En la apertura de la semana se registró en el mercado petrolero de los EEUU un fenómeno muy curioso, que rara vez sucede, y que tiene una explicación desde el mercado de capitales y otra desde la coyuntura debido al impacto económico que tiene en vilo al mundo, consecuencia de la pandemia de la COVID-19.
El precio del petróleo está en una situación técnica que se denomina “contango”, que tienen lugar cuando el precio contado del barril de petróleo se negocia por debajo de lo que se supone o espera que valdrá en el futuro a un mes. También puede suceder cuando el mercado registra precios menores en el mercado spot comparado con el de la cotización a plazo.
Todos los 21 de cada mes se establece un cambio de contrato en el WTI, y todos los 30 sucede lo mismo en el caso del Brent del Mar del Norte, con precios para el mes siguiente, por eso ayer si bien en los dos mercados se mantuvo la tendencia negativa, el primero se distanció severamente del segundo.
El contrato a mayo, que es el que estaba vigente, vencía, y como no hay lugar para almacenar el petróleo y la multa por no aceptar la descarga que sufriría el comprador es menor al precio de almacenamiento prefirió cerrar la posición con una pérdida inferior
El precio de ayer reflejó una situación particular del mercado para mayo, pero que poco o nada tendrá que ver con el precio de hoy, cuando entre en vigencia el contrato futuro a junio, el cual se estima que oscila entre USD 22 y USD 25 el barril.
Ayer el precio del WTI se derrumbó hasta un precio - USD 35 el barril (valor USD 35 debajo de cero dólar) por una razón más que simple, el contrato a mayo, que es el que estaba vigente, vencía, y como no hay lugar para almacenar el petróleo y la multa por no aceptar la descarga que sufriría el comprador es menor al precio de almacenamiento prefirió cerrar la posición con una pérdida inferior.
Por lo tanto, debido a que por la pandemia no hay dinero para pagar ni el petróleo ni el almacenamiento y no existe comprador, todo el mundo estaba en modo vendedor, en busca de asumir una pérdida menor.
Expectativa con los precios de las naftas en la Argentina
El precio de referencia para los combustibles en Argentina es el Brent, ayer cotizaba a USD 26 el barril, un 6% menos que el viernes. Y los valores que se reflejan en los surtidores traducidos a la relación peso con el precio real del dólar, el contado con liquidación es más bajo.
Si estuviera vinculado el WTI, tendría que caer un 300%, pero hoy, con los nuevos valores que tendrán los contratos a junio del crudo tendría que subir un 250%, algo técnicamente impracticable.
La situación actual se caracteriza por baja de demanda, a niveles casi inéditos en la historia argentina, tanto de gas natural, energía eléctrica y combustibles líquidos; la capacidad de almacenamiento de petróleo totalmente estresada, yacimientos cerrados y una coyuntura, en donde no se puede ver una mejora de las variables económicas en los próximos meses.
De ahí que cualquier nuevo proyecto de perforación que demande inversión, estará sujeto, en primer término, al resultado de la renegociación de la deuda pública externa, a la evolución de la demanda, y a los precios que devuelvan esas inversiones, en un contexto en donde la principal operadora, YPF se encuentra muy comprometida financieramente, sumado a la baja del valor de su acción.
La situación actual se caracteriza por baja de demanda, a niveles casi inéditos en la historia argentina, tanto de gas natural, energía eléctrica y combustibles líquidos; la capacidad de almacenamiento de petróleo totalmente estresada, yacimientos cerrados y una coyuntura, en donde no se puede ver una mejora de las variables económicas
Si se llegan a alinear algunas de estas variables, lo más probable es que, una vez que el mercado interno se normalice, se pueda proceder a reanudar la exportación del petróleo del tipo Medanito o Escalante, a precios razonables.
En cuanto al gas natural, y especialmente en referencia al reservorio de Vaca Muerta, actualmente no es económicamente viable nuevas inversiones, debido a la baja demanda interna y externa, principalmente de Chile y Brasil; y a que los precios en boca de pozo no resultan rentables.
El autor es especialista en temas de energía
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