¡El engaño al poder! Por qué es un gran momento para la gente a la que le gusta mentir

El fenómeno ‘Prankster’. Desde Vicente Saadi, que imitó la voz de Perón para conseguir un cargo en 1947, a los bromistas rusos que le hicieron creer a Elton John que hablaba con Putin; y a Elliott Abrams, asesor de Trump, que el ‘presidente suizo’ quería darle información confidencial

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Vicente Saadi, ¿senador por accidente?
Vicente Saadi, ¿senador por accidente?

‒Hola gobernador, ¿cómo le va? Le habla Perón. Quería saber que está pasando con la elección del senador nacional por Catamarca, ¿Lo tienen resulto ya?

Pacífico Rodríguez comenzó a transpirar. Hacía pocos días que había asumido y lo último que esperaba en la vida era un llamado de Perón, y menos para meterse en un tema interno de la provincia.

‒Pero cómo no. Es un honor que me llame, general. Todavía no tenemos un candidato pero todavía hay tiempo. Lo vamos a resolver de inmediato y se lo informamos.

‒El tema no es el tiempo, Rodríguez. El tema es el candidato. Ustedes tienen ahí a Vicente Saadi, un joven lleno de condiciones que están a punto de desaprovechar. Hay que darle paso a la nueva generación. Me parece la persona ideal para pelear en el Senado por los derechos de una provincia tan llena de necesidades.

‒De acuerdo con usted, general. No es que nosotros no hayamos notado el talento de Saadi, pero nos pareció, ¿cómo le podría decir? Que tal vez por su inexperiencia, esteeeee… que usted mismo lo rechazaría.

‒Mire, si nos ponemos tan minuciosos, ni a usted, ni a mí mismo, nos sobran antecedentes políticos. Bueh, es solo una simple opinión que quería transmitirle. ¡Que tenga usted muy buenas tardes!

Pese a la oposición del peronismo catamarqueño, Rodríguez logró la nominación del favorito del general ese mismo día. Al fin y al cabo, era una orden de Perón. El joven Vicente Leónidas Saadi, de 34 años, fue elegido, y asumió el 4 de junio de 1947.

Semanas más tarde, ya con Saadi sentado en su banca, Pacífico Rodríguez se encontró con Perón en Buenos Aires y le preguntó si estaba conforme con la rápida elección de su muchacho. Perón lo miró extrañado, sin entender.

‒Mire Rodríguez, yo nunca lo llamé por teléfono para pedirle nada.

Los dos comprendieron la maniobra de inmediato. Perón estaba furioso y Rodríguez tragaba saliva, avergonzado. Saadi había jurado y ninguna corrección era posible. A partir de ese momento, la relación de "el piola ese de Saadi" con Perón, fue tortuosa. Cuando llegó a gobernador en 1949, le intervino la provincia y fue juzgado porque "…reina en Catamarca un crudo nepotismo y se vive un clima de persecución y negación de los derechos fundamentales". Solo después de su muerte Saadi alcanzaría relieve a nivel nacional.

¿Qué había pasado? Cuenta la leyenda que su secretario privado, un hombre hábil en la imitación de voces, fue el autor del llamado. Otros creen que fue el mismo don Vicente, que también sabía "hacer de Perón" a la perfección.

Sin saberlo, Saadi se convertiría en el antecedente prehistórico de los actuales pranksters (en castellano, bromistas), gente capaz de exponer y ridiculizar en público a los más importantes políticos del planeta.

Los superstars mundiales de la especialidad, hoy, son los dos comediantes rusos Vladimir Krasnov y Aleksey Stolyarov, que como el dúo Vovan & Lexus, hace diez días provocaron una impensada minicrisis diplomática con Estados Unidos al hacerse pasar por el presidente suizo y revelarle "información secreta" al asesor estrella de Trump, Elliott Abrams.

Tangalanga, el prankster argentino original
Tangalanga, el prankster argentino original

Pero por ahora, sigamos con la Argentina. Las bromas de las viejas épocas sin celulares ni identificadores de llamadas, no pasaban de los chistes por teléfono a desconocidos. El que llevó esta estudiantina adolescente a nivel masivo fue Julio Victorio de Rissio, alias "el doctor Tangalanga", que durante los años '80 repartió entre sus amigos cientos de casetes caseros de sus disparatados diálogos telefónicos.

Esos casetes eran, regrabados y prestados, hasta que esa publicidad boca a boca lo convirtió, según su propia definición, en "el más famoso de los desconocidos y el más desconocido de los famosos". Su material prankster fue editado desde 1989 hasta 2011, dos años antes de su muerte.

Una fugaz revista, ya desaparecida, se animó en 1983 a desafiar el poder burocrático nativo y logró que uno de sus cronistas, con solo exhibir un carnet de jubilado con gesto seguro y cara de piedra, sorteara varios controles en Cancillería hasta llegar, casi, al despacho principal. También engañó a la prensa nacional en Mar del Plata, instalando a un grupo de falsos árabes que habían llegado al país "para comprar a Susana Giménez". No hubo mucho más. Aquel país, como éste, no daba para mucha broma.

España, un país bastante más respetuoso que la Argentina a la autoridad y las normas ha sido, sin embargo, una usina inagotable de pranksters que engañan constantemente a celebridades y poderosos.

Una de las clásicas bromas del equipo de la COPE ‒cadena radial que en un 50% pertenece a la Conferencia Episcopal Española y que ya venía enloquecido al ambiente del fútbol‒, casi provoca un conflicto diplomático con Bolivia, en diciembre de 2005. Un imitador se hizo pasar por José Luis Rodríguez Zapatero, llamó a Evo Morales para felicitarlo por su triunfo electoral, y le dijo, sin anestesia:

‒Presidente, ¡lo invito a unirse de una manera triunfal al nuevo orden que queremos establecer en España y Latinoamérica, en eje con los hermanos cubanos y el hermano Chávez…!

Evo hizo mención pública a la llamada de Rodríguez Zapatero y La Moncloa debió desmentirlo. Tensión. El canciller boliviano Armando Loaiza fue al hueso: "Esta es una ofensa que puede perturbar las relaciones bilaterales".

Enseguida Loaiza recibió de Francisco Montalbán, el embajador español en La Paz, las disculpas oficiales de su gobierno. Un comunicado de la cancillería agregó: "El ministro de Asuntos Exteriores relaciones instó al señor nuncio Manuel Monteiro para que se tomen las medidas que eviten esta clase de episodios deplorables".

Al día siguiente, se produjo la llamada entre ambos presidentes. Evo, con humor, le contó a la prensa:

‒Acabo de hablar con Rodríguez Zapatero. ¡El de verdad…!

Si alguien pensó que semejante incidente diplomático desalentaría a los pranksters, se equivocó feo. Continuaron con más fuerza.

El emérito Rey Juan Carlos, víctima de una broma
El emérito Rey Juan Carlos, víctima de una broma

El 5 de enero de 2011, Ricard Ustrell, de la radio pública catalana, llamó al entonces Rey Juan Carlos para felicitarlo por su cumpleaños 73, haciéndose pasar por Artur Mas, presidente de la Generalitat. Tras conocerse el engaño, Zarzuela puso el grito en el cielo. Inmediato pedido de disculpas, grabación quitada de YouTube.

¿Pararon? No.

La COPE volvió al juego grande el 3 enero de 2016, cuando el actor Dani Martínez llamó al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, haciéndose pasar por el director de Relaciones Institucionales del Real Madrid, Emilio Butragueño, gloria del club. El tema: la situación de James Rodríguez, perseguido por un móvil policial y multado por exceso de velocidad y resistencia a la autoridad, con retiro del registro.

‒Hola, soy Emilio. ¿Qué tal todo? No te quiero quitarte tiempo, solo tranquilizarte con el tema James. Lo llevaremos con discreción. Está resuelto. El chico está bien, feliz, le ha pedido muchas cosas a los Reyes.

‒Ah, perfecto. Me tranquilizo, entonces. Cualquier cosa que necesiten de mi parte, encantado.

‒Enhorabuena. Te mandaré un palco para el Bernabéu. ¡Qué te traigan mucho café los reyes!

‒Gracias. ¡Éxitos con el Madrid!

El mismísimo Barack Obama invirtió los roles y se convirtió en prankster, cuando llamó al programa radial del gobernador de Virginia, Tim Kaine, haciéndose pasar por "Barry, de Washington" para quejarse "por los terribles embotellamientos al norte de Virginia". Como eran muy amigos, todo terminó entre risas. Siempre es preferible que un presidente mienta en una broma inocente, y no en cadena nacional.

El español Mariano Rajoy ha sido otra víctima propicia. Un programa catalán, 'El matí y la mare que el va a parir', lo llamó en enero de 2016, en pleno conflicto, haciéndose pasar por Carles Puigdemont, presidente de la Generalitat de Catalunya.

‒President, buenos días, ¿cómo va la vida?

‒Encantado de hablar con usted, Mariano.

‒Nos conocimos inaugurando el AVE, en Girona, cuando usted, Carles, era alcalde.

‒Ya tocaba hablar un poco.

‒Pues sí…

‒Tendríamos que buscar un día para vernos. Ya sabemos qué nos vamos a decir, pero da igual.

‒Mire, como esta semana está el Rey en las consultas, lo puedo llamar el lunes para fijar fecha. Tengo la agenda muy libre.

En ese momento los imitadores, abrumados, confesaron la verdad. "No pensábamos que nos iba a atender, estamos tan sorprendidos como usted", se disculparon. Rajoy, indignado, balbuceó: "Esto no es serio, ustedes hagan lo que quieran, pero esto no es serio". No, no lo era.

Vladimir Putin y Elton John, unidos por una broma telefónica
Vladimir Putin y Elton John, unidos por una broma telefónica

El que sí pensó que iba en serio fue Elton John, cuando en 2015 los rusos Vovan y Lexus le hicieron creer que lo llamaba Putin, para discutir sobre la situación de los homosexuales en Rusia. Elton John, conmovido, lo contó todo en su Instagram. Oh, no. Después del escándalo, Putin sí lo llamaría.

En julio de 2017, la víctima fue Rick Perry, secretario de Energía de Estados Unidos, que creía hablar con Volodymyr Groysman, el primer ministro ucraniano. "Aquí creemos que el biocombustible elaborado con heces de cerdo mezcladas con alcohol sería viable", llegaron a decirle. Perry, diplomático, respondió: "Espero visitar al presidente para tener información más detallada…".

En diciembre, fue el turno de Nikki Haley, embajadora norteamericana en las Naciones Unidas, que recibió una falsa llamada del primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, con quién habló de la injerencia rusa en la inexistente isla de Binomo, en el mar de China Meridional. Ay.

Dos semanas atrás, el dúo le apuntó al ex asesor de Reagan y Bush, y actual de Donald Trump en Relaciones Exteriores, el duro halcón republicano Elliott Abrams, que atendió la llamada del "presidente suizo", Ueli Maurer. Otra farsa.

Elliott Abrams, también víctima de un prankster (Foto: AFP)
Elliott Abrams, también víctima de un prankster (Foto: AFP)

Abrams se sorprendió con una revelación inesperada: "Funcionarios cercanos a Maduro guardan millones de dólares en el banco Limpopo". Entusiasmado, Abrams no reparó en el extraño nombre del banco. "Creo que deberían congelar esos activos, para asegurarse que permanezcan allí. Es una información muy útil para nosotros".

Minutos más tarde, relajado, reflexionó sobre supuestas cuestiones de estrategia.

‒Sería un error táctico darles la seguridad que las tropas no entrarán. Pero nuestro objetivo es otro. Presión financiera, presión económica, presión diplomática…

Cortaron. Los pranksters rusos celebraban el engaño, cuando recibieron un llamado sorpresa. Era Carlos Vecchio, representante de negocios en los Estados Unidos del presidente encargado Guaidó, que le solicitaba al "presidente suizo" alguna pista sobre fondos que Maduro podría tener allí. Los rusos improvisaron:

"Invirtió en el fondo Nurlan Baidilda Ltd. Pero para desbloquear eso sería conveniente que usted lo difunda. Un escándalo internacional ayudaría". Vecchio lo publicó en su Twitter. Suficiente. "Maduro podría tener millones en el fondo Bailida, dice la oposición", tituló la plataforma económica Bloomberg.

Minutos después, mientras contaban el engaño en Sputnik la plataforma de noticias rusa, Bloomberg se rectificaba. "Vecchio no puede confirmar que su información sea correcta", se cubrieron. El aludido fue breve: "Quizás el dinero no esté ahí. Igual, seguiremos investigando".

Vovan y Lexus, bromistas rusos profesionales
Vovan y Lexus, bromistas rusos profesionales

En el "prontuario" del dúo aparecen nombres como el del presidente turco Erdoğan, del líder bielorruso Lukashenko o del ucraniano Poroshenko. La facilidad con la que contactan a semejantes personajes hace que muchos sospechen que reciben, como mínimo, apoyo de los Servicios de Seguridad rusos. Ellos lo niegan. "Para nada. Podemos buscan en vano al líder de una isla, y encontrar en el día a un pescado grande. ¿Bromas a Putin? Eso no. No haríamos nada que perjudique a Rusia", confesaron.

El curioso fenómeno prankster, lejos de agotarse, parece crecer con mayor fuerza, sin escrúpulos, y sin límites.

¿Son tan diferentes a aquellas estúpidas bromas telefónicas o de cámaras ocultas?

En realidad, sí lo son. Porque el objetivo de estos personajes no es solo la risa por la risa misma, sino apuntar a la gente que maneja poder.

¿Para qué?

Para burlarse de ellos, sin duda, o demostrar que son solo seres humanos. Demasiado humanos", diría Nietzsche.

¿Por qué la gente se identifica con la mentira de los bromistas en lugar de solidarizarse con sus víctimas?

Tal vez para que el letal poder de la mentira, repetida con tanta impunidad desde el poder, se reparta un poco mejor en un planeta cada vez más injusto.
Y eso sí que no es mentira.

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