En los últimos dos meses y a modo de síntesis, más de 13 empresas lanzaron unos 21 instrumentos por $9.000 millones con ajuste Badlar y USD 585 millones ajustables por Dólar Linked -adjudicándose casi cuatro veces más respecto de las ofertas iniciales-.
Pero por qué pasa esto. En principio, por cinco razones: una de los emisores, tres de los inversores, y la última y más relevante, por la dinámica del Sistema financiero. Analicemos:
1. Imposibilidad de acceder de los emisores a fondearse en el exterior;
2. Exceso de pesos de los inversores;
3. Búsqueda de cobertura hacia dólares (Dólar Linked);
4. Deseo de riesgo privado en oposición a las pérdidas en riesgo público; y
5. Contracara del crédito del sistema financiero.
La primera razón es obvia, y apunta al riesgo que hoy representa Argentina en el exterior, que básicamente es “cercano a mala palabra”.
Las siguientes tres razones se verifican por el fuerte exceso de pesos que hoy posee el sector privado, ya que los depósitos en pesos derivados de la emisión de los últimos 8 meses, crecieron en junio 72% interanual. La sobredemanda también estaría explicada por el mayor deseo de riesgo privado, en vista de lo sucedido con el riesgo público.
Por último, la dinámica del sistema financiero en términos del crédito, por cumplimientos regulatorios, riesgos y tasas.
Cuando se analiza, se observa que el préstamo bimonetario, tanto en pesos como en dólares, se mantiene estable en el último año por una combinación de caída del crédito en dólares y alza del otorgado en pesos.
Se observa que el préstamo bimonetario, tanto en pesos como en dólares, se mantiene estable en el último año por una combinación de caída del crédito en dólares y alza del otorgado en pesos
Es simple y claro lo que sucede del lado de los dólares. Mientras que del lado de los pesos, el crédito crece al 44% interanual hasta junio, como resultado de la expansión de créditos comerciales -con un alza del 120% interanual movidos por las regulaciones del BCRA por la cuarentena-. En tanto, los de consumo (personales más tarjetas) crecen solo 26% interanual.
Sin embargo, el crédito comercial “neto” (es decir, de los subsidiados al 24% por unos $264 mil millones en los últimos tres meses) reduce la variación mencionada a solo 57% interanual -menos de la mitad del 120% mencionado anteriormente-. Reflejando así que cayó fuerte la demanda del resto de empresas (no mipyme) sea por tasas (reales) muy altas en un contexto de caída de ventas, o por no otorgamiento del sistema financiera -ante el elevado riesgo-.
Cayó fuerte la demanda de crédito de las empresas no mipyme, sea por tasas (reales) muy altas en un contexto de caída de ventas, o por no otorgamiento del sistema financiera -ante el elevado riesgo
En concreto, la variación del crédito a empresas entre febrero y junio alcanzó $333 mil millones, correspondiendo 80% a préstamos a tasa subsidiadas del 24% anual y el resto respondió a otras empresas/ riesgos.
El mismo sentido, de fuerte caída de la demanda crediticia, se verifica en los préstamos al consumo. Y claramente, esta menor demanda crediticia tiene su correlato en la fuerte caída del PBI, que se suma a las altas tasas nominales que el sector financiero define en el actual contexto de “desequilibrio” macro (las dos base monetaria).
La caída del crédito de las empresas en el sistema financiero se transformó en una oportunidad para el mercado de capitales
Así la contraparte de la caída del crédito de las empresas en el sistema financiero se transformó en una oportunidad para el mercado de capitales -tal como se verificó en los dos últimos meses en términos de instrumentos de crédito y monedas-. Tendencia que debería mantenerse en los próximos meses, y que debería ser una alternativa para los inversores a los fines de “salir” de pesos.
El autor es Economista jefe de PPI (Portfolio Personal Inversiones)
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