A menos de tres semanas de las elecciones, los actores principales desgranan alguna que otra propuesta. En el caso de Alberto Fernández, ayer avanzó sobre la constitución de la mesa contra el hambre. Días previos, en la reunión con la Unión Industrial Argentina, anticipó este accionar diciéndoles que su plan se centraliza en superar el hambre en Argentina, como así también la subalimentación en los chicos: “Sea electo o no, no bajaré los brazos en esto, creo que es una épica para unificar a los argentinos. Oficialismo y oposiciones debemos estar juntos en esto. Y les pido que se integren tanto a la Copal como a ustedes”. Otro título interesante que dejó Fernández es su plan -el cual pondría en práctica el mismo día de asumir-, de la construcción de mil viviendas. El casillero de ese ministerio lleva el nombre de la arquitecta María Eugenia Bielsa. Y ya de pie en el saludo final, les dijo a los hombres de la UIA: “El desastre ya está hecho, no nos detengamos en eso. Hablemos de futuro”. Seguramente el candidato sabe que, de ser electo presidente, no lo espera un Banco Central con un nivel de reservas aceptables y también sabe que, si emite, la hiperinflación está agazapada esperándolo. Contraer deuda no puede: ya estamos endeudados.
Hasta ahora se conocen algunas definiciones aisladas de lo que debiera ser un plan económico integral. No se habla de reforma laboral, sino de acuerdos laborales que se discutirían en paritarias. Con respecto a lo tributario, se especula con el aumento en Bienes Personales, que no fue bien recibido por los tributaristas. El Dr. César Litvin, como expresión de ellos, me dijo: “Bienes Personales abarca la totalidad de los bienes de una persona humana: inmuebles, créditos, disponibilidades, inversiones, activos financieros con excepción de los títulos públicos, saldos en caja de ahorro y vivienda familiar”. Para el Dr. Litvin, este tributo “recauda muy poco, por lo cual no es relevante cualquier aumento que se aplique, y genera un efecto emocional negativo en los contribuyentes”
Tal vez por la gravedad de la situación, consultados prominentes hombres del sector empresarial y de la CGT, prevalece en ellos una misma definición: “Debemos ser prudentes”.
Por su parte, el presidente Macri en sus recorridas por el interior del país en su condición de candidato sorprendió al asegurar que está en defensa de “las dos vidas”. Suena extraño su cambio de actitud dado que no sólo impulsó la ley del aborto, sino que también manifestó que en caso de ser aprobada no la vetaría. El PRO apuesta a una estricta fiscalización para el 27 a la hora de conservar al menos, y en lo posible agregar votos al resultado de las PASO. Por su parte, los socios radicales ya están hablando sobre dos bloques en ciernes en la UCR. Uno con eje Mendoza-CABA (Cornejo, Coti, Yacobitti , Lousteau), quienes aspiran a conducir el Comité Nacional y el interbloque parlamentario. Tienen sintonía con Rodríguez Larreta. Intentarán desplazar a Jesús Rodríguez de esa relación privilegiada. Del otro lado, Negri, Morales y Naidenoff aspiran a mantener los bloques que conducen y llevar a Morales al Comité Nacional. Estos sostienen cercanía con Macri y Peña. En líneas generales, en el partido de Alem hay gran malestar con el PRO y con los radicales acríticos, cuyo mayor exponente para ellos es el vice radical de Vidal.
La semana pasada el encuentro de Alberto Fernández con la CTA de Hugo Yasky, convalidando el pedido de retorno al seno de la CGT, produjo que horas antes el gastronómico Luis Barrionuevo reuniera en territorio del municipal Genta a un grupo importante de gremios. Si bien los concurrentes se cuidaron de no desairar a quien consideran próximo presidente de los argentinos, ninguno convalidó lo que entienden es una jugada del camionero Hugo Moyano para ganar congresales y volver a pisar fuerte en la CGT. Hay intereses divergentes. Alberto Fernández está en campaña y tomó nota de este pedido. El sector de la CTA que pide pista pretende conducir la central obrera y los actuales moradores no están dispuestos. Voceros de la CGT definieron este intento como inviable: “Fueron a la OIT presentando denuncias formales contra nuestro modelo sindical. ¿Ahora quieren venir?”. En el caso de los docentes, que son los que más congresales tienen; están desafiliados de la CGT por estar con la CTA. Y la CGT afilia gremios y no centrales. Como se observa, es un largo camino que seguramente terminará en una consabida frase “unidad en la acción”.
Por el lado de los empresarios de la UIA, sus máximos representantes coinciden en que ellos “tienen a sus trabajadores en el seno de la CGT”. No obstante, manifiestan atender el pedido del candidato Fernández de recibir a los dirigentes de la CTA. En realidad dicen: “A la CTA la encontramos en el Consejo del Salario, etc”.
A propósito de un posible entendimiento vía borrador sobre un futuro pacto social, el Dr. Funes de Rioja me decía: “Siempre hemos sido partidarios de los diálogos sociales, consejos económicos, políticas de Estado. Pensamos en que debiera darse en un marco de precios, tarifas, salarios, de un dólar con competitividad sistémica”.
Lo cierto es que ni CGT ni UIA pedirán a Fernández que hombres de sus instituciones vayan a los ministerios. En el caso de la UIA, están muy ansiosos por conocer el plan económico integral. Lo otro ya lo saben: las pymes están en un estado calamitoso y las grandes empresas están con su capacidad instalada ocupada sólo al 50%. ¿Qué perspectivas?, ¿qué camino?, ¿qué tasa de crédito para la producción? son parte de un puñado de preguntas que se hace este sector. Por su parte, los gremios creen, y sólo lo hablan con la almohada, que se viene igualmente un ajuste, por lo tanto no quieren a sus hombres dentro del futuro gobierno.