Natalia Bandiera tenía 42 años y vivía en Necochea, provincia de Buenos Aires. La semana pasada fue asesinada a quemarropa por su pareja, quien le disparó cuatro veces y luego se atrincheró en su casa. Una semana antes había denunciado que era víctima de violencia de género y reclamado ayuda. Pero no alcanzó.
Que las mujeres denuncien la situación de violencia en la que se encuentran es clave. Sin embargo, lamentablemente, los mecanismos para hacerlo siguen mostrando debilidades significativas para dar respuesta en forma integral, oportuna y efectiva.
Natalia es parte de una estadística brutal en la Argentina: cada 32 horas una mujer es víctima de un femicidio (OM, 2018). Antes de convertirse en víctimas de un femicidio, miles de mujeres en Argentina sufren el tormento de la violencia a diario. La Línea 144 (de atención a mujeres en situación de violencia) recibió el año pasado 169.014 llamadas: 8 de cada 10 reportan que la situación de maltrato se extiende por más de 1 año, 4 de ellas llevaban más de 5 años padeciendo violencia en silencio. Y el 80% de los agresores eran su pareja o ex pareja.
¿Qué encontramos en la base de estas dolorosas cifras? La desigualdad entre hombres y mujeres que genera discriminación, desprecio, prejuicio, falta de autonomía y oportunidades y un entorno permisivo para la violencia que sea moral o física hacia las mujeres. Si no logramos poner un freno a la violencia de género en los próximos cinco años se estima que al menos otras 1.390 mujeres serán asesinadas en Argentina por la una única razón de ser mujeres.
Frente a esta realidad en Argentina y en todos los países del mundo, lanzamos en marzo la Iniciativa Spotlight, una alianza global de la Unión Europea y las Naciones Unidas para eliminar la violencia contra mujeres y niñas, y cuyo objetivo en Latinoamérica es erradicar la manifestación más extrema de la misma: el femicidio.
La elección de los países para implementar esta Iniciativa se basa en el reconocimiento del compromiso de los Estados con la temática, traducido en su accionar a nivel nacional y en la ratificación de tratados internacionales de derechos humanos.
En Argentina se han dado importantes pasos para eliminar la violencia: los marcos normativos a nivel nacional siguen los estándares internacionales y se han sancionado innovadoras normas como la Ley Micaela o la Ley de Reparación Económica para niñas, niños y adolescentes, popularmente conocida como Ley Brisa. Se han creado servicios de atención a mujeres en situación de violencia y se promovieron acciones orientadas a la prevención. Asimismo, la sociedad civil argentina y su movimiento de mujeres son reconocidas internacionalmente por su compromiso e implicación en muchos de estos importantes logros.
Sin embargo, restan grandes desafíos para garantizar la correspondencia entre el derecho legislado y la política implementada. Persisten las barreras que mujeres y niñas enfrentan, en particular aquellas atravesadas por múltiples discriminaciones, para acceder a los servicios de atención, denunciar y acceder a la justicia.
En Argentina, Spotlight se implementa a nivel federal en alianza con el Estado nacional y con foco en las provincias de Buenos Aires, Salta y Jujuy. Juntos estamos trabajando en el fortalecimiento de la prevención a través de estrategias educativas, prácticas comunitarias y la construcción de redes y alianzas sociales. Juntos buscamos mejorar la calidad de los servicios brindados a las víctimas, y fortalecer las instituciones y la capacidad del Estado para el diseño e implementación de políticas públicas que den respuesta coordinada a la violencia. Spotlight también persigue el objetivo de mejorar la calidad de la información y datos disponibles para la toma de decisiones basada en evidencia. Por sobre todas las cosas, Spotlight invita a poner el foco en la transformación de pautas culturales, actitudes y comportamientos para lograr la igualdad entre mujeres y hombres.
El compromiso con la erradicación de la violencia de género debe ser sostenido en el tiempo, e interpelarnos a todos y todas: autoridades, sociedad civil, el empresariado, los sindicatos, medios de comunicación, y organismos internacionales. Sólo de este modo lograremos alcanzar los objetivos planteados en la Agenda 2030 para darnos un mundo más justo y sostenible.
Esta Iniciativa se llama Spotlight porque el tema debe estar en la luz pública. En el centro de todas las miradas. La campaña que lanzamos con Lali Espósito cumple precisamente ese propósito. #AmigaDateCuenta, es una muestra del esfuerzo orientado a desnaturalizar conductas como los celos, las humillaciones y el control en la etapa adolescente. Que las y los adolescentes reflexionen sobre estos temas, es clave para avanzar en la erradicación de la violencia y los estereotipos de género.
La Iniciativa Spotlight es y será un trabajo en equipo. Su éxito radicará en el compromiso de cada una de las partes involucradas, todas ellas comprometidas con poner fin a la violencia de género en Argentina. Desde la Unión Europea y las Naciones Unidas en Argentina los invitamos a sumarse a este enorme desafío. Sólo así evitaremos más muertes injustas e irreparables como la de Natalia.
En el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra Mujeres y Niñas, seamos parte de la solución. Podemos frenar la violencia contra las mujeres y las niñas. El momento es ahora.
Aude Maio Coliche es embajadora de la Unión Europea en Argentina
Roberto Valent es coordinador residente de las Naciones Unidas en Argentina