La pandemia como nuevo fundamento para la expansión del Estado moderno

Es notable observar en elevados niveles en la sociedad como se sobreestima la ayuda estatal y se subestima la reacción del mercado

El Gabinete Económico tiene la misma cantidad de miembros que en el pasado sumaban los ministros asesores del Presidente (JGM)

Diversos autores han estudiado los fundamentos históricos, políticos, ideológicos y económicos por las cuales se expande el tamaño del Estado a lo largo del siglo XX. Junto a Stefany Bolaños resumimos en un ensayo en 2013 los hallazgos encontrados: 1) la riqueza de las naciones; 2) el Estado de Bienestar; 3) la democracia; 4) el abandono del patrón oro; 5) el keynesianismo; 6) el efecto trinquete, con las dos guerras mundiales y las grandes crisis económicas.

Ahora se percibe que la crisis sanitaria ofrece un nuevo fundamento para la expansión del Estado moderno, porque puede tener relación con los fundamentos señalados.

La Riqueza de las Naciones. Un prerrequisito para tener estados modernos que representen de 30% a 60% del PBI es que las naciones hayan ampliado sus capacidades productivas. Sin economías de mercado que potencien la producción -como ocurrió en los últimos 200 años-, sería estéril cualquier discusión para aumentar el gasto público. Ningún sindicalismo hubiera logrado “conquistas sociales” antes de la primera revolución industrial. Aplicado al actual contexto, países más ricos como Alemania pudieron expandir más los paquetes de ayuda y los subsidios que los países más pobres.

El Estado de Bienestar y el paternalismo. Cierta cultura paternalista que se observa en diverso grado pero que está presente en todo el mundo, permitió identificar ese fenómeno que extendió su mano visible sobre el mercado para intentar ofrecer alivio en un año complejo. Constituye un desafío para quienes trabajan en las ideas la carga ideológica presente en elevados niveles en la sociedad pues no permite observar que se sobreestima la ayuda estatal y se subestima la reacción del mercado, presente en millones de acciones emprendedoras, con su características creatividad e innovación.

Un prerrequisito para tener estados modernos que representen de 30% a 60% del PBI es que las naciones hayan ampliado sus capacidades productivas

Mayores grados de libertad y responsabilidad podrían haberse utilizado para enfrentar la pandemia con muchos menores costos que la cuarentena universal. Por el contrario, se ha permitido, y en muchos casos se ha pedido que el Estado se haga presente en formas no convencionales avanzando sobre libertades individuales y derechos constitucionales.

La democracia y la imagen de los mandatarios. Si bien las medidas sanitarias de cuarentena universal impactaron negativamente en la actividad económica y el empleo, sorprende que la imagen de los gobiernos en los primeros meses tras la irrupción de covid-19 haya incrementado los niveles de confianza sobre los mandatarios. Las mayorías piden a los gobiernos aplicar medidas duras frente al escenario de pandemia, obligando a la gente a permanecer guardada en su casa, para evitar contagios y muerte. Piden por más gasto, más subsidio, más paquetes de ayuda para empresas y personas. Los gobiernos responden en base a encuestas, pero claro que la economía pone un límite al que las mayorías jamás han prestado atención.

El abandono del patrón oro y el sistema monetario moderno. El sistema monetario moderno, basado en bancos centrales con capacidad “ilimitada” para monetizar desequilibrios fiscales han inundado el globo de crédito, dejando una situación de potenciales burbujas bursátiles, inmobiliarias y de precios de las materias primas para el escenario post-covid.

El keynesianismo y la política fiscal y monetaria. Las ideas de John Maynard Keynes tan polémicas en los años ’70 por los procesos de estanflación que generó, vuelven ante la gran recesión de 2008 y en los años siguientes, pero más aún se potencian en un escenario de recursos ociosos como el que se visualiza en 2020. Todos los gobiernos, sin excepción, enfrentan este contexto de recesión global con políticas de demanda, combinando medidas fiscales y monetarias, que nos dejarán con mayor nivel de gasto y déficit, que claramente dejará un contexto de desequilibrios fiscales y monetarios complejos para el desafío de recuperación posterior.

Ante las dos guerras mundiales y la gran depresión de los años ’30 los gobiernos expandieron el tamaño del Estado, y nunca retornaron a los niveles previos

El efecto trinquete y la pandemia. Robert Higgs mostró en su libro sobre la crisis del Leviatán que ante las dos guerras mundiales y la gran depresión de los años ’30 los gobiernos expandieron el tamaño del Estado, pero tras los acontecimientos no retornaron a los niveles previos. Esto es precisamente lo que inquieta que podría ocurrir ante la pandemia global. Una vez que la gente se prende a la teta del Estado, cuesta mucho que dejen de mamar. Los derechos adquiridos se extienden y ya no es posible retornar el nivel de gasto anterior.

Reflexión final

Es de temer que la cuarentena universal aplicada ante el covid-19 potencie todos los fundamentos que explican la expansión del Estado moderno.

Desde el punto de vista académico, es posible que se esté ante una variante del “efecto trinquete” reseñado por Robert Higgs. Su aplicación incluía conflictos bélicos y depresiones. Hoy se deben sumar epidemias y pandemias.

El autor es economista, profesor de Eseade

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