Para qué sirven las PASO

José Luis Espert siempre señala que la razón principal que lo motiva a participar en esta elección es la de contribuir a "detonar" un sistema que ya se ha hecho carne entre nosotros y que ha generado una "Argentina devorada", tal cual se titula uno de su libros.

A la lista de los componentes económicos que necesitan ser removidos y reemplazados, en estos pocos meses de trabajo electoral tuvimos que agregarle casi todas las prácticas y procedimientos políticos, entre ellos todo lo que tiene que ver con los partidos y la selección de nuestros gobernantes.

El sistema está plagado de trampas y obstáculos para que los ciudadanos comunes no puedan participar e involucrarse. Bajo motivaciones que supuestamente garantizarían lo contrario, se han ido armando estructuras y prácticas muy reñidas con la ética y muy alejadas de cualquier tipo de lógica y eficiencia.

Los argentinos aceptamos con total normalidad que si no se tiene un ejército de fiscales, generalmente pagos por procedimientos muy polémicos, se corre el riesgo que te roben los votos y se tuerza la voluntad popular. Lo mismo con la necesidad de tener que imprimir millones y millones de boletas, previendo esta circunstancia delictiva. Toneladas de papel tiradas a la basura.

Dentro del listado de instituciones y procedimientos casi ya sin sentido, encontramos a las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias o PASO, como normalmente se las conoce, inspiradas por el muy desconfiado ex presidente Kirchner con la única intención de evitar que los barones del peronismo le arrebataran el poder y puestas en marcha en forma apresurada después del susto casi terminal que el santacruceño se llevara de la mano del outsider De Narvaez en el 2009.

Desde entonces, se fue generalizando la idea de que prácticamente ya no sirven para el objetivo propuesto. Hay casi consenso de que se trataría de una muy cara encuesta de opinión, sin mayor impacto institucional. Eso sí: muy completa y exhaustiva.

Por eso es que les queremos dar un sentido a estas PASO. Desde su inicio, el gobierno de Macri viene desarrollando un camino, basado en un muy desafortunado gradualismo, combinado con mantener vivo el miedo al retorno del kirchnerismo. Este último fue el motor por el que se ganó en 2015 y 2017. Una estrategia funcional a -y retroalimentada por- CFK que, generó una peligrosa grieta con la que es muy difícil lidiar a la hora de gobernar.

Al decir de Dick Morris, esta elección sufre de una anomalía de origen: los dos supuestos candidatos principales cargan potentes mochilas de imagen negativa. Esto hace que la elección se base en la bronca o el miedo. No se construye un buen futuro cuando la población consagra gobiernos solo por oponerse a que otro gane. Se corre el riesgo que se produzca una profunda crisis de mandato.

El Frente Despertar les propone a los se quedan afuera, aquellos que no quieren ni a los que están ahora ni a los que estuvieron antes, la posibilidad de votar en positivo. Pero, además, las PASO pueden servir para mandarle un mensaje duro al presidente Macri sin por ello correr el riesgo de que vuelva el kirchnerismo. Es la tesis de Mario Teijeiro, quien sostiene que habría que votar libremente por Espert en las PASO de manera de forzar una especie de primaria entre el antikirchnerismo. Así se vería quién queda mejor parado para enfrentar al pasado: si el presente mediocre de Cambiemos o el futuro de Despertar. Si Espert resultara ser el más votado en Agosto se seguiría firme con él hasta octubre y eventualmente en la segunda vuelta de noviembre. Pero si Macri se impusiera en las PASO, esta tesis sugiere mantener el voto para octubre pero eligiendo los diputados y senadores de Despertar como forma de condicionar un eventual segundo mandato de Macri, obligándolo a que gobierne mejor y que avance en las reformas necesarias.

Para reforzar este argumento, bastaría solo ver el increíble corrimiento de la campaña oficial hacia posiciones más ortodoxas o de centro derecha, con un verdadero festival de anuncios electoralistas, incluyendo los acuerdos de libre comercio. Pareciera que la mera presencia de Espert en el horizonte electoral ya va dando sus frutos.

De todas formas, el respaldo masivo de los jóvenes va haciendo presagiar que podría haber una sorpresa y que las tesis del miedo no serían tan importantes como parecieran. Pero por el camino que fuere, por convicción o por una construcción un poco más especulativa, lo que resulta claro es que en las PASO de agosto todos aquellos que lo quieran debería votar en positivo, libres de miedos y de broncas. Después habrá tiempo para evaluar.

Precandidato a vicepresidente del Frente Despertar