Scholas, el Sínodo y la cultura del encuentro

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Tanto Scholas (el encuentro de los jóvenes de escuelas diversas para dialogar) como el Sínodo del Amazonas del que ya anticipamos de qué se trata (iniciado el 6 de octubre que durará hasta el 27 en Roma) son iniciativas del Santo Padre.

Scholas fue una idea que se hizo proyecto registrando unas primeras experiencias en Buenos Aires unos pocos años antes de la elección del Arzobispo de esta ciudad como Jefe de la Iglesia Católica. Aquella primera etapa de Scholas, de un reducido grupo de católicos integrado por docentes y vecinos porteños, se transformó por voluntad del Santo Padre en una organización de Derecho Pontificio que hoy está presente en 190 países de los cinco continentes y que a través de su red integra a más de medio millón de escuelas y redes educativas. Recordemos una vez más que su misión es lograr la integración de todos los alumnos del mundo a través de propuestas deportivas, artísticas y tecnológicas. ¿Cómo? encontrándose.

En el Sínodo del Amazonas participan los obispos de la Región panamazónica. En Laudato sí, se anticipaba la crítica situación de ese pulmón del planeta desde la perspectiva de una ecología integral. Hoy se pone el tema bajo la mirada de sus poblaciones y sus pastores locales de la Iglesia acompañados por el Papa. Participan también representantes de los pueblos indígenas y de los pueblos criollos. La temática -como lo anticipamos esta extensamente desarrollada en el documento Laboris de la Asamblea -en el que se viene trabajando desde hace un año con un objetivo central: el cuidado de la Casa Común. También cuenta con la participación de expertos en la temática de la región y del mundo.

Scholas y el sínodo son la cultura del encuentro

“La cultura del encuentro” es la idea revolucionaria más fantástica del último siglo. De ella Scholas y el Sínodo del Amazonas son dos muestras cabales.

Ambas se basan en un término: encuentro. La Doctrina Social de la Iglesia restauró la vigencia de los principales temas bíblicos que tienen que ver con la alteridad y la misericordia de Dios. El Papa Francisco nos enseña cómo encarnar esa misericordia divina en misericordia humana. Claro que hablar de “la misericordia” o decir que “las escuelas dialogan”, o que “hay que amarse” no son expresiones fáciles de entender. Bueno, nos dirá un cura viejo: la misericordia se encuentra presente en el mensaje de Jesús. Y nada más cierto. Pero una cosa es leer ese mensaje, experiencia siempre rica, y otra tener la experiencia excepcional de la misericordia que no me aparece tan sólo en textos magistrales sino en acciones efectivas. Y en esto radica -a mi entender -la diferencia. ¿Acaso es lo mismo leer la parábola del Buen Samaritano que ver o vivir la experiencia del herido, sufriente y del que viéndolo dice “por algo será” y mira para otro lado o ver aquel otro al que se le retuercen las tripas viendo al pobre desgraciado, deja sus cosas y se lo carga al hombro? ¿O de quien haya estado en la situación de aquel cuyo hijo se fue de la casa y se extravió y un día regresó y el padre conmovido se le echa al cuello, lo besa y le tiende la mejor mesa?

En ese orden se desarrollan los encuentros de adolescentes de distintas culturas, segmentos sociales, pobres y ricos, de barrios privilegiados y en extremo humildes, de niños blancos y guaraníes o israelíes y palestinos que realiza Scholas. Diálogo fraterno. Encuentros misericordiosos. Donde revive el amor. Y otro tanto ocurre en las asambleas sinodales. Especialmente cuando como hoy sin dejar de tener como principales protagonistas a los obispos, cuentan con una mayor participación del pueblo fiel de Dios.

¿Qué harán los de Scholas con los sinodales?

Se van a encontrar y van a conversar. No se podrán a jugar como lo hacen con los niños. Pero sí van a tratar temas no menos serios. Temas como la actualidad de la Amazonia, una mirada desde lo medioambiental, los temas sociales y de las comunidades heridos por los daños que dañan al planeta. Como ya lo afirmó Francisco en Laudato sí, siempre que el medio ambiente es afectado esto incide sobre las comunidades y cuando es herido el medio ambiente por la deforestación, las explotaciones mineras sin límites ni cuidados, los más perjudicados son las comunidades más pobres y dentro de estas comunidades más pobres los más pequeños.

Las exposiciones y el papel de los representantes de los pueblos, expertos de distintos países, docentes y estudiosos de las comunidades aborígenes podrá verse a través la web. La primera transmisión tendrá como temática las Comunidades Indígenas: la cultura del Buen Vivir, una conversación sobre qué significa el “Buen Vivir” para las poblaciones indígenas y como conviven con la gran diversidad de las comunidades y ciudades. Participarán la doctora María Pankararu, de Pernambuco, Brasil, perteneciente a la Aldea Brejo dos Padres Tacaratu, Celio Turino, historiador brasileño, secretario de Ciudadanía Cultural (2004-2010), y otros.

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