Los médicos frente al aborto

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El médico Leandro Rodríguez Lastra
El médico Leandro Rodríguez Lastra

En una acción sin precedentes, el 12 de julio de 2018, en plena discusión legislativa, el Foro Nacional de Instituciones Médicas presentó al Senado de la Nación una "Declaración sobre el aborto y consideraciones sobre el proyecto de ley en tratamiento en el Senado de la Nación", para referirse a la problemática médica en relación con el aborto. En el sitio web de la Confederación Médica de la República Argentina se puede acceder al texto completo.

Recientemente el Ministerio de Salud de la Nación publicó las cifras de mortalidad materna del año 2017: durante dicho período fallecieron en el país un total de 19 embarazadas por aborto. Aún no han sido desglosadas las causas de estos 19 fallecimientos, pero el número claramente demuestra que la discusión sobre la despenalización o legalización del aborto no deriva de un problema de salud pública.

Un punto fundamental que planteó el Foro Nacional de Instituciones Médicas fue expresar la necesidad de respetar la libertad de conciencia de los médicos, quienes actuamos según nuestros conocimientos, creencias y experiencia y respondemos ante la sociedad con nuestra matrícula, por lo que ninguna ley ni juez puede ni debe obligar a un profesional a tomar una decisión médica en contra de su convicción bajo amenaza. Sería entonces muy importante, antes de retomar la discusión a nivel legislativo, profundizar el conocimiento sobre el accionar médico para este tipo de situaciones, incluyendo a los profesionales especialistas en ginecología y obstetricia en la discusión.

En Alemania, país que frecuentemente citamos como ejemplo, el aborto no está legalizado sino despenalizado en determinadas condiciones, las cuales se indican claramente en el Código Penal, estableciéndose al Estado como garante de los derechos del niño por nacer en cualquier semana de la gestación. Como corolario de ello, toda embarazada que solicita un aborto debe asistir previamente a una consejería obligatoria de personal autorizado, el cual invoca los derechos del niño e intenta disuadirla de realizar un aborto mediante argumentos éticos y soluciones prácticas (de hecho, el término "Schwangerschaftsabbruch" se traduce como 'demolición/terminación del embarazo' y no 'interrupción'). En dicho país los médicos no son obligados a realizar abortos. Cuando existe una causa médica que justifica su realización (justificación que resulta necesaria para realizar un aborto a partir de la semana 12), la decisión de realizar el aborto es tomada por un cuerpo colegiado de tres especialistas, y si se autoriza el aborto, este debe ser realizado por otro profesional.

Según lo informado por los medios (de ser real), en los recientes casos de niñas abusadas de entre 10 y 12 años, de las provincias de Salta, Tucumán y Jujuy, hemos llegado al absurdo de que un juez "ordene" o "impida" a un médico realizar un aborto y el médico renuncie a su cargo por "no haber sido escuchado", lo cual es claramente una inversión de roles inaceptable en una sociedad democrática. Todo acto médico requiere un vínculo entre el médico y su paciente. Dicho vínculo se construye escuchando, evaluando y consensuando posibilidades entre el médico actuante y la paciente y su entorno. La decisión de realizar o no un aborto debe ser, dentro de la ley, una decisión médica y, en caso de duda, consensuada con pares. Convertir a los médicos ginecólogos en instrumentos ejecutores de decisiones legislativas y judiciales es un lamentable retroceso en el ejercicio de la medicina.

La autora es médica ginecóloga. Ex jefa de Ginecología, Hospital Eva Perón, San Martín, provincia de Buenos Aires.

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