Los mercados en general venían con una complacencia con el riesgo muy alta e indicadores como el VIX (o el “Índice del Miedo”, de volatilidad implícita) por el piso, el Green&Fear Index muy tolerante y la relación de opciones calls a puts elaborado por el CME que marcaban un modo risk-on o de absorción de riesgo muy elevado. Pero se dio una caída como hace tiempo no se daba hasta mediados de marzo y en tiempo récord convirtiéndose en un mercado bajista que llegó a golpear al mismísimo S&P 500 con 35,6% de caída desde el máximo al mínimo.
La situación de las materias primas en dicha coyuntura actual no fue muy distinta de la mayoría de los activos financieros, que experimentaron una fuerte baja en el año. Pero con mucha selectividad. No es lo mismo tener petróleo que oro o apostar por el precio del cobre o la soja, por mencionar los principales productos según las cuatro grandes categorías.
El oro fue la materia prima que más subió, en un claro movimiento de vuelo a la calidad y de protección frente a la posible inflación derivada de los anuncios de emisiones masivas por parte de los bancos centrales
El oro fue la materia prima que más subió, en un claro movimiento de vuelo a la calidad y de protección frente a la posible inflación derivada de los anuncios de emisiones masivas por parte de los bancos centrales. Este metal precioso oro es considerado una moneda y por eso su valor de refugio en momentos de volatilidad. Pero, cuidado, porque no deja de ser un activo de renta variable sin un rendimiento mínimo asegurado.
Por eso intervinieron los bancos centrales con una inyección récord nunca antes vista: la Reserva Federal, de tener USD 4 trillions (una cifra con 12 ceros atrás) antes de la pandemia, expandió su hoja de balance hasta los USD 7 trillions actuales, y se encamina a fin de año a alcanzar los USD 10 trillions, si cumple con lo anunciado. Súmese el dinero del resto de los bancos centrales del mundo desarrollado. Casi todo bajo la forma de recompra de bonos en los mercados para mantener bajas las tasas de interés y transferencia directa a los fiscos para atajar la caída en este trimestre y apoyar la recuperación en el segundo semestre.
La deuda en la economía (y el consecuente apalancamiento en los mercados), siempre trae problemas si no va direccionada a sectores que tienen que traccionar. Si el dinero en exceso se queda en la Bolsa o va a inflar los precios de las propiedades, más adelante se tendrá que lidiar con sus consecuencias.
A partir de fines de marzo, los mercados gozaron de una sorprendente recuperación de precios, asique a no pelear la tendencia ni la Reserva Federal, como dice el dicho. El concepto de “volatilidad” es un término teórico que mide qué tan fuertes son los movimientos, para ambos lados.
La mencionada caída originó el nacimiento del mayor recorrido alcista de la historia en tan poco tiempo: en apenas 50 ruedas el mercado medido por las 500 empresas más grandes de la mayor economía mundial había acumulado una suba de casi 40 por ciento.
El concepto de “volatilidad” es un término teórico que mide qué tan fuertes son los movimientos, para ambos lados
Portafolios muy conservadores
En el mercado de renta fija (bonos), los retornos año tras año en los mercados analizados por subclase de deuda y en el acumulado hasta mayo, muestra un ranking liderado por las alternativas conservadoras en donde los grandes ganadores fueron los inversores que tuvieron en cartera Treasuries (Bonos del Tesoro) de las más altas calificaciones crediticias, así como productos hipotecarios garantizados por el gobierno de los EE.UU. (MBS) y bonos corporativos con grado de inversión (investment grade), relegando a las últimas posiciones a los bonos sin grado de inversión (especulativos) y a la deuda de mercados emergentes.
El mercado está ahora en modo risk-on, envalentonados además por las últimas cifras del mercado laboral norteamericano: EEUU, en medio de la pandemia, creó 2,5 millones de empleos en mayo y la tasa de desocupación cayó a 13,3% de 14,7% de la oferta laboral. Con tantos subsidios de desempleo por todos lados, muchos que fueron consultados por la encuesta ya se encuentran desalentados para buscar un empleo en forma activa y no figuran como desempleados. Siempre pasa. Pero el dato no deja de sorprender, porque se esperaba una destrucción de más de 7 millones de puestos antes de su publicación.
Todo se da en un ambiente enrarecido por las protestas y disturbios sociales que erosionaron la figura presidencial: según un promedio de encuestas de fivethirtyeight, en un mano a mano, Joe Biden le gana hoy a Donald Trump por unos 5 puntos. Difícil saber cuánto le cuesta al actual presidente estas revueltas, pero la imagen presidencial negativa prevalece.
Con lo visto en los mercados en las últimas semanas, posiblemente el año termine distinto y surjan sorpresas en un ranking que hasta hoy es liderado por las alternativas muy conservadoras, pero eso no implica que las economías se recuperarán rápidamente. Brasil (uno de los mercados más golpeados) está recuperándose fuertemente en las últimas semanas, en medio de la fuerza brutal de la pandemia que le deja entre 1.000 y 1.500 muertos por día (ya tiene más que Italia).
Posiblemente el año termine distinto y surjan sorpresas en un ranking que hasta hoy es liderado por las alternativas muy conservadoras, pero eso no implica que las economías se recuperarán rápidamente
La Bolsa no tiene conciencia y nadie invierte para hacer del mundo un lugar mejor” suele decir Jim Cramer. Algo se avanzó con el compromiso empresarial y rankings de empresas con prácticas implementadas para mayor transparencia y negocios más aceptables, pero el dinero mueve en definitiva a los mercados de capitales.
El cambio sucede. Para ser un buen inversor hay que pensar cómo los cambios que se están dando a consecuencia de la pandemia afectarán el día a día. A pensar en las compañías que se convierten en ganadoras y en las que fracasan, porque está lleno de oportunidades a la vuelta de la esquina.
El mundo volverá a crecer, pero de manera diferente, por lo que los inversores deberán adaptarse a las nuevas tendencias y a un entorno, claro está, muy volátil.
El autor es Socio y Director de Research for Traders. Economista y Master en Dirección Bancaria. Esta nota fue publicada en el blog Fin.Guru
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