Economía Solidaria: de la copa de champagne a la teoría de la palangana

No hay que esperar a que los de mayores ingresos decidan gastar, hay que fomentar ahorro, crédito e inversión

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Se puede ganar dinero haciendo negocios; capital que se ahorra o invierte y de esa forma vuelve a toda la sociedad y reactiva la economía
Se puede ganar dinero haciendo negocios; capital que se ahorra o invierte y de esa forma vuelve a toda la sociedad y reactiva la economía

¿Qué es la Economía Solidaria? En un mundo donde la palabra tiene valor por los hechos que la respaldan y la realidad que explica, en vez de dar una definición, voy a
proporcionar un ejemplo concreto.

Hace ya diecisiete años, en una localidad rural de la provincia de Buenos Aires, un productor agropecuario entregó a un grupo de personas una palangana con una herramienta dentro. Una de estas personas tomó la herramienta prestada y realizó con ella varios servicios. A la semana la devolvió, y otra persona la tomó. Y así sucesivamente, varios miembros de la comunidad utilizaron la herramienta, a la cual agregaron su tiempo, su iniciativa personal, y otros bienes, para perfeccionar un servicio o construir un bien. Cada uno de ellos enfrentó varios riesgos. Desde la posibilidad de que la herramienta se rompiera hasta no cobrar el servicio prestado o el bien vendido. Asimismo, a partir del retorno que obtenían por trabajar, estas personas agregaban en la palangana nuevas herramientas, que quedaban a disposición de los demás miembros del grupo mientras ellos no las utilizaran. Así, el número de herramientas dentro de la palangana fue creciendo. Cada uno mantenía la propiedad privada sobre su herramienta, y mientras cumpliera con su palabra, y devolviera en tiempo y forma las herramientas prestadas, mantenía el derecho a utilizar las demás herramientas.

Veamos ahora de cambiar la palabra herramienta por dinero. El proceso es el mismo, salvo que la palangana tiene dinero, fruto del ahorro de las personas que trabajan, el cual permite que cada uno que lo tome pueda convertirlo en la herramienta que necesita. El dinero nos permite acceder a una variedad mucho más amplia de herramientas. Asimismo, el dinero posibilita a las personas a devolver la herramienta en partes cada semana, y a la misma vez, a que otros puedan utilizar ese dinero para hacer realidad su emprendimiento. Quienes toman el dinero de la palangana son deudores, pero a medida que cumplen con su palabra se convierten en acreedores.

Se promueve una cultura de trabajo, donde la iniciativa y el esfuerzo personal les permite a cada uno llevar adelante un proyecto de vida, que se inserta sanamente en un proyecto comunitario de largo plazo. Aplauden el crecimiento propio y el del grupo. La misma dinámica del microcrédito educa en valores

Para ser más concretos, vamos a introducir el nombre de los protagonistas de este programa de microcréditos rural, de la localidad de Arroyo Dulce. Mabel, jubilada y emprendedora de un negocio de alimentos para mascotas, es quien coordina el movimiento dentro de la palangana cada semana. Mariela, utiliza el microcrédito para comprar insumos o tijeras para su peluquería. Gonzalo, enfermero, compró un aparato nebulizador para agregar al servicio que presta. Oscar, toma dinero para pagar el gasoil necesario para realizar fletes. Adriana compra con el dinero de la palangana harina para su negocio de repostería. Marcelo, produce embutidos, y con la ayuda del microcrédito va renovando las máquinas que necesita, y ampliando su negocio. Daiana, confecciona ropa y realiza arreglos con su máquina de coser. María, compra cacao, con el cual produce chocolates artesanales con diseños especiales para cada fiesta del año. Y así se suman también, Alejandro con un negocio de pollos, Marcela con una representación de agencia de viajes, Liliana con un almacén, y muchos más. Ellos son dueños del programa, del fondo solidario que coordina Mabel, y a la misma vez deudores cuando toman un nuevo microcrédito. Cada vez que pagan su cuota semanal, fruto de su esfuerzo personal, benefician a otros. Ellos son conscientes de que la mejor forma de ayudar al vecino es haciendo bien su propio trabajo y cumpliendo con su palabra. Más aún, el cumplimiento de cada uno permite que crezcan las oportunidades para todos. Por ejemplo, se agregaron microcréditos para que otras personas de la comunidad pudieran arreglar su vivienda. Así María pudo comprar la puerta para su casa, construir otra habitación, y agregar el tanque de agua. De esta manera, muchos otros como María mejoraron la calidad de su hogar.

Si nos decidimos a promover y a escalar estos mismos valores a nivel país, podremos lograr seguramente fomentar el ahorro y la inversión, crear espacios donde brote la innovación, y asegurar así nuevas oportunidades para todos

¿Por qué funciona la teoría de la palangana en una comunidad de 1.700 personas? Las personas confían en la palangana. Saben que pueden acceder a una ayuda económica para llevar adelante su iniciativa con sólo dar su palabra a cambio. Asimismo, quienes están devolviendo su microcrédito confían en que sus pares harán lo mismo. La confianza inicial se reproduce dentro de la palangana generando crédito para todos. El ahorro que logran a partir del ingreso que generan con su tiempo y su esfuerzo, lo destinan a la palangana, donde queda a disposición de la comunidad, y de ellos mismos cuando lo quieran utilizar. Esta confianza es posible gracias a que ninguno tiene sospechas de que Mabel, quien coordina el microcrédito, vaya a robarse la palangana, o el dinero que está dentro. Además, ella proporciona a todos un cuidadoso detalle de los movimientos que se realizan cada semana. Brinda transparencia. Mabel, en nombre de todos los participantes, ofrece también comprensión frente a las dificultades. Porque ninguno esta libre de fracasos en su emprendimiento, ni le faltan problemas en su familia. Pero todo se acomoda con flexibilidad, se alargan los plazos con paciencia, porque del otro lado no falta el compromiso. Las personas son solidarias con su trabajo bien hecho, con su cumplimiento, cuando se ayudan a pagar la cuota cada semana, cuando se compadecen del otro en su dificultad, y cuando velan entre todos por el bien común.

¿Cuáles son los factores claves detrás de este proyecto? El primero, es el sentido de pertenencia que poseen los miembros de esta comunidad. Quienes viven en este pueblo se saben parte de él y se cuidan entre sí. Son responsables por la permanencia de este beneficio para todos. Es así como el programa de microcrédito ya pasó de una generación a otra, porque se respeta y se aprende de la experiencia de los padres. En segundo lugar, se promueve una cultura de trabajo, donde la iniciativa y el esfuerzo personal les permite a cada uno llevar adelante un proyecto de vida, que se inserta sanamente en un proyecto comunitario de largo plazo. Aplauden el crecimiento propio y el del grupo. La misma dinámica del microcrédito educa en valores, crea hábitos positivos, virtudes, como la honradez, la responsabilidad, la perseverancia, el respeto por el otro, la comprensión frente a la dificultad y el compañerismo. Finalmente, un factor no menor, es que quien coordina brinda transparencia, regula con justicia, y entiende que debe rendir cuentas a los demás.

Las personas son solidarias con su trabajo bien hecho, con su cumplimiento, cuando se ayudan a pagar la cuota cada semana, cuando se compadecen del otro en su dificultad, y cuando velan entre todos por el bien común

No son pocos los que creen –erróneamente– que la economía crece recién cuando lo que hicieron mucho dinero lo gastan en bienes de lujo. La clásica imagen del brindis con champagne como sinónimo del éxito. En los párrafos anteriores se muestra que en la palangana, se puede ganar dinero haciendo negocios; capital que se ahorra o invierte y de esa forma vuelve a toda la sociedad y reactiva la economía. No hay que esperar a que los de mayores ingresos decidan gastar, hay que fomentar ahorro, crédito e inversión.

Si nos decidimos a promover y a escalar estos mismos valores a nivel país, podremos lograr seguramente fomentar el ahorro y la inversión, crear espacios donde brote la innovación, y asegurar así nuevas oportunidades para todos. Más aún, estaremos siempre preparados y dispuestos a tender una mano a aquel que quiera levantarse y seguir creciendo.

El autor es director de la Licenciatura en Economía de la UCA

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