Hay un grupo de activistas K que viene difundiendo fake news (noticias falsas) de alto impacto y con relativo éxito. Durante varias horas instalaron el hashgtag #ArgentinaExplota y, en el marco de esa etiqueta, la idea de que el Banco Central estaba a punto de implantar un nuevo corralito. Es decir: un supuesto impedimento para que los ahorristas puedan retirar sus depósitos en pesos, dólares, plazos fijos y cualquier otro instrumento financiero.
Casi al mismo tiempo, otro grupo K impuso una nueva tendencia, con la etiqueta #SacaladelBanco. Pocos días atrás, hicieron más o menos lo mismo con el origen del problema de abastecimiento de la leche, un alimento tan necesario como sensible.
El problema de las noticias falsas no es el peligro de que la reproduzca cualquier medio tradicional y más o menos creíble. En el caso de que pueda suceder, y eso ha pasado varias veces, de inmediato las cosas vuelven a su verdadero lugar. El problema es que en el marco de esta crisis económica, alta inflación, publicación de los nuevos índices de pobreza, la incertidumbre sobre el resultado de la elección presidencial de octubre, pueden generar un enrarecimiento del clima político que podría dañar la gobernabilidad.
Hace unos días, el politólogo Luis Tonelli explicó que la maniobra no era nueva, solo que ahora contaba con herramientas más modernas y sofisticadas. Tonelli habló de una tormenta perfecta que podría generar, si se potencia, un efecto más nocivo todavía: el de vacío de poder.
El experto recordó que no era casualidad que siempre detrás de este tipo de maniobras estuviera el peronismo formalmente dividido. Y mencionó a la salida anticipada de Fernando De la Rúa como un antecedente que el gobierno de Mauricio Macri no debería subestimar.
La ventaja que tiene el oficialismo es que los seguidores de la ex Presidente parecen tan desesperados que terminan mostrando los hilos de las marionetas que pretenden manipular. Un ejemplo claro de esto último es el panelista Diego Brancatelli pidiendo elecciones anticipadas, como si tuviera la autoridad política mínima para ser escuchado con seriedad. Como si tuviera la atención y el respeto como para ser tomado en serio.
* Editorial leído por el periodista Luis Majul en el programa La Tarde en CNN Radio