Los problemas de la Argentina se solucionarán desde el interior del país

Cómo se pasó de estar entre los primeros puestos de ingreso por habitante en el Siglo XIX y comienzos del XX a la mitad entre más de 160 en la actualidad

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Históricamente los problemas de la Argentina se solucionaron desde el interior, que el campo al que hoy hostiga y castiga sigue produciendo cifras récord
Históricamente los problemas de la Argentina se solucionaron desde el interior, que el campo al que hoy hostiga y castiga sigue produciendo cifras récord

Hace ya muchos años que la política argentina es conducida en muchos casos por diferentes matices políticos que detentan poder y se adueñan del gobierno, consecuentemente es indubitable y lógico que se viva la crisis más demoledora de la historia. Todas tienen un patrón común, primero el derrumbe económico, social y político que genera y se retroalimenta de la corrupción, que a su vez se convierte en endémica.

El contexto de adversas circunstancias heredadas y propias se potencia con la pandemia de COVID-19 y la extensa cuarentena que están haciendo estragos en la salud de la población y paralelamente llevando a la economía a una situación de calamitoso derrumbe.

Esta realidad se manifiesta y explicita de forma irreversible en las marchas y contramarchas del Presidente que parece desconectado de la realidad y desatiende las necesidades y demandas que hoy agobian e indubitablemente pueden conducir a una crisis de confianza y gobernabilidad.

El Presidente parece desconectado de la realidad y desatiende las necesidades y demandas que hoy agobian e indubitablemente pueden conducir a una crisis de confianza y gobernabilidad

Nada desanima más a un pueblo que descubrir que el poder se ha encerrado en sus lógicas tratando de hacer prevalecer un relato que poco o nada se concilia con la realidad. Si la política es el arte de administrar la realidad, es imposible ejercerla ignorándola, tergiversándola o negándola.

Hoy son abrumadores los índices: de desempleo 13,1% de la oferta laboral, de pobreza en 40,9% de la población, y se proyecta que se sostenga en 47% para todo 2020, como se estima para el caso particular del segundo trimestre, y 10,5%, casi 5.000.000 de habitantes en la indigencia; la destrucción y quiebra de pymes no se detiene, se continúa desatendiendo y subvalorando a las economías regionales, muchas de las generan y traen las divisas que permiten subsistir, así como es calamitosa la desatención en que se encuentra la educación.

Se continúa desatendiendo y subvalorando a las economías regionales, muchas de las generan y traen las divisas que permiten subsistir, así como es calamitosa la desatención en que se encuentra la educación

Frente a ese cuadro, en forma atolondrada y desordenada el Gobierno solo atina a remiendos coyunturales e ineficaces, porque es evidente que no llega a comprender lo dramático de la situación.

Olvida el Gobierno que históricamente los problemas de la Argentina se solucionaron desde el interior, que el campo al que hoy hostiga y castiga sigue produciendo cifras récord, que fue el granero del mundo que abrió las fronteras a todos los hombres del mundo que buscaban libertad, justicia, paz y trabajo, que hizo en un momento uno de los diez países más prósperos y ricos del mundo.

Según datos de Maddison Projec Database Versión 2018, durante la década de 1920 la Argentina se mantuvo los 10 países más ricos del mundo, en la siguiente, junto con EE.UU, Reino Unido y Dinamarca, tenían el PBI per capita más alto del mundo, y acumulaba el 50% del PBI de toda América Latina; ahora, según el Fondo Monetario Internacional cayó al puesto setenta y tres.

¿Tan desconectado de la realidad está el Presidente?¿Tan grande es la anomia en la que hoy se encuentra el Gobierno? ¿No advierte cuál es el clamor de la población sin distinción política? Entonces una vez por todas terminemos con la corrupción, las culpas, los reproches, los odios, las venganzas. Es hora de definiciones con objetivos comunes, para poder así remontar la cuesta.

Es hora de definiciones con objetivos comunes, para poder así remontar la cuesta

Hay que aceptar, proteger y premiar a los mejores, porque creer en la meritocracia es una virtud y no un error, así lo entendía Platón en su obra “La República”. Cuando esto se comprenda, recién entonces podrá comenzar la etapa de reconstruir la Argentina.

El autor es presidente de IADER (Instituto Argentino de las Economías Regionales)

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