciones y corrupción. El gráfico ilustra los ingresos de 195 países. Los menos libres, con normas corruptas, inciertas, son más pobres. A medida que las reglas son más estables, mayores ingresos y competencia, menor corrupción.

Las sociedades autoritarias son injustas, corruptoras en su esencia. Sus pueblos no pueden esperar reglas certeras. Ni Cortes ni jueces imparciales, ni que las leyes, derechos, sean iguales para cada individuo. El engaño de democracias donde los líderes se apropian de los derechos de las gentes, debilitando a las autoridades judiciales, a los medios de información, sistemas electorales y estructuras institucionales.

Luego de dos décadas de exuberantes precios de exportaciones, el ingreso de los argentinos es 30% inferior a la media mundial.

Seguí leyendo:

Guardar