Liderazgos personales e igualdad ante la ley

El alto porcentaje de imagen negativa de muchos dirigentes insinúa una nueva crisis de representación política

(Nicolás Stulberg)

Se desata una nueva crisis en la representación política de nuestro país. El alto porcentaje de imagen negativa de todos los dirigentes con impacto nacional y de muchos gobernadores propone un nuevo capítulo de divorcio con la sociedad que ha sido exponencialmente creciente con el advenimiento del virus del covid y de las medidas de confinamiento social, laboral y religioso.

No todo tiene que ver con el virus, ya que hace mucho tiempo está en crisis la representatividad de los sectores dirigenciales políticos, sociales y religiosos. Existe una enorme incapacidad de lograr retener la credibilidad por parte de los funcionarios y líderes.

En la nueva era digital, todo aquello que uno dijo en un programa de televisión, de radio, o lo publicado en una red social expone de manera única y hasta ridícula las contradicciones de personas que ejercen cargos que tienen dos legitimidades: la de origen y la de ejercicio.

El infinito archivo de Youtube supone un castigo que es transmitido por las redes sociales para penalizar en tono de sátira en muchos casos a instituciones que antes merecían mucho respeto por su ejercicio. Esto pone en juego los liderazgos de las personas e interpela a la clase política a desarrollar liderazgos de equipos, para los que la consecución de los objetivos de política pública sea más relevante que la propia y legítima carrera política del dirigente.

En el último tiempo, el expresidente Mauricio Macri reapareció públicamente luego de mucho tiempo con una columna de opinión y varias entrevistas, despertando la reacción del oficialismo y a su vez también, un debate en su propio espacio político.

¿Es la imagen de Mauricio Macri, un activo para la recuperar el poder por parte de Juntos por el Cambio o por lo contrario debe el expresidente dar espacio a una nueva línea de poder, donde los demás dirigentes tengan un rol colegiado más abierto y con liderazgos compartidos?

Mucho se le criticó a Marcos Peña en el armado de del 2019 la falta de cierres políticos que no permitieran que los dirigentes justicialistas terminaran unificándose para recuperar el poder. Hoy, entendiendo como es la futura necesidad de política agonal, Marcos Peña se pone a trabajar con la candidatura de presidente de Horacio Rodríguez Larreta quien sin lugar a duda emerge como el candidato de gestión que el espacio de la oposición necesita ante tantos problemas de gestión que muestra el gobierno de Alberto Fernández.

Los problemas son los mismos que llevaron a la derrota en 2015 a Cristina Fernández de Kirchner. Inflación y su política de precios cuidados, el financiamiento público y privado tanto para la industria como para la construcción de viviendas, el estancamiento económico y la transformación de nuestro país en un lugar de especulaciones financieras durante largos periodos de tiempo.

La pobreza, es el resultado de muchos años de políticas erróneas de todos los gobiernos hasta hoy. En el exterior no se explican cómo Argentina ha sido el único país de Hispanoamérica en retroceder y subdesarrollarse. La falta de entidad y solidez política y social, la falta de administración de justicia y no tener entre la sociedad un afecto societatis propone una sobrevivencia del más fuerte, y no una búsqueda conjunta del desarrollo como sociedad para todos.

En Argentina, la Igualdad ante la ley es una deuda de las instituciones que ha quedado más que expuesta después de 7 meses de depresión económica llevando a la pobreza a un récord triste, y poniéndonos en el lugar de la inseguridad, la incertidumbre, el desempleo.

Vuelven como en otros tiempos, los argentinos a querer emigrar y abandonar su país. Muestra de que no hay un futuro cierto sin un plan, pero no un plan de gobierno, sino un plan de país, donde todos seamos iguales ante la ley.

El autor es politólogo y director general de Moody Brook Consultores