No pasa mucho tiempo sin que de la coalición gobernante surjan ideas que van en contra del ciudadano, barnizadas bajo un manto de protección al que menos tiene. La última, hasta ahora, es el embate del gobernador y algunos intendentes de la provincia de Buenos Aires contra Edesur.
Entre otros, Fernando Gray (Esteban Echevarría), Mayra Mendoza (Quilmes) y Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), acompañados por el gobernador Kicillof presentaron coordinadamente reclamos contra Edesur por fallas en el servicio, pidiendo el fin de la concesión, entre otras cosas. La Defensoría del Pueblo y el ENRE ya tomaron cartas en el asunto.
Este conflicto merece ser analizado desde dos ópticas: la política y la técnica/económica. Los municipios le deben a Edesur unos $3.000 millones por la provisión del servicio a los barrios de emergencia. ¿Será entonces casualidad que en marzo una consultora cercana al oficialismo publicó una encuesta donde muestra el apoyo a la estatización de las distribuidoras de electricidad? ¿Será también casualidad que una estatización les quitaría de encima a los intendentes esa espada de Damocles?
Desde el punto de vista técnico/económico, proveer el servicio tiene un costo (generación eléctrica, personal, mantenimiento de infraestructura, etc.) y el mismo debe ser solventado ya sea mediante la tarifa que pague el consumidor o por el estado, si eligiera subsidiarlo. Si se estatizara Edesur, la provincia sería inmediatamente responsable de estos costos. Como el Estado argentino está quebrado, es fácil de imaginar un futuro con infraestructura en decadencia y muchos más cortes. Esto no es adivinar el futuro, sino sólo recordar el pasado. Además, también resulta probable que los costos se incrementen. ¿O no sería Edesur un gran lugar para que compañeros y compañeras ayuden a bancar las banderas de la soberanía eléctrica?
Al igual que ocurrió con YPF y Aerolíneas Argentinas, el juicio que haría el actual concesionario por incumplimiento de contrato sería otra consecuencia de la estatización, posiblemente millonaria y en dólares. Aunque este resultaría un problema de una futura administración.
Finalmente, me permito aportar los gobernantes un consejo basado en temas puramente de su interés: si no quieren ser los culpables de los cortes de luz en el verano y si prefieren tener un chivo expiatorio por los futuros aumentos en el precio de la electricidad, por favor tiren al tacho esta nueva idea loca. Los argentinos estaremos agradecidos.
El autor es socio de Infupa S.A.