Cómo estabilizar el dólar en el corto plazo y achicar la brecha cambiaria

Las medidas cortoplacistas que se deberían llevar adelante para estabilizar los dólares financieros están fundamentalmente vinculadas al escenario político y no económico

Guardar
La volatilidad política es el factor que está generando mayor ruido en el dólar y algunas señales claras deberían apaciguar los fogonazos devaluatorios que observamos en los dólares alternativos. (REUTERS/Mohamed Abd El Ghany)
La volatilidad política es el factor que está generando mayor ruido en el dólar y algunas señales claras deberían apaciguar los fogonazos devaluatorios que observamos en los dólares alternativos. (REUTERS/Mohamed Abd El Ghany)

La referencia respecto al corto plazo resulta ser central ya que si Argentina quisiera de una vez por todas evitar saltos devaluatorios, inflacionarios y shocks macroeconómicos, las medidas deberían ser mucho más profundas, prolongadas en el tiempo e incluir decisiones políticas vinculadas a reformas estructurales.

Sin embargo, como vivimos en Argentina y el largo plazo es el próximo lunes, voy a dar una visión complementaria a todo lo que leemos a diario en los medios de comunicación respecto a los factores fundamentales que influyen en la suba de los dólares financieros y paralelo. Es menester remarcar que en esta instancia hasta Doña Rosa recita una suba del dólar vinculada a la falta de confianza, alto nivel de emisión monetaria, falta de reservas netas, mayores restricciones cambiarias, shock económico de la pandemia y la inercia histórica que venimos arrastrando desde hace más de una década. A pesar de que todas las razones enunciadas anteriormente influyen, y sobre todo en el corto plazo, respecto a la suba de la divisa, considero que existen otros factores que aceleran el ritmo devaluatorio en el país y que si se toman medidas correctas al respecto podrían fortalecer en el corto plazo al peso.

Es importante remarcar que a pesar de que no coincido con muchas de las últimas decisiones económicas que se están llevando adelante, concuerdo con el presidente del Banco Central en que el tipo de cambio oficial de Argentina no está atrasado si uno analiza la serie histórica. Pero, como todo argentino que se ha quemado con leche, cuando falta confianza y se observan algunas señales negativas respecto al andar futuro de la economía, no hay precio caro para dólar. Tal es así, que en la actualidad, los dólares financieros y paralelo, alcanzan niveles superiores a la salida de la convertibilidad y dichas cotizaciones son las más altas en términos reales de los últimos 30 años. Por otra parte, a pesar de que considero que el dólar oficial tiene un nivel razonable, es inviable que se sostengan en el tiempo las brechas cambiarias que se observan en la actualidad y rozan el 80%. Ninguna economía del mundo con cepo cambiario puede mantener dichas brechas durante un plazo prolongado de tiempo.

Por ello, las medidas cortoplacistas que se deberían llevar adelante para estabilizar los dólares financieros están fundamentalmente vinculadas al escenario político y no económico. En la actualidad, la volatilidad política es el factor que está generando mayor ruido en el dólar y algunas señales claras deberían apaciguar los fogonazos devaluatorios que observamos en los dólares alternativos.

-La reforma de la Justicia es uno de los condimentos no económicos que mayor influencia tienen en el dólar en la actualidad. Pienso que el Gobierno debería dejar de lado dicho proyecto para otro momento y enfocar las energías en la urgencia económica.

-Alberto Fernández ganó las elecciones, entre otras razones, porque supo construir un discurso moderado. Durante las últimas semanas hemos visto en la Casa Rosada una radicalización que avivó los peores fantasmas del pasado. Sólo un gobierno de centro va a calmar las aguas cambiarias en Argentina en el corto plazo.

El acuerdo con el Fondo Monetario no debería extenderse durante tantos meses como ya vaticinan desde el gobierno ya que, al igual que la deuda soberana reestructurada, necesita tratamiento urgente y la dilación de los tiempos sólo desestabiliza la frágil economía argentina.

La búsqueda de consensos es una señal que todo empresario, profesional y emprendedor está esperando observar de la clase política. Próximamente, se enviará al Congreso de la Nación el Presupuesto 2021. Sería fundamental que existiera una discusión de fondo y un acuerdo explícito entre las fuerzas políticas relevantes del país para dar señales claras de cara al futuro inmediato y no un tratamiento exprés, como hemos visto en la última década.

El autor es director de Romano Group, profesor de la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad Austral y máster en Finanzas y en Economía y Políticas Públicas (Universidad de Columbia)

Guardar