Los grandes avances en la carrera espacial que la pandemia opacó

Tanto Estados Unidos como China llevaron adelante misiones exitosas. La NASA implementó una novedosa política de asociación con el sector privado

14/08/2020 Tripulación de la primera misión operativa de Space X a la Estación Espacial ECONOMIA INVESTIGACIÓN Y TECNOLOGÍA SPACEX

El 2020 ha mostrado avances importantes en la carrera espacial, a lo que la pandemia quitó visibilidad. La NASA -la agencia espacial estadounidense- recuperó terreno en este ámbito. Volvió a poner astronautas en la Estación Espacial Internacional (EEI), luego de 9 años en los cuales tuvo que depender de las naves rusas Soyuz, inclusive para llevar alimentos y suministros. Otro hecho destacado fue la sonda lanzada por Japón (Hayabusa 2), que trajo muestras del asteroide Ryugu por primera vez en la historia. A ella se sumó la nave “Osiris-Rex” de la NASA, que obtuvo muestras extraídas del asteroide Bennu (en este caso los pedazos de roca estarían en nuestro planeta recién en 2023). En diciembre también la NASA, en función de una serie de misiones que buscan poner un estadounidense en la luna en 2024, presentó el Team Artemisa, integrado por hombres y mujeres. Por su parte China envió a la luna este mes de diciembre la sonda Chang’e que trajo muestras del suelo lunar. Esta misión forma parte de una serie que aspira a colocar un hombre en la luna en 2030.

La política estadounidense en la carrera espacial consagró en 2020 el rol del sector privado. En noviembre, tras sucesivas postergaciones, la Crew-1 -cuya cápsula fue bautizada como Resilience- despegó de Cabo Cañaveral rumbo a la Estación Espacial Internacional (EEI), en una misión conjunta de la NASA y la empresa privada SpaceX de Elon Musk. Lleva cuatro tripulantes que estarán al menos seis meses fuera de la Tierra. Esta misión se enmarca en el proyecto de tener antes de 2030 una presencia humana permanente en la luna. Integran la misión tres estadounidenses y un japonés de la Agencia Espacial JAXA de su país. La alianza estratégico-militar entre Japón y Estados Unidos se refleja así parcialmente en la asociación de la carrera espacial. El viaje a la EEI duró 27 horas e inició una serie de travesías de la NASA que implican la primacía del acceso espacial y a la Estación, que durante 9 años ostentó Rusia. Pero la agencia estadounidense buscará mantener la cooperación con Rusia y ofrece la participación en las misiones propias de astronautas rusos. La compañía privada Blue Origin -la empresa espacial de Jeff Bezos- anunció que en su primer viaje a la luna llevará una astronauta mujer (la misión “Artemisa” lleva este nombre casualmente porque integra una cantidad significativa de mujeres). Blue Origin es el contratista principal de un equipo nacional estadounidense que se creó en 2019 para contribuir a la construcción del módulo de alunizaje Blue Moon. Este equipo incluye también a las compañías norteamericanas Lockheed Martin Corp, Northrop Grumman Corp y Draper.

Esta política de la NASA de asociarse con empresas privadas le ha permitido ampliar sustancialmente la inversión y acelerar la posición de Estados Unidos en la carrera espacial. En abril la NASA otorgó un contrato para el desarrollo del módulo de alunizaje a Blue Origin por un valor de USD 579 millones. SpaceX, que ya tenía un contrato por 253 millones, por su participación obtuvo un contrato de USD 135 millones para contribuir con su sistema Starship. En marzo de 2021 la NASA decidirá qué empresas privadas seguirán construyendo sus prototipos de módulos de aterrizaje para misiones tripuladas. El 6 de diciembre de este año, un cohete Falcon 9 de SpaceX despegó de Cabo Cañaveral llevando una cápsula cargada con productos frescos y materiales científicos para la EEI. Se trata de la misión número 21 de reabastecimiento que realiza una cápsula Dragon de esta empresa y la primera de una versión mejorada de este vehículo capaz de estacionar en forma automática en su destino orbital. El viaje se enmarca en el contrato de USD 2.600 millones firmado por la NASA con SpaceX para que transporte astronautas, provisiones y equipos.

A fin de este año 2020 la sonda china Chang’e perforó el suelo de la luna tras haber descendido con éxito en ella. La misión, que trajo muestras lunares, no sólo es la primera en 40 años: también permitirá a China experimentar nuevas tecnologías para poner un hombre en la luna en 2030, 6 años después de que está previsto que lo haga Estados Unidos. En 2019 la potencia asiática realizó el primer aterrizaje en la cara oculta de la luna, un hecho inédito hasta ese momento. La Agencia Espacial China -CNSA- informó a comienzos de diciembre que el objetivo de esta misión era traer 2 kilos de rocas lunares perforando el suelo hasta 2 metros de profundidad, lo que permitirá conocer los orígenes de la luna, su formación y actividad volcánica. Finalmente, el 17 de diciembre la Administración Espacial de China informó del aterrizaje de las muestras del suelo lunar que se buscaban, completando exitosamente la misión. En lo inmediato, los científicos estadounidenses no tendrán acceso a las muestras. La NASA desde 2011 no puede trabajar con su análoga china por los cuestionamientos a los derechos humanos en ese país realizados por el gobierno estadounidense desde hace 10 años. Chang’e 5 es el primer intento de traer muestras del suelo lunar desde la misión no tripulada Luna 24, que llevó a cabo con éxito la Unión Soviética en 1976. Cuatro años antes, la misión tripulada estadounidense Apolo 17 también trajo muestras, pero fueron recogidas directamente por los astronautas. El nombre de la misión Chang’e fue elegido porque es el de una diosa de la luna en la mitología china. El viaje hasta la luna llevó 112 horas después de despegar de la provincia de Hainan, situada en el sur del país. La misión recoge las muestras en un día lunar, el equivalente a 14 días de la tierra, que deberán aterrizar en Mongolia Interior en estos días de diciembre. China espera tener una estación espacial tripulada para 2022. El jefe científico de la NASA, Thomas Zurbuchen, felicitó a la potencia asiática por el alunizaje exitoso de la sonda.

Cabe señalar que la carrera espacial es un caso de marcada continuidad entre Obama y Trump. Por eso Biden no modificará a esta política en un tema crucial para el largo plazo.

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