Coronavirus: ¿dónde están las app cuando se las necesita?

A la pandemia no se la mata, ni se la cura, solo se la gestiona con nuestros datos

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(REUTERS/Amr Abdallah Dalsh)
(REUTERS/Amr Abdallah Dalsh)

Los gobiernos publicaron apps para para todos los gustos y colores: precios cuidados, mercado en tu barrio, fronteras argentinas, mi argentina, 144, precios surtidor, BA turismo, BA Ferias, BA Mascotas y la lista sigue interminablemente.

Puedo denunciar desde un pozo, hasta saber el precio de un surtidor. Pero con respecto a esta pandemia, solo tengo un formulario para saber que si tengo más de 38 de fiebre debo correr al médico.

¿Dónde está la app para encerrarse y protegerse de este flagelo?

Es de noche y, yendo a toda velocidad, alguien te cuenta que hay un abismo por delante aunque aún no se lo ve. Seguramente pisar el freno por completo es la mejor opción. Seguir es un riesgo y más aún con faros que iluminan un porcentaje extremadamente reducido de la calzada y que nos devuelven quince días tarde la imagen de lo que hay por delante. El desafío, entonces, es ponernos en marcha a una velocidad prudencial que no implique un riesgo mayor.

Propongo el siguiente ejercicio: Imaginemos que la pandemia es “evento premium”, al que asistirá una gran cantidad de personas, que requerirán una coordinación y logística de recursos acorde. Este evento se volvería un “éxito” en el “boca a boca” y cada día será más masivo..

¿Cual seria tu mejor arma?

Las empresas utilizan sistemas de gestión, por ejemplo: Salesforce, SAP, Netsuite y otros. Con el objeto de satisfacer a sus “clientes”, no perder oportunidades, predecir la futura demanda (funnel de venta), y optimizar los recursos.

Si el “evento” es premium quisiéramos poder filtrar los que tienen poder de compra de los que no. Debo darles carril prioritario a los que puedan pagarlo y a los que “no” hay que tenerlos registrados y en el radar. ya que quizás sean los próximos clientes.

Para un producto premium, nuestro país cuenta con un universo de 1.200.000 personas en el segmento ABC1 que es nuestro objetivo, o sea el 3% de la población.

Filtrar el otro 97% sin involucrar recursos humanos caros y finitos y no perderlos de vista es vital.

Los datos, además de gestionar, ayudarán a predecir curvas, anticipar si se necesitarán funciones extras o teatros más grandes semanas antes, además de dosificar correctamente los recursos humanos “just in time”, para no agotarlos antes de tiempo.

La telemetria, durante, pre y post show, deberá estar presente para generar números duros.

Volviendo a la Pandemia: el gráfico a continuación es parte de un estudio publicado en la revista Science bajo el título “Quantifying SARS-CoV-2 transmission suggests epidemic control with digital contact tracing” .

Describe la lógica y reglas detrás del “sistema de gestión pandémico - chino” aplicado durante el brote de COVID-19.

En resumen: se registra por dónde ha circulado el usuario, (este se identifica con un QR en los transportes que utiliza para obtener acceso a ellos), se registra también quien está cerca o muy cerca y los espacios que visitó. Todo electrónicamente.

Al día siguiente si pide una consulta médica y si los síntomas son compatibles con el COVID-19, se lo instruye para ser testeado con un kit. Si da positivo, se gestiona el caso testeando obligatoriamente a la gente que estuvo muy cerca de él y se les advierte a los que estuvieron menos cerca sobre el incidente.

Finalmente, se desinfectan los lugares por donde éste transitó.

En los casos de internación domiciliaria la app puede preguntar la temperatura, si la persona estáa mejor, si se agrava etcétera; es la famosa telemetría.

Ahora volviendo a Argentina: el levantamiento de la cuarentena no decreta el fin de la pandemia, comienza un problema peor, como lo comentaba al principio de esta nota. ¿Cuál es la nueva velocidad prudencial para levantar el pie del freno?

Según Niel Ferguson (el modelista de datos que alertó sobre el error de seguir la teoría de “la inmunidad del rebaño” en el Reino Unido) los datos entre países no son comparables.

Entonces, estaremos solos con nuestros resultados.

Cantidad de contagiados, test realizados, internados y muertos perderán sentido, ya que solo son un pequeño haz de luz, que permite ver centímetros de calzada, treinta días más tarde de una realidad expresada en kilómetros.

Tiempos muy difíciles están por venir, y la necesidad de construir datos duros es imperiosa. La fe no va a ser suficiente cuando las acciones que se toman hoy recién impactarán en resultados a los treinta días.

Puede ser desconcertante mover el volante y tener que esperar semanas para ver el nuevo curso.

1.- Se necesita generar métricas diarias y centralizadas para reforzar la fe:

Ejemplos:

-Cámaras que censen la cantidad de gente que viaja febril en los subterráneos, para saber si crece la cantidad de sintomáticos.

-Cantidad de pedidos de teleconsultas, vía app o teléfono, o consultorio

2.- Aplicaciones que generen telemetría y descarguen los hospitales por consultas que terminen en el contagio de una persona sana:

Gestión de la salud de todos los ciudadanos, los que están contagiados, los que creen estarlo, los que se curaron y los sanos. Todo en el mismo sistema central.

España, Israel, China, Francia, Corea, India y hasta el Reino Unido lo están utilizando.

Argentina tomó la curva a tiempo cuando decretó la cuarentena al contabilizar su tercer muerto, mientras Francia espero a tener 175 muertos, España 294 e Italia 827.

¿ Qué botones tenemos para apretar entonces ?

Un game changer a mediados de mayo: la vacuna es una solución para que la pandemia no se repita (según Kim Woo-joo el mayor infectólogo coreano), las opciones a corto plazo se llaman “tratamiento” y están en manos de los proyectos Discovery y Solidarity. Ambos exhibirán sus resultados para mediados de mayo y éstos arrojaron nuevas “variables” o botones para definir siguientes pasos.

El lapso de este evento no bajará de los 18 meses. Nadie en su sano juicio puede pensar en un semestre.

Necesitamos una sola aplicación centralizada:

Al día 2 de Abril y de los 12.558 muertos: 11.964 corresponden a gente mayor de 60 años; tiene todo el sentido proteger a esta franja en una estricta cuarentena pero controlada electrónicamente, y levantar el pie a los que están por debajo de esa edad para volver a activar el país.

- Gestionar quiénes pueden trabajar y quiénes no (incluyendo identificación de inmunizados)

- Qué recorridos hacemos y si alguien en nuestro trayecto o lugares de trabajo dio posteriormente positivo.

- Hacer consultas de primer nivel y de segundo nivel vía la app

- Derivación a centro de salud orquestada por la misma según recursos disponibles

- Derivación en caso de emergencia con agentes humanos

- Telemetría diaria de los sospechosos para saber si éstos aumentan

No hay una sola nación seria que piense que esto se cura con una cuarentena.

Parte de la cura es la gestión y no hay todavía herramientas en vista.

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