La velocidad del cambio tecnológico, con ciclos de vida de productos, servicios y modelos de negocio cada vez más cortos, obliga a las empresas a correr la carrera de la innovación para sobrevivir y mantener su liderazgo. En este nuevo entorno una manera eficiente de hacer frente a este desafío es abrir las puertas de los departamentos de investigación y desarrollo de las grandes compañías e invitar a contribuir con su experiencia a superar los desafíos. La interconexión de las empresas multilatinas con el talento emprendedor iberoamericano ofrece un enorme potencial de innovación.
Las empresas de la mayoría de los países de la región nacen con un menor número de empleados que otros países con niveles de desarrollo similares, fenómeno que no llega a corregirse en su etapa de desarrollo y las políticas públicas suelen apoyar la etapa de creación e ideación y menos la de escalado y sostenibilidad. América Latina es una región con muchos emprendedores y poca innovación. El emprendimiento innovador requiere bastante más que tener cultura emprendedora y voluntad para emprender: necesita financiación, competencias específicas, acceso a mercados e internacionalización, contactos y regulación. Existe también una brecha de género a tener en cuenta, la región necesita más mujeres emprendedoras y empresarias, y para ello será clave alentar los modelos de rol positivos, aportar mentorías y seguimiento, y garantizar su representatividad en foros, cámaras y grupos de interés.
El fenómeno de la innovación abierta es una realidad en la mayoría de los países del espacio iberoamericano. Un reciente estudio identifica 155 casos de alianzas de grandes compañías con más de tres mil startups latinoamericanas para innovar de manera conjunta generando un doble beneficio para el entramado productivo: por un lado, la gran empresa se nutre de la dinámica emprendedora y la fluidez de innovación, por el otro, las startups y la joven empresa logran la posibilidad de adquirir escala y volumen de negocio, una de las grandes barreras para el ecosistema emprendedor iberoamericano.
España y Portugal cuentan con más de cien casos de innovación abierta. No es monopolio de las empresas tecnológicas ni de las multinacionales, es un fenómeno que se extiende a empresas nacionales de diferentes sectores productivos. La innovación abierta es una oportunidad para el espacio iberoamericano de ganar en productividad y acortar la brecha tecnológica y de innovación de sus empresas.
No existen modelos de alianzas únicos: algunos optan por el desarrollo de concursos de ideas, otros, por el diagnóstico e identificación de necesidades, la creación de la figura de aceleradoras de negocios corporativas, Venture Corporates, etcétera. Conocer la tipología de la innovación abierta en Iberoamérica es un buen aporte a tener en cuenta. Se trata de un fenómeno evolutivo y en constante cambio.
Los gobiernos iberoamericanos vienen llevando adelante numerosas iniciativas para fortalecer sus ecosistemas emprendedores, aportando asistencia técnica, formación, financiamiento y mejoras en los marcos normativos para impulsar empresas de alto rendimiento, capaces de generar empleos de calidad y poniendo en agenda de la política pública los programas de apoyo a emprendedores.
Las leyes pro emprendimiento de numerosos países del espacio iberoamericano, por un lado, buscan simplificar la interacción del emprendedor con el Estado y la administración pública, impulsando burocracias más dinámicas y más sencillas. Por el otro, muchas de las leyes de emprendedores buscan desarrollar la industria del capital emprendedor de sus países haciendo un esfuerzo económico importante y proponiendo, en muchos casos, instrumentos de coinversión público-privados bajo la figura de "fondo de fondos" y aceleradoras, concursando la creación de estos vehículos y dejando en manos de estos inversores la selección de proyectos. El Estado coinvierte junto con privados la misma cantidad de dinero, buscando generar innovación desde la consolidación de startups, procurando atraer inversores locales e internacionales, y brindando diversas facilidades impositivas para ayudar a canalizar el talento.
La Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), en alianza con gobiernos y organizaciones, desarrolla acciones para acompañar a los emprendedores y a las pymes iberoamericanas a la cultura innovadora del siglo XXI, potenciando su productividad y competitividad desde la transformación digital y el comercio intrarregional, ayudando a canalizar el talento de los emprendedores iberoamericanos en más y mejores empresas.
En la última declaración de jefes de Estado en Antigua, Guatemala, del 2018 se habla de "Impulsar en conjunto con las autoridades responsables de las políticas para las micro, pequeñas y medianas empresas (mipyme) del espacio iberoamericano: a) la innovación, la transformación de la capacidad productiva y digital de las pymes; b) la creación de nuevos marcos normativos para la simplificación, la inclusión financiera y la asociatividad; c) el fomento a la creación de empresas de triple impacto (social, ambiental y económico); d) la formación y la asistencia técnica; y e) la internacionalización e inserción de las pymes a través de cadenas regionales de valor; f) el fomento de la empresarialidad femenina, con acceso a recursos productivos y financieros".
Las recomendaciones del Encuentro Iberoamericano Empresarial hablan de "interconectar los ecosistemas emprendedores del espacio iberoamericano, alentando la movilidad emprendedora y desarrollando una red de incubadoras, aceleradoras y medios de innovación". En el marco de estos postulados, la SEGIB se propone trabajar de manera conjunta con organizaciones empresariales, especialmente las integradas en el consejo iberoamericano, CEIB, y los gobiernos nacionales para alentar la vinculación entre los emprendedores y las mipymes con las grandes compañías multilatinas, como oportunidad para integrar sus cadenas de proveedores, acceder a inversión y desarrollar redes de cooperación y de innovación.
El autor es responsable de Pymes y Emprendedores de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB).