La Tercera Guerra Mundial ya llegó

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Militares brindando asistencia durante la cuarentena en Quilmes, provincia de Buenos Aires (Reuters)
Militares brindando asistencia durante la cuarentena en Quilmes, provincia de Buenos Aires (Reuters)

La Tercera Guerra Mundial llegó y se libra en la geografía de 178 países. Los ejércitos locales son muy desiguales a la hora de doblegar al invasor. No todos creyeron en ese enemigo invisible. No todos reaccionaron a tiempo. No todos, países del primer al último mundo, están pertrechados con lo necesario. El material bélico de esta guerra es el material sanitario. El coronavirus está entre nosotros. El Dr. Félix Umansky, argentino-israelí, me decía: “Los presupuestos en salud pública son bajos en todos los países, esto tendrá que cambiar”. El Dr. Umansky estaba sorprendido de que la cuarentena argentina tenga insurrectos. El médico franco-argentino Dr. Juan Carlos Chachques sostiene que “para un futuro, la Comunidad Europea deberá plantearse una reserva en materiales sanitarios. Hoy el Banco Central Europeo tiene lingotes, pero faltan respiradores, oxímetros…”. El médico norteamericano-argentino Dr. Conrado Estol afirma: “Debemos evitar lo inmanejable para manejar lo inevitable”. Los tres profesionales destacaron la rapidez de la reacción política del gobierno argentino. El Dr. Estol agregó que coincide con el asesor de Donald Trump, el Dr. Anthony Fauci, cuando manifiesta que no apuesta a la conciencia social, dado que el cerebro humano piensa en forma lineal, la proyección exponencial le cuesta mucho. Por eso la cuarentena y los controles para que esta se efectivice son imprescindibles.

El presidente Alberto Fernández sigue tranquilizando y durmiendo muy poco, se le nota en el rostro. Sus dotes de profesor ayudan en sus claros mensajes. Dos afirmaciones. Primero: prefiere hacer uso irrestricto del Código Penal antes de llegar a establecer un estado de sitio. Considera que la Justicia está actuando con rapidez y eficacia. Y en segundo lugar cree que su batalla personal es la de imponer el Estado ético por sobre el Estado ausente. Sabe que hoy cuenta con el apoyo incondicional de las fuerzas políticas. Sabe que la prioridad es la vida. Sabe que para asistir a los afectados deberá destinar no menos del 2% del PBI. Hecha esta aclaración, la ecuación pasa por un delicado equilibrio en las urgencias, las cuales básicamente podríamos resumir entre la pandemia y la grave crisis económica de nuestro país, que sin dudas se agravará ante este acontecimiento inesperado.

En el camino hacia el Estado ético, también con el código Penal en la mano, deberá ser inflexible con quienes hacen de esta crítica situación un aprovechamiento escandaloso aumentando los precios. Otro desafío de la conversión al Estado ético es el rescate de los invisibles. Los distintos medios de comunicación muestran la angustia de miles de ricos que no pueden regresar a Argentina tras viajes de placer, con las debidas excepciones; pero no se muestra el día a día, la hora a hora de quienes viven apiñados en una habitación de 2x2, de la cual lógicamente desean escapar. Donde la calle es el patio o el balcón. Especialmente esa clase media baja que no cuenta con el refugio de una Tarjeta AlimentAR o un plan. Es decir, los ignorados y los ignorantes, los hacinados, los violentos y los violentados. Como nunca en la historia, el mundo aquietado por el coronavirus permitirá una radiografía social jamás vista. El desafío de este Estado ético al cual el presidente Fernández confía en consolidar tiene varias incógnitas, porque la Argentina tiene un 40% de personas vulnerables económicamente. Y a propósito de la vulnerabilidad, el yin y el yang de esta realidad son Capital Federal y la provincia de Buenos Aires. Deben sumar sus fortalezas y también sus vulnerabilidades. La Ciudad Autónoma tiene el PBI per cápita más importante del país, y la provincia de Buenos Aires tiene los mayores cordones de pobreza y necesidad de Argentina. Por suerte lo entendieron y sus autoridades están trabajando juntas. En épocas normales, en hospitales y otros efectores de salud de CABA se atiende el 35% de los habitantes de Provincia.

Como en la guerra, todo se monitorea minuto a minuto. Por estas horas se sabe que varios aeropuertos del mundo han cerrado. Son focos de infección. Ezeiza no es la excepción. Las autoridades saben que llegará un momento en que también deberán clausurarlo.

En ese minuto a minuto, al cierre de este análisis se esperaba que el Presidente y/o su equipo económico dieran a conocer nuevas medidas tendientes a prórrogas de pagos de servicios básicos, tarjetas de créditos, auxilio a monotributistas y trabajadores independientes, e impedir que se corten servicios por falta de pago (luz, gas, agua, internet, cable), en concordancia con el proyecto presentado por María de los Ángeles Sacnun, legisladora santafesina por el Frente de Todos.

El Dr. Conrado Estol espera que Argentina sea un ejemplo para el mundo. Su esperanza en que pueda producirse un cambio en la humanidad reside en que esta crisis sanitaria dejará un saldo económico peor que el del ´30 (se habla de que sólo Estados Unidos registrará en el segundo trimestre una caída del 30% de su economía). Sin embargo, todas las noticias se concentran en el coronavirus. Esta mirada optimista se contrarresta con la de sus colegas. El Dr. Chachques recuerda que “el único animal que tropieza con la misma piedra es el ser humano, esperemos que esto sirva”. Y el neurocirujano Umansky dice: “El mundo sufre de problemas de memoria”.

Así como el Presidente consolida su capital político, trabajando codo a codo con la oposición, algunas voces saltan discordantes, entre ellas la del ministro de Seguridad de la provincia de Santa Fe Marcelo Sain. El gobernador Perotti, al igual que el Presidente, gana centralidad convocando a ex ministros de Salud de otras fuerzas políticas -y luego de meses de discordia, hoy a las 18 convocó al ex gobernador y actual presidente de la Cámara de Diputados Miguel Lifschitz, a quien invitará a integrar el comité de crisis- ocupando todo su tiempo no sólo en el problema principal del coronavirus sino también atendiendo la situación de los cordones de pobreza de su provincia, del narcotráfico y la inseguridad que, aún en pandemia, no cesa y sigue cobrando vidas. Nunca como en este momento de cooperación política las voces extremas suenan extemporáneas y cobran fuerza un día como hoy, 24 de marzo, donde cada uno desde sus viviendas gritará Nunca Más. El ministro Sain debería dedicarse a lo que se supone sabe: la lucha contra el narcotráfico y la inseguridad. Habrá que ver, tal vez este no sea el momento, si el gobernador Perotti continúa soportando expresiones burdas y extemporáneas de su ministro, justificándolas en el profesionalismo que se le adjudica.

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