El presidente electo de Uruguay, Luis Lacalle Pou, quiere que 100.000 argentinos se muden al país que dirigirá y para eso planea flexibilizar regulaciones para empresarios y fondos locales. La noticia impactó de aquel lado del Río de la Plata y de este con igual intensidad.
Hubo miles de comentarios cruzados y hasta el ex mandatario uruguayo, José “Pepe” Mujica cuestionó la iniciativa con una frase que sumó más polémica al tema: “En vez de traer 100 mil cagadores argentinos, preocupémonos de que los nuestros inviertan acá”.
No sólo eso, Mujica también llamó a recuperar “unos 24 mil millones de dólares" que sus compatriotas tienen “desparramados por el mundo”.
El gobierno uruguayo tomó el tema y evalúa facilitar todo aquello que esté a su alcance para ganar una pulseada tan antigua como presente: bajar impuestos para atraer inversiones, algo que la Argentina parece haber olvidado hace mucho tiempo
En la Argentina, parece haberse llegado a un punto sin precedentes respecto a la recaudación de impuestos y el nuevo Ejecutivo necesita que ninguno de los contribuyentes se escape del infierno fiscal en el que se ha convertido el país para que los números cierren o para que la batería de impuestos impulsada tenga sentido.
Cruzando el río, con una política más de libre mercado, el flamante gobierno charrúa intenta que ante una mejor oferta de precios para vivir en sociedad (impuestos) hasta cien mil ciudadanos argentinos emigren al vecino país.
La oferta de impuestos es mucho más interesante, en Uruguay se dan las siguientes cuestiones:
1 - Se tributa el impuesto a la renta (ganancias) sólo por las rentas obtenidas en Uruguay.
2 - No existe el impuesto sobre los Ingresos Brutos.
3 - No existe el impuesto a los créditos y débitos bancarios (impuesto al cheque).
4 - No existe el impuesto PAIS.
5 - No existen retenciones a las exportaciones.
6 - Existen zonas francas libres de impuestos.
7 - Existe libre circulación de capitales y de bienes.
8 - El impuesto sobre el patrimonio se calcula deduciendo deudas y sólo sobre aquel radicado en el país.
9 - No existen retenciones, percepciones ni anticipos de impuestos.
10 - No existe desdoblamiento cambiario para liquidar exportaciones.
Frente a esta situación, muchos argentinos han mostrado su interés en dejar de ser residentes fiscales argentinos, y el gobierno uruguayo tomó el tema y evalúa facilitar todo aquello que esté a su alcance para ganar una pulseada tan antigua como presente: bajar impuestos para atraer inversiones, algo que la Argentina parece haber olvidado hace mucho tiempo.
¿Cuáles son las causales de pérdida de la condición de residencia fiscal y sus consecuencias?
1 - Obtención de la residencia permanente en otro Estado (“Residencia Permanente en el Exterior”).
2 - Permanencia continuada en el exterior por un plazo de 12 (doce) meses, no considerada interrumpida por ausencias temporales de hasta 90 (noventa) días –consecutivos o no–, pudiendo solicitarse a la autoridad fiscal (AFIP) el restablecimiento de la condición de residente fiscal manifestando y acreditando la inexistencia de ánimo de residencia habitual en el exterior (“Permanencia por 12 meses en el Exterior”).
Para que se pueda facilitar entonces la pérdida de residencia para un argentino, se debería acelerar el trámite migratorio por el cual un argentino obtiene la residencia migratoria permanente en Uruguay
La referencia a la condición de “residencia permanente” alude al estatus migratorio, por analogía con la ley argentina de migraciones, la cual define a la “residencia permanente” como la categoría de admisión de extranjeros en el territorio nacional que confiere derecho al beneficiario a desarrollar toda tarea o actividad lucrativa o remunerada, por cuenta propia o en relación de dependencia.
Para que se pueda facilitar entonces la pérdida de residencia para un argentino, se debería acelerar el trámite migratorio por el cual un argentino obtiene la residencia migratoria permanente en Uruguay.
La pérdida de la residencia fiscal causa efectos a partir del primer día del segundo mes siguiente de aquél en el que se hubiera adquirido la Residencia Permanente en el Exterior o se hubiera cumplido el plazo que determina la pérdida de dicha condición en el caso de Permanencia por 12 meses en el Exterior, según corresponda.
De esta forma, para que la pérdida de residencia se haga efectiva para el 31/12/2019, tanto para el Impuesto a las Ganancias como para el Impuesto sobre los Bienes Personales, y un contribuyente argentino pierda la condición de residente, la misma se tuvo que haber perfeccionado antes del 31/10/2019. Dado que cualquier pérdida realizada luego de ese plazo tendrá efectos ya para el ejercicio 2020.
La ley de Ganancias determina las formalidades a cumplimentar en el caso de pérdida de la condición de Residencia Fiscal, conforme que el contribuyente esté físicamente presente o no en el país al tiempo de operada la citada pérdida de la Residencia Fiscal, a saber:
- Cuando la pérdida de la condición de residente fiscal se produzca antes de ausentarse la persona del país (supuesto exclusivo de obtención de Residencia Permanente en el Exterior): la acreditación se cursará ante la AFIP, con carácter previo a la salida del país.
- Cuando la pérdida de la condición de residente fiscal se produzca en el exterior (obtención de Residencia Permanente en el Exterior o de Permanencia por 12 meses en el Exterior): la acreditación se sustanciará ante el consulado argentino del país en que dichas personas se encuentren al tiempo de verificarse dicha pérdida, el cual deberá comunicarla a la AFIP.
Efectos de la pérdida de la condición de residente fiscal
El efecto sustantivo de la pérdida de la condición de Residencia Fiscal consiste en que el contribuyente deja de tributar sobre la totalidad de sus rentas (fuente argentina más fuente extranjera), pasando a tributar en forma limitada por sus rentas de fuente argentina.
La persona deberá comunicar la pérdida de la Residencia Fiscal a los agentes de retención (pagadores locales), con efectos desde el primer día del segundo mes siguiente a la adquisición de la Residencia Permanente en el Exterior o transcurso del plazo de 12 meses en el exterior de corresponder
Por otro lado, en forma automática a partir del momento en que la pérdida de la Residencia Fiscal causa efectos, la persona pasará a revestir la condición de beneficiario del exterior como modalidad de tributación sobre sus rentas de fuente argentina, lo cual supone que no deberá presentar declaraciones juradas anuales ni abonar anticipos. Por el contrario, el impuesto a las Ganancias se ingresa por vía de la retención en la fuente con carácter de pago único y definitivo que debe efectuar los pagadores locales de tales rentas.
A tales fines, la persona deberá comunicar la pérdida de la Residencia Fiscal a los agentes de retención (pagadores locales), con efectos desde el primer día del segundo mes siguiente a la adquisición de la Residencia Permanente en el Exterior o transcurso del plazo de 12 meses en el exterior de corresponder.
En el caso en que la referida comunicación fuera extemporánea, los agentes de retención deberán practicar las retenciones omitidas sobre los pagos subsiguientes, de ser ello factible, y hasta la concurrencia de los importes que debieron ser retenidos.
Supuestos de doble residencia fiscal y test de residencia
En efecto, si el residente es considerado como residente fiscal del otro Estado y habiendo obtenido la Residencia Permanente en el Exterior, continúe residiendo de hecho en el país; o bien siendo considerado como residente fiscal del otro Estado y verificado la Permanencia por 12 meses en el Exterior y reingrese al país con el propósito de permanecer en él, debe aplicarse el “test de residencia”.
El test de residencia consiste en una serie de parámetros secuenciales y subsidiarios que definen la residencia fiscal de la persona física, precisando si éste reviste la condición de residente fiscal argentino o no residente (validando en este caso la pérdida de la Residencia Fiscal).
Los parámetros que lo integran son los siguientes:
- Vivienda permanente: es el recinto apto para morada que, en forma continuada, se mantiene efectivamente utilizado o disponible para la finalidad principal de habitación, con prescindencia del título jurídico bajo el cual se lo afecte o se lo tenga a disposición (alquiler, propiedad, derecho de uso, usufructo, etc.).
- Centro de intereses vitales: es el lugar en el cual la persona de existencia visible mantiene sus relaciones personales (núcleo familiar primario) y económicas (fuente de ingresos) más estrechas, las que deben ser consideradas en forma conjunta. En caso de que dichas relaciones estuvieran en diferentes países, se otorgará preeminencia a las relaciones personales.
- Lugar de estadía habitual: es el lugar en que (de acuerdo a las salidas e ingresos que constan en el pasaporte) la persona estuvo de hecho más tiempo durante el período fiscal (año calendario).
El gobierno argentino corre de atrás en esta carrera en la que los hechos resultan más que elocuentes (impuestos mucho más bajos y simples), siendo que en frente se encuentra uno de los países más libres y en el cual los impuestos nunca han sido un problema
El test de residencia funciona de la siguiente manera: en caso de no definirse la residencia por el parámetro de la vivienda permanente (por el hecho de poseer viviendas permanentes en ambos países, por caso), se pasa al parámetro del centro de intereses vitales. En caso de no definirse la residencia por este parámetro (por ejemplo, por no verificarse un nexo fijo o dominante relativo al centro de intereses vitales con uno de los dos territorios) se pasará al tercer parámetro (estadía habitual). En caso que durante el año fiscal el residente hubiera estado de hecho la misma cantidad de días en ambos países, la residencia se define conforme al parámetro de la nacionalidad en virtud del cual si el residente posee nacionalidad argentina, es residente de derecho.
Si la persona se muda y su vivienda se encuentra en el exterior, no hay posibilidad de duda sobre la pérdida de residencia argentina.
El gobierno argentino corre de atrás en esta carrera en la que los hechos resultan más que elocuentes (impuestos mucho más bajos y simples), siendo que en frente se encuentra uno de los países más libres y en el cual los impuestos nunca han sido un problema.
El autor es CEO Sasovsky & Asociados
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