Mapa de ayuda emprendedora: qué medidas tomaron los países vecinos durante la pandemia

Será fundamental acelerar el impulso digital y evaluar cómo incentivar el uso de herramientas digitales de venta y producción remota para digitalizar los procesos

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entre un 60% y un 64% de las micro y pequeñas empresas y un 51% de las empresas medianas de la región se vieron fuertemente afectadas por la pandemia
entre un 60% y un 64% de las micro y pequeñas empresas y un 51% de las empresas medianas de la región se vieron fuertemente afectadas por la pandemia

Pasaron más de 250 días desde que se decretó la cuarentena obligatoria. Una cuarentena que, a los problemas que los emprendimientos y las pymes ya acarreaban, como la falta de liquidez, sumó la caída drástica de ventas y la dificultad extrema para pagar los salarios.

El golpe se sintió en todos los países de la región, y mucho. Frente a este escenario, los gobiernos latinoamericanos comenzaron a impulsar medidas económicas y financieras de apoyo. ¿Qué medidas? El grueso estuvo concentrado en créditos a tasas preferenciales, pero también se vieron exenciones impositivas y ayudas directas para el pago de salarios, entre otras. Sin embargo, no todos destinaron el mismo presupuesto ni impulsaron medidas idénticas.

Perú y Colombia fueron los países que mayor énfasis pusieron en el sector emprendedor: destinaron, respectivamente, 31,4% y 28,6% del total del paquete de ayuda a las pymes y emprendimientos, según un análisis publicado por el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag) y elaborado en base a información de la Cepal y fuentes oficiales.

Perú y Colombia fueron los países que mayor énfasis pusieron en el sector emprendedor: destinaron, respectivamente, 31,4% y 28,6% del total del paquete de ayuda a las pymes y emprendimientos

En Chile, la cifra fue más cercana al 10%, aunque vale recalcar que se trata de uno de los países que mayor porcentaje del PBI destinó a estas medidas de ayuda económica (9,4%) y que el monto otorgado a las pymes equivale nada menos que a 3 mil millones de dólares. ¿Es mucho, poco? Bastante, especialmente si consideramos que el porcentaje de Colombia, uno de los países que priorizó a las pymes, ronda los USD 5 mil millones.

En concreto, el país trasandino lanzó el plan nacional “Paso a paso, Chile se recupera” y uno de los cuatro ejes hizo foco en el apoyo a las pymes. Para darles aire y bajar la presión tributaria, rebajó el Impuesto de Primera Categoría del Régimen ProPyme del 25% al 10% hasta 2022, redujo a la mitad la tasa de Pagos Provisionales Mensuales (PPM) y extendió el plazo de pago del IVA a tres meses.

Siguiendo en esta línea, más de 37.000 pymes chilenas fueron rechazadas por los bancos por ser consideradas de alto riesgo, aún cuando cumplían con los requisitos para el crédito. Algo similar a lo que ocurrió en la Argentina con la línea especial de crédito a tasa preferencial (24%), destinada a que los emprendedores y las pymes puedan seguir trabajando a pesar del parate de finales de marzo. Por otro lado, si bien casi 500.000 pymes peruanas se beneficiaron de la medida Reactiva Perú, organizaciones del ecosistema señalan que el programa no alcanza a los emprendimientos porque las tasas de los bancos son muy altas. De acuerdo a estas organizaciones, muchos emprendimientos son rechazados por arrastrar deudas o por tratarse de emprendimientos informales.

De cara al año que viene será fundamental redoblar los esfuerzos, sacar las trabas y repensar el paquete de medidas si queremos que se mantengan a flote y sean un eslabón clave de cara a la recuperación postpandemia

En Brasil, por otro lado, más del 50% de la asistencia se destinó a las grandes empresas y solo un 1,9% a las pymes. Para estas últimas, Brasil anunció en mayo su Programa Nacional de Apoyo a la Micro y Pequeña Empresa (Pronampe), una línea de crédito orientada a que pudieran pagar los salarios, el alquiler, la luz y todo lo que implica el capital de trabajo. Esta línea ya ayudó a 450.000 emprendimientos aunque, de acuerdo al Servicio Brasileño de Apoyo a las Micro y Pequeñas Empresas (Sebrae), todavía falta mucho: en Brasil hay más de 18 millones de emprendimientos. Además, al igual que en los países ya mencionados, muchos emprendimientos fueron rechazados por arrastrar problemas, por restricciones a créditos solicitados anteriormente o incluso por ser considerados muy nuevos. A su vez, el Sebrae también destaca que la demanda es altísima y los créditos se agotan muy rápido.

Ahora bien, ¿qué porción de la torta se llevaron los emprendimientos argentinos? Un 4,5% del total del paquete de asistencia, es decir, alrededor de mil millones de dólares. El resto fue para los trabajadores y sectores en condición de pobreza, por un lado, y para las grandes empresas, por el otro: casi USD 8 mil millones para cada uno. Si, por otro lado, vemos el monto anunciado para medidas en materia de crédito, ese número se reduce a 1,6% del PBI, de acuerdo a cifras de la Cepal. Uruguay, por otro lado, destinó 4,5% del PBI para ofrecer créditos, lo que lo ubica por arriba del promedio regional (3,8%) y detrás de Chile, Colombia y Perú.

Qué porción de la torta se llevaron los emprendimientos argentinos? Un 4,5% del total del paquete de asistencia, es decir, alrededor de mil millones de dólares

Aún con estas y otras medidas -que llegaron principalmente en forma de créditos y exenciones impositivas-, entre un 60% y un 64% de las micro y pequeñas empresas y un 51% de las empresas medianas de la región se vieron fuertemente afectadas por la pandemia, según datos del Centro de Comercio Internacional. Un dato todavía más alarmante: la Cepal estima el cierre del 21% de los emprendimientos de América Latina.

Proyectar el año que comienza

¿Qué podemos hacer en la Argentina para apoyar a nuestros emprendedores y pymes en un 2021 que ya arranca bastante cargado? Sin dudas no hay recetas preestablecidas ni verdades absolutas, pero las experiencias de este año evidencian la importancia de profundizar en términos de alcance, tiempos e impacto los créditos ofrecidos.

Si se demostró que la informalidad es un factor importante también deberíamos estar pensando qué medidas podemos implementar para bajar los impuestos a los emprendimientos chicos o que están comenzando y simplificar los trámites para aumentar la regularización. En este sentido, las resoluciones de la Inspección General de Justicia para impedir el uso las Sociedades por Acciones Simplificadas (SAS), una figura que fue pensada para que cualquier emprendedor o pyme pudiera registrar su empresa a un costo bajo, en menos de 24 horas y de forma online, significan una marcha atrás muy preocupante. En un contexto de recesión económica, agudizada por la pandemia, una figura como la SAS es vital porque simplifica el proceso de formalizar un negocio y aporta más flexibilidad a los emprendedores para que se incorporen a la economía formal.

Las resoluciones de la IGJ para impedir el uso las SAS, una figura que fue pensada para que cualquier emprendedor o pyme pudiera registrar su empresa a un costo bajo, en menos de 24 horas y de forma online, significan una marcha atrás muy preocupante

A su vez, será fundamental acelerar el impulso digital y evaluar cómo incentivar el uso de herramientas digitales de venta y producción remota para digitalizar los procesos: un análisis realizado por ASEA entre junio y julio de este año evidenció que el 22% de los emprendedores encuestados no usaba ningún tipo de canal digital para vender, promocionar o entregar sus productos y servicios. Por eso, es muy importante que todo el ecosistema emprendedor trabaje de manera coordinada para seguir apuntalando la transformación digital.

Mejorar la competitividad también será clave. Hace pocos días se reglamentó la Ley de Economía del Conocimiento y se bajó del 5 al 0% la tasa de los derechos de exportación, una excelente noticia que estimula a los emprendimientos y las pymes y potencia el valor que pueden generar.

Sabemos el peso que los emprendimientos tienen en el entramado económico, en el PBI y en la generación de puestos de trabajo. De cara al año que viene será fundamental redoblar los esfuerzos, sacar las trabas y repensar el paquete de medidas si queremos que se mantengan a flote y sean un eslabón clave de cara a la recuperación postpandemia.

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