He trabajado mucho tiempo en este hermoso partido de la provincia de Buenos Aires. Tengo amigos de años y familia de toda la vida. San Andrés de Giles es muy importante en mi vida, pues al regresar del exilio fue ahí que pude reinsertarme gracias a un proyecto educativo innovador y necesario para el medio rural.
Hoy leo, con estupor, que un concejal, el señor Bautista Castaños del Frente para Todos, ha denunciado penalmente a quienes convocaban para un bocinazo, a realizar en el Día de La Patria. Todos sabemos que la cuarentena más larga del mundo ha traído el beneficio de un número controlado de fallecidos, pero a un precio altísimo para la economía de amplios sectores sociales, además del estado anímico y afectivo de todos los ciudadanos.
En el interior de la Provincia se vive una situación muy particular: la mayoría de sus partidos no han presentado casos o los detectados son del comienzo de la pandemia, con al menos entre uno a dos meses de antigüedad. Sin embargo, y pese a la ejemplar conducta de los bonaerenses en seguir las premisas del gobierno, las actividades comerciales y profesionales han sido flexibilizadas a cuentagotas. Negocios que deben subsistir con un puñado de horas semanales, profesionales como abogados, contadores y escribanos que no pueden ejercer todo su potencial.
Muchos proyectos de vida han quedado truncos; otros ven disminuir dramáticamente sus posibilidades de subsistir; representaciones institucionales como los Concejos Deliberantes no han regresado a su plenitud aún, como si en una democracia el único poder con permiso de actuar fuese el Ejecutivo y no los demás.
Al día de la fecha, se han registrado 17 fallecidos en la Provincia de Buenos Aires, -exceptuando obviamente el conurbano- de los cuales uno solo en el distrito de San Andrés de Giles. Es un dato bien contundente que tanto habla bien del logro de la cuarentena como de la toma de conciencia en la población de que se puede y se debe avanzar hacia un incremento en las actividades económicas y productivas.
Lo que no podemos entender es cómo desde un partido político se pretende acallar a sectores con urgentes necesidades de trabajar denunciándolos penalmente. Es indignante leer, en el Día de la Patria, la siguiente proclama: “Presentamos la denuncia, en representación del bloque del Frente de Todos, por la violación del artículo 209 del código penal”. Así lo informó Bautista Castaños frente a un eventual bocinazo popular reclamando por derechos que le son propios.
¿O acaso nuestros héroes de Mayo no se levantaron contra un orden establecido? ¿Cuándo hubiera sido libre la Argentina, si los líderes de la Primera Junta hubieran respetado a pie juntillas al poder español, que demandaba obediencia absoluta al poder imperial?
Es increíble que un concejal de la democracia, representante de un partido repetidas veces proscripto en la práctica política argentina -el peronismo-, esgrima como argumento, frente a una convocatoria de protesta, el código penal, que tantas veces se usara desde los gobiernos autoritarios.
¿No hubiera sido mejor solicitar a los manifestantes los cuidados del caso para concretar un bocinazo local y escuchar los reclamos que tenían para hacer?
Hace 210 años el pueblo quería saber de qué se trataba y exigió una respuesta, en la calle y en las plazas. Somos hijos de esa rebeldía. El concejal Castaños debería aprender de la historia. De nada sirve responder con persecuciones a las voces que preguntan. De un reclamo no escuchado puede nacer el trueno.
Oscar Dinova, escritor mercedino