¿Por qué CFK demanda a Google?

La vicepresidenta inició una demanda contra el gigante informático porque en su buscador aparecía mencionada como “ladrona de la Nación Argentina”

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Luis Goldín, abogado de Cristina
Luis Goldín, abogado de Cristina Kirchner

En la búsqueda de garantizar la protección de todas las ciudadanas y ciudadanos argentinos y el respeto por la legislación y los derechos del consumidor, la Dra. Cristina Fernández de Kirchner presentó una demanda contra Google estableciendo un hecho inédito de alcance mundial.

Este nuevo capítulo contra la Vicepresidenta comenzó el día 17 de mayo de 2020 a las 00:20, cuando el diario Clarín –a través de una nota digital- manifestó que Google la asociaba con el calificativo de “Ladrona de la Nación” en el panel de búsqueda de su plataforma. Ayer por la mañana, la Dra. Cristina Fernández de Kirchner solicitó al Fuero Federal Civil y Comercial que intervenga con el objetivo de resguardar la prueba del hecho y así dimensionar el daño realizado por Google hacia su persona.

En esta oportunidad la Dra. Cristina Fernández de Kirchner no eligió hacer hincapié en la violencia política, mediática y simbólica de la que es víctima hace años, sino que el objetivo de la misma es, principalmente, generar un antecedente que resguarde los derechos personalísimos de todos los ciudadanos y ciudadanas argentinas en el marco de la Ley de Defensa al Consumidor. Por esto es fundamental que se resguarde la prueba porque “Google” al ser la única y exclusiva administradora de la plataforma, puede alterar arbitrariamente la información que solicitamos.

El resultado de la pericia informática será central para calcular el daño generado por Google. Para garantizar el proceso de justicia, solicitamos que se utilice la metodología de informática forense, como así también que se designe a un perito único de oficio para que realice la tarea encomendada desde una computadora local y así constatar algunas acciones por parte de la demandada como, por ejemplo, saber cómo se generó la publicación, cuántas visitas e interacciones tuvo, entre otras. Para esto es necesario que el juez autorice el acceso e intervención de la totalidad del sistema y registro informático utilizado por la empresa. Pero, lamentablemente, la conducta dañina de Google no es una novedad: contamos con un antecedente en nuestra jurisprudencia a través del caso “Belén Rodríguez” (2014).

En esa oportunidad Google operó como un motor de búsqueda, en lo que la CSJN entendió que procedió como un “bibliotecario de la web” por el uso comercial y no autorizado de su imagen. En esta oportunidad, en cambio, Google actuó bajo su exclusiva jurisdicción y competencia, comenzando y acabando su intervención en su propia plataforma sin remisión a terceros. Observamos que estas dos situaciones son distintas: en el caso “Belén Rodríguez” fue el bibliotecario, pero en esta instancia Google redobló la apuesta porque finalmente fue el autor del libro.

Como podemos dilucidar, la lista de daños que llevó adelante Google contra la Vicepresidenta es extensa: daño actual, daño moral, daño futuro, daño a los derechos de la personalidad, daño punitivo. Pero esto no finaliza ahí, no es una simple publicación de mayo que fue modificada. No es un tema del pasado porque, además, Google obtuvo un beneficio económico de esta situación. Esto sucedió porque la empresa demandada comercializa espacios de publicidad y el valor de los mismos se define en función de la demanda de la plataforma.

Sabemos muy bien que semejante noticia generó, sin ninguna duda, un incremento en las interacciones en el buscador. Otro tema que ocupa a la Vicepresidenta y a este gobierno, es el cuidado y la protección de la libertad de expresión. Es importante explicitar que esta presentación judicial apunta a defender la libertad de la misma. En ese sentido, es que la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en el fallo “Amarilla” explicitó una definición clarificadora: “no hay un derecho al insulto, a la vejación gratuita e injustificada”.

En este sentido, la Dra. Cristina Fernández de Kirchner, con esta presentación también pone blanco sobre negro varios interrogantes que, seguramente, como usuarios de Google alguna vez nos hicimos: ¿es posible que Google no sea responsable de la información que circula en el buscador? ¿Google difunde información o también la produce? ¿Alguien duda de que, como ciudadanos y ciudadanas, cada uno desde nuestras casas estamos absolutamente indefensos contra el gigante Google? ¿Podemos como usuarios retirar el contenido de la plataforma o una vez que la información empieza a circular estamos seriamente desprotegidos? Y, finalmente, ¿a quién (y cómo) reclamamos en el caso de ser difamados a través de contenidos que circulan en esta plataforma? No es menor que frente a todos los reclamos realizados a Google por la Dra. Cristina Fernández de Kirchner, no haya tenido ninguna respuesta.

Es por esto que, para poner fin a esta asimetría de poder, Cristina Fernández de Kirchner requirió una pericia informática que delimite el alcance del agravio del que fue víctima y proteja ante eventuales y posibles alteraciones de la conducta ilícita de la empresa multinacional. Pero, ¿cómo es posible dimensionar el alcance del daño de un buscador que contabiliza más de 3 billones de consultas diarias?, ¿O más de 90 billones de consultas mensuales?, ¿O más de 1.095 billones de consultas anuales? En definitiva, una vez más, el pedido que hace la Vicepresidenta es que se respete nuestra legislación y el normal desarrollo de los contratos en el marco de la Defensa del Consumidor.

La Dra. Fernández de Kirchner quiere terminar con estos abusos por parte de empresas privadas hacia ciudadanos y ciudadanas de pie. A su vez, decidió hacer de este hecho tan penoso para ella una oportunidad para otros y otras, motivo por el cual el monto que se obtenga por esta acción será donado en su totalidad al Hospital de Niños “Sor María Ludovica” de la Ciudad de La Plata.

(*) Luis Goldín, Especialista en Cuantificación de Daños, Mágister en Derecho y Economía, y Docente universitario (UNDAV) y Abogado de la Dra. Cristina Fernández de Kirchner.

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