Tres medidas para empezar a recuperar el sistema político

El sistema político argentino está destrozado, simplemente porque los representantes no representan a nadie, la sociedad desconfía de los postulantes, percibe que los dirigentes gobiernan para sí mismos y no para los electores. Década tras década de fracasos conducen a tal situación

Guardar

Pero además, el sistema político argentino colabora a esa percepción. La desconfianza está justificada no solo por los resultados, sino porque el diseño de los modos de acceso a la política, mantiene el control del poder en manos de unos pocos dirigentes.

Aquí, humildemente, sugerimos tres medidas que pueden ayudar a recuperar la confianza en el sistema político.

LISTAS SÁBANA. Terminar con las “listas sábana” es una proclama que escuchamos hace años, vacía, sin solución alternativa, un grito al viento para coincidir con el reclamo popular de que personajes siniestros o simplemente desconocidos, escondidos en el fondo de una boleta, terminen en el Congreso y sean descubiertos besando senos en una sesión virtual.

Resulta sustancial que los representantes sean electos por menos gente. Que sean vecinos de quienes los eligen. Para dar un ejemplo, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tiene 25 diputados nacionales, que se renuevan por mitades (en una elección se eligen 12 y en la que sigue 13). ¿Qué se hace hoy?. Una lista sábana. Cada partido postula 12/13 candidatos dependiendo el caso, y después de quinto lugar, nadie sabe quién es quien.

Pero, la división política de la Ciudad de Buenos Aires, está estructurada en 15 comunas. ¿Qué ocurre si cada comuna elige un diputado, que tenga domicilio en esa comuna y que no pueda mudarse hasta que concluya su mandato? En 2021 la Ciudad elige 13 diputados nacionales. Bien, por sorteo, se elige que comunas no eligen en este período. Las dos excluidas, obligatoriamente deberán elegir en 2023, año en que otro sorteo seleccionará que otras tres comunas no eligen esa vez, y así sucesivamente.

¿Qué ocurre si cada comuna elige un diputado, que tenga domicilio en esa comuna y que no pueda mudarse hasta que concluya su mandato?

El candidato es un vecino, qué como condición para su cargo, no puede dejar de serlo mientras dure el mandato. Un sistema de democracia de cercanía.

Otro ejemplo. La Provincia de Buenos Aires tiene 70 diputados nacionales, que se renuevan de a 35 por elección. Y cuenta con 135 municipios. El sistema es más complicado pero posible. Un cuarto de los municipios (35 de ellos) elige un diputado nacional en cada período. Los municipios sorteados para postular candidatos en 2021, no pueden volver a hacerlo en 2023, donde habrá otro 35 municipios que postulen candidatos. Y así sucesivamente. El candidato, otra vez un vecino, alguien cercano, el dirigente no tiene porque temer vivir cerca de sus electores.

Cada provincia podría proponer un modo de fraccionar el electorado, de manera de generar una rotación similar. Y algo más, es menester imposibilitar por ley, mas de una relección consecutiva, así como quien se postuló por un distrito, lo haga luego por otro. Chau sábana.

AFILIACIONES. Hoy las únicas entidades habilitadas para postular candidatos a cargos públicos electivos, son los partidos políticos. Y en general (salvo decisión con mayorías agravadas de los órganos directivos) los candidatos son afiliados. ¿Por qué los argentinos solo podemos optar entre los que nos ofrecen los partidos políticos, de probada ineficiencia además? ¿Por qué agrupaciones de ciudadanos sin afiliación a un partido determinado, con la obtención de avales suficientes no pueden ofrecer candidatos a consideración del electorado?

Los partidos tienen un nocivo monopolio de la política, que les permite que la oferta electoral a disposición de los ciudadanos, sea siempre la misma, siempre un fracaso, siempre amiguismo o conveniencias.

Los partidos tienen un nocivo monopolio de la política, que les permite que la oferta electoral a disposición de los ciudadanos, sea siempre la misma, siempre un fracaso, siempre amiguismo o conveniencias. ¿Por qué no ampliar la oferta?

Sería un disparate que cualquiera se postule sin reunir requisitos, pero la ley electoral debería prever que ciudadanos agrupados con ideas similares, puedan obtener una cantidad determinada de avales debidamente certificados (no afiliados, la gente no quiere y no tiene porque afiliarse a un partido) y organice postulaciones para una elección determinada.

No serán claro organizaciones estables, con derecho a financiación estatal fuera del proceso electoral, y si optan por la modalidad de avales deberán conseguirlos en cada proceso electoral, mientras que los partidos tienen una estabilidad en el tiempo si no pierden sus afiliados, pero sería un modo inteligente de abrir la política a los ciudadanos, agrupaciones independientes que amplíen la oferta electoral.

PRIMARIAS CUANDO HAY PRIMARIAS. No es conveniente dejarse engañar con el gasto que implican las elecciones primarias. Las PASO fueron un gran avance democrático de nuestro país. Hasta ellas, nada podía escapársele a las cúpulas de los partidos políticos. Veinte tipos en un salón dirigían las candidaturas. Las PASO no evitaron eso en su totalidad, porque tienen deficiencias y hay que mejorarlas, pero fueron un gran avance.

Recuerde usted: En 2015 Mauricio Macri, entonces Jefe de Gobierno porteño, se postulaba a la presidencia y quería que lo sucediese en el Ejecutivo local Horacio Rodríguez Larreta. Pero Gabriela Michetti también quería ser candidata. Perdió la primaria con el actual Jefe de Gobierno, pero estuvo cerca, compitió, pudo haber ganado desafiando al oficialismo partidario. Es sano, necesitamos primarias, es sustancial que grupos de personas que no representen a los popes del partido puedan desafiarlos.

Las internas de los partidos sin control de la Justicia Electoral son amañadas, tramposas.

Si el Estado quiere ahorrar, que disminuya la corrupción, el descomunal gasto público y la inoperancia, no la democracia.

Si el Estado quiere ahorrar, que disminuya la corrupción, el descomunal gasto público y la inoperancia, no la democracia. El Covid tampoco es excusa, en Chile han sufrido mucho por el virus chino, pero necesitan reformar la Constitución. Hicieron un plebiscito hace una semana, ahora van a una elección constituyente y después a otro plebiscito para que el pueblo ratifique o no el contenido de la reforma.

La democracia no sobra, no es gasto, tu posibilidad de incidir en tu propia vida es barata no cara.

Lo qué si debe hacerse, siguiendo la misma lógica, es no permitirle primarias al partido o agrupación que presenta lista única. Eso es un disparate. Los partidos manipulan la interna y terminan haciendo dos elecciones en lugar de una. Eso si es ridículo, gasto innecesario y daño institucional.

Una reforma a la ley de PASO que habilite las campañas, los fondos públicos, los espacios de radio y TV para quienes realmente van a internas abiertas, e impidan que reciba todo eso el espacio que presenta lista única, es justo. Y quien quiere tener una sola lista, solo puede hacer campaña en octubre. Ese mecanismo hace respetar el espíritu de la ley y restringe el gasto innecesario.

Son ideas, para pulirse, profundizarse, discutirse. Discusión no en términos de lo que le conviene a la clase política, sino en relación a la búsqueda de una manera de empezar a demoler el muro que divide a la sociedad de sus dirigentes, que esta llevando el clima social a una situación de crisis sin retorno. La política debería empezar a pensar en resignar privilegios, para no perderlos por completo en medio de una crisis social.

*El autor es Director Ejecutivo de Trust Consultora

Guardar