El 2020 presentó uno de los momentos más complejos e inéditos de la historia. Estamos atravesando tiempos de transformación en la manera de hacer negocios, delimitando el camino hacia un nuevo paradigma empresarial. Este año nos ha brindado la oportunidad para repensar en una nueva normalidad y, en este sentido, cada sector ha demostrado la capacidad de resiliencia para adaptarse de forma ágil, teniendo como principales herramientas la creatividad e innovación para la búsqueda de soluciones frente a las necesidades presentes.
Con respecto a la industria de la construcción, se atravesó un escenario sumamente desafiante, que demandó mayor innovación y responsabilidad por parte del sector privado para virar hacia la evolución, a través de un diálogo colaborativo y transversal, que promueva la co-creación y diversidad en los equipos. En mis años de experiencia en la industria y la trayectoria en el negocio familiar, he atravesado diversas crisis en la historia y creo firmemente que estas son una oportunidad, no solo para fortalecernos como equipos, sino también como sociedad.
Para ello, considero que es clave evitar el camino fácil. Es necesario ser constantes en construir un futuro mejor, teniendo una nueva visión de hacer negocios a través de la innovación abierta, que no se trata solamente de nuevas tecnologías o estar conectado a internet, sino de aprender de nuestro planeta y ser actores sociales de la evolución.
El sector muestra que el camino de evolución es a través de alianzas estratégicas con organizaciones que compartan la misma visión y que promuevan un impacto positivo a través del liderazgo constructivo
Respecto al empleo dentro del sector, la última Encuesta de Expectativas de Empleo de ManpowerGroup mostró que la construcción tendrá un incremento en las perspectivas de empleo del 13% de cara al último trimestre del año, en comparación con el período anterior que estimaba únicamente un aumento de 2 puntos. A su vez, este índice marca un precedente sobre el crecimiento, ya que es el valor más alto desde el primer trimestre de 2018. En vistas de estos horizontes, se demuestra que la industria de la construcción continúa trabajando para que el mercado crezca a pesar de los contratiempos externos dado que es uno de los rubros clave en lo que respecta al dinamismo de la economía en el país. A su vez, el sector muestra que el camino de evolución es a través de alianzas estratégicas con organizaciones que compartan la misma visión y que promuevan un impacto positivo a través del liderazgo constructivo.
El sistema constructivo en seco, o Steel Frame, ha reafirmado frente a la pandemia no solo su eficiencia energética, sino también la flexibilidad y sustentabilidad que ofrece en comparación con otros métodos. Gracias a su rápida ejecución, se pudieron construir hospitales modulares con elevados estándares de calidad en tiempo récord, lo que brindó un espacio seguro para la internación y el tratamiento de pacientes.
La pandemia ha permitido que las industrias reflexionen y actúen en el impacto ambiental asociado a procesos productivos y también en la huella o legado que dejarán
Otro cambio importante que atravesaron las compañías es la concepción que se tenía de RSE, la cual estaba orientada a la filantropía. Hoy, debemos asumir la responsabilidad y el compromiso de liderar un cambio de paradigma empresarial convencional hacia un nuevo camino centrado en el triple impacto. Esto implica no solo generar beneficios en el aspecto económico, sino también en lo ambiental y social. El objetivo no pasa por ser las mejores empresas del mundo, sino las mejores para el mundo. Esta nueva mirada nos presenta un doble desafío: el de generar una evolución cultural interna con nuestros propios colaboradores y, también, de contagiar a otros actores de la industria, a repensar su negocio.
Para finalizar, la pandemia ha permitido que las industrias reflexionen y actúen en el impacto ambiental asociado a procesos productivos y también en la huella o legado que dejarán. El sector se focalizará en continuar trabajando activamente para capacitar y promover un sistema constructivo sostenible que estimule la economía. Por lo tanto, continuaremos potenciando el desarrollo del Steel Frame a través de sus ventajas competitivas, como las declaraciones ambientales de producto, el etiquetado energético de la vivienda, el reporte de sustentabilidad GRI y el e-commerce. Herramientas que no solo democratizan la construcción, sino que también visibilizan y materializan el impacto positivo de elegir sistemas constructivos eficientes y sustentables.
El autor es director de Barbieri