Si ayuda a las Pymes, el Estado salva el 42% del PBI

Estas empresas podrían así crecer en su actividad económica, generar empleo en forma muy rápida, contribuir a mejorar los números macroeconómicos y generar dólares por las exportaciones

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Foto archivo: Congreso Nacional Pyme,
Foto archivo: Congreso Nacional Pyme, junio de 2019 (Adrián Escandar)

Nuestro universo pyme es muchísimo más grande de lo que creen los funcionarios de turno e inclusive algunos empresarios.

Cualquier analista, investigador, economista o empresario lo primero que hace es delinear el universo con el cual va a trabajar y así poder armar una agenda de los temas o sectores más importantes. Podría escribir extensamente cómo es el mundo pyme y cuáles son sus problemas, pero me voy a limitar a su dimensión financiera con tres datos:

a) contribuye con el 42% del PBI;

b) emplea el 70% del sector privado;

c) existen de todos tamaños, desde 2 empleados hasta más de 300.

Después del público, es el sector más importante, pero arrastra dos grandes problemas casi insolubles: las existencias de deudas vencidas e impagables con el sistema financiero y la urgente necesidad de capital de trabajo, que no obtienen por no calificar como sujetos de crédito.

Es por estas razones que se requiere de manera urgente la intervención del Estado.

La deuda pyme es de aproximadamente seis mil quinientos millones de dólares mientras que el conjunto de las empresas grandes debe veinticuatro mil millones de dólares -y contribuyen con el 13% del PBI-.

Se requiere una decisión política y económica para solucionar el problema. Por ejemplo, con un bono o un fideicomiso con plazos de hasta diez años y una tasa del 12% fija, que sea suscripto por el sistema financiero con las deudas de las pymes en mora, a su valor nominal, las que recibirán una parte proporcional del bono o una cuota parte del fideicomiso.

Para solucionar la falta de capital de trabajo, el Estado debiera garantizar un monto limitado por pyme a determinar, ya sea para tomar crédito en un banco o avalar la emisión de cheques en una SGR para descontar en todos los vehículos existentes.

Para que se tome dimensión del problema, señalo que el sistema financiero tiene depósitos en pesos por el equivalente a más de cien mil millones de dólares; además, tiene otros diecisiete mil millones de depósitos en dólares, encajes bancarios por más de quince mil millones de dólares e invertido en leliqs y operaciones de pase, el equivalente en pesos a más de treinta mil millones de dólares. Es un sistema financiero solvente y con gran liquidez que demuestra que podría colaborar con el Estado en una solución para las pymes.

También existe el fondo de garantía de sustentabilidad, un fondo soberano de inversión que tiene por objetivo promover el crecimiento económico. Desde su formación, este fondo fue invertido de modo discrecional en diversos instrumentos financieros, fideicomisos privados y públicos, obligaciones negociables y títulos públicos, entre otros.

Las pymes han sufrido muchos años de tasa impagables, que superaron el 100% de interés. Por ende, se encuentran actualmente renegociando sus deudas, concursadas o quebradas.

Al Estado se le presenta la oportunidad de salvar el 42% del PBI; que las pymes crezcan en su actividad económica y generen empleo de forma muy rápida, mejoren los números macroeconómicos y generen dólares por las exportaciones. El mundo pyme ya no quiere participar más de los velorios cotidianos de empresas y, menos aún, asistir a ellos por adelantado.

El autor es presidente de Cereales Tres Arroyos y miembro del Movimiento Nacional Pyme (Monapy)

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