En la semana fueron ganadores los activos denominados Dólar Linked, porque se estiman como coberturas ante un posible salto en el tipo de cambio oficial, en el marco de una perspectiva de brecha creciente con los dólares alternativos.
Incluso las regulaciones, y las limitaciones de los fondos en pesos para mantener posiciones mayores al 25% en activos en dólares, también sostienen este tipo de estrategias, básicamente, opciones que con pesos permitirían al inversor limitar el impacto negativo de una posible devaluación del peso por parte del Banco Central.
Un análisis refleja que el patrimonio neto de estos fondos creció a una tasa promedio mensual del 5,3% en julio y agosto; muy por debajo del promedio del 9% del total de la industria financiera, o del 5% de los Money Markets en ese período. Un último punto importante, y que hay que tener en cuenta, cuando se analiza su track récord, es que el análisis del rendimiento de varios meses puede no ser realmente comparativo con otros fondos, ni con el mismo (producto del cambio de estrategia).
El análisis del rendimiento de varios meses puede no ser realmente comparativo con otros fondos, ni con el mismo (producto del cambio de estrategia)
Hay fondos que mantienen una participación mayor del patrimonio en Obligaciones Negociables Dollar Linked, o que arman su estrategia sobre sintéticos con futuros de Rofex. También algunos, dentro de lo que permite la regulación, mantienen exposición a activos dolarizados.
Pero más allá de los nombres, es importante entender su funcionamiento y los riesgos. Los bonos “dólar link” son instrumentos de deuda nominados en dólares, pero pagaderos en pesos al tipo de cambio oficial, lo que implica que tanto su capital como sus intereses son ajustados por la evolución del tipo de cambio oficial desde el momento de su emisión hasta la fecha de pago.
Ahora bien, en el caso de los sintéticos, las estrategias combinan la compra de un instrumento que devengue una tasa en pesos (un plazo fijo, obligaciones negociables, Letras o hasta bonos), y “calzado” con la compra de dólar futuro. Así, se consigue convertir una tasa en pesos a dólares.
De hecho, su estrategia de base es determinante para el rendimiento mensual de estos fondos y su tasa interna de retorno indicativa (que se mide en dólares más/menos devaluación). Hoy el universo es amplio dentro de la muestra considerada, moviéndose entre tasas que reflejan la evolución del tipo de cambio, más un brecha que va entre un rango de menos 10% y más 3% -según el fondo-.
Por su parte, el plazo medio de estos fondos -que es relevante como determinante también de la volatilidad a la que se expone el inversor- no suele ser mucho más de 1,3 años (principalmente, de mueven en un promedio inferior a 12 meses). Mientras que la volatilidad, salvo excepciones, se ubica arriba del 5 por ciento.
En cuanto a los rendimientos, el promedio de agosto cerró por debajo del 2,5% de devaluación oficial –diferente a la foto de junio-julio-, y arriba del movimiento del contado con liquidación. No obstante, es importante entender que los rendimientos pasados no deben ser el único indicador para decidir entre las diferentes opciones. De hecho, aun cuando el objetivo se mantenga sobre “Dólar Linked”, la coyuntura irá modificando las estrategias de cada fondo. En este sentido, será clave entender cómo cada uno podrá ir “capturando” el comportamiento del movimiento del tipo de cambio.
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