El mejor homenaje a Raúl Alfonsín

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Se cumplen 36 años de la recuperación de la herramienta fundamental de las instituciones que es el voto popular que nos permitió volver a la democracia.

Esas elecciones consagraron al doctor Alfonsín como presidente democrático electo por los ciudadanos después de más de siete años de dictadura militar.

Los argentinos nos merecemos un edificio del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos que simbolice los valores fundamentales que como sociedad compartimos.

La nueva sede del Ministerio estará en el edificio N° 11 del Espacio de la Memoria y los Derechos Humanos (ex ESMA), en un nuevo paso en la resignificación de un ámbito que fue el principal centro de detención y muerte de la dictadura.

El presidente Raúl Alfonsín fue el primero en hablarnos del imperativo ético de construir una democracia estable, solidaria, participativa, eficaz y en la diversidad.

Decidió asumir la presidencia el Día de la de los Derechos Humanos, y desde entonces en ese día los argentinos festejamos asunciones, democracias y recordamos nuestra historia.

A sólo cinco días de estar en el cargo, decretó la creación de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP) para investigar los crímenes de lesa humanidad perpetrados por el terrorismo de Estado.

A 25 años de la Reforma de la Constitución nacional es importante recordar que impulsó un mecanismo transparente basado en el mérito para la selección de los jueces. Y logro la incorporación de senadores por la minoría política.

El presidente Raúl Alfonsín vivió y murió fiel a sus ideas, a su partido la Unión Cívica Radical, y a la democracia argentina. Recordarlo cada día y darle su nombre a este edificio ubicado en el ámbito del Espacio de la Memoria es una forma de reparar la afrenta que aquí sufrió y el mejor homenaje que podemos hacerle.

Al imaginar el edificio entendimos que la búsqueda de la verdad y la respuesta a las víctimas eran para nosotros un compromiso esencial sobre el que debíamos hacer hincapié, por eso decidimos dedicar su auditorio al presidente de la CONADEP, Ernesto Sabato.

Ernesto Sabato fue físico, uno de los mejores escritores de la Argentina y también pintor. Pero el autor de Sobre héroes y tumbas y ganador del Premio Cervantes sobre cualquier otro mérito se convirtió en el símbolo de la CONADEP.

La Comisión recorrió el país buscado indagar sobre el destino de los desaparecidos, recibió miles de declaraciones y testimonios, verificó la existencia de cientos de lugares clandestinos de detención en todo el país, y preparó un informe de más de cincuenta mil páginas documentando sobre la peor tragedia de nuestra historia.

El salón de usos múltiples del nuevo edificio se llamará Carmen Argibay, ya que nadie encarna mejor la idea de Justicia que una mujer que con su ejemplo de vida la entendió como un valor y como un servicio.

La jueza Carmen Argibay, el 24 de marzo de 1976, siendo secretaria de la Cámara del Crimen, fue arrestada sin cargos y permaneció detenida hasta el mes de diciembre.

Argibay fue integrante de la Asociación Internacional de Derecho Penal, fundadora de la Asociación Internacional de Mujeres Jueces, y de la Asociación de Mujeres Jueces de la Argentina (AMJA).

Formó parte del Tribunal Internacional de Mujeres sobre Crímenes de Guerra para el Enjuiciamiento de la Esclavitud Sexual, que condenó al ejército japonés por crímenes cometidos durante la Segunda Guerra Mundial.

En junio de 2001 fue nombrada por la Asamblea General de las Naciones Unidas como jueza en el Tribunal Criminal Internacional que juzgó crímenes de guerra en la ex Yugoslavia.

Y en 2000 fue elegida la primera mujer en formar parte de la Corte Suprema de Justicia de la nación.

Democracia, Verdad y Justicia, tres valores que nos definen. Alfonsín, Sábato y Argibay, tres ejemplos a seguir.

El autor es ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Nación

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