Cada 8 de marzo se conmemora en todo el mundo la lucha de las mujeres por la igualdad, el reconocimiento y el ejercicio efectivo de sus derechos. Sin embargo, cuando de derechos se habla, muchas veces se pasa por alto el derecho primordial de todo ser humano, tanto de mujeres como de hombres, que es el derecho a nacer, el derecho a la vida.
Desde hace años defiendo a las mujeres porque considero que hay discriminación por temas culturales, desigualdad laboral en muchos casos, y creo que nos merecemos las mismas oportunidades y la eliminación de todo tipo de violencia. Sin embargo, hoy se está presionando para poder quitarle todo tipo de derechos a aquella que se encuentra en el vientre materno.
Empoderar a la mujer no es ofrecerles librarse de un embarazo no deseado. ¿Desde cuándo matar a los seres humanos más vulnerables se convirtió en la mejor opción? Nadie debiera poder decidir sobre la muerte de otro ser humano. No podemos permitir que el Estado lo decida. Mucho menos que lo decida según "lo que pide el público". O que escriba leyes y diseñe políticas para aplacar la furia de quienes gritan más fuerte desde la caprichosa comodidad de sus smartphones o sus escritorios costeados por multinacionales. Es un ruido que no hace más que tapar las voces débiles de quienes sufren los problemas más profundos y urgentes. Y que ya se está cobrando vidas inocentes.
En este sentido, quiero celebrar el lanzamiento de una línea gratuita para la atención de mujeres con embarazos inesperados. Es una de las propuestas fruto del debate del año pasado para prevenir el aborto. Cuando una mujer embarazada necesita ayuda, a partir del 1º de abril, puede comunicarse al 0800-333-1148 y recibirá orientación para contactarse con más de un centenar de instituciones que integran la "Red Nacional de Acompañamiento a la Mujer con Embarazo Vulnerable" donde se le ofrecerá ayuda integral médica, social y psicológica.
Cabe señalar que el 0800 fue impulsado mediante un convenio rubricado por la fundación Vida en Familia de Río Negro, en representación de la Red Nacional de Acompañamiento a la Mujer con Embarazo Vulnerable, con la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia del Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación. Y presentado este miércoles en el Congreso Nacional por la diputada Carmen Polledo; la pastora evangélica y responsable junto a su esposo de la ONG mencionada, Evelyn Rodríguez; el vicepresidente de ACIERA, Christian Hooft; el director de Juventud con una Misión (JUCUM) y pastor evangélico, Alejandro Rodríguez y su esposa Martha Rodríguez, junto a cientos de dirigentes y legisladores provida.
Se trata de una iniciativa respaldada por la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (ACIERA), Unidad ProVida, Más Vida, Frente Joven, el Frente Federal Vida y Familia, junto a otras organizaciones de la sociedad civil, profesionales de la salud y abogados. Cuenta también con proyectos de declaración de interés impulsados por el diputado David Schlereth y la senadora Miriam Boyadjian.
Pese a esto, el 0800 fue incomprensiblemente atacado por Romina Del Plá, diputada nacional del Partido Obrero quien descalificó a ACIERA, la alianza que representa a 15.000 iglesias evangélicas del país, como "enemiga activa de los derechos de las mujeres". Por mi parte, soy mujer y soy evangélica, junto a más de 4 millones de argentinos, y es muy triste que una diputada nacional hable así de nuestra comunidad. Hace años que estamos presentes en todo el país, en los barrios más humildes, ayudando a los que más lo necesitan. Estamos ahí con las mujeres víctimas del abuso, de la violencia, de la pobreza, de la desigualdad. Es inaceptable que nos llame "antiderechos" a quienes siempre estamos defendiendo los derechos reales de todas las mujeres, en la calle, en el barrio, ahí donde las mujeres más nos necesitan.
La diputada Del Plá pone en evidencia quiénes somos los que estamos junto a la mujer defendiendo sus derechos reales y quiénes, como ella, se arrogan la exclusividad de los derechos de las mujeres con paros y relatos vacíos. Es la misma contradicción en la que cayó cuando fue la única que no apoyó la ley contra la pornografía infantil. Vive en el mundo del revés. Confío en que la mayoría de los argentinos comparte la bondad y la necesidad de la Red de Contención para ayudar a las embarazadas. Es una gran iniciativa y un modelo para promover los derechos de las mujeres.
Cuando hablamos de derechos, no hay punto intermedio: construimos una sociedad para algunos privilegiados o fundamos con esperanza una Argentina solidaria con derechos humanos para todos.
La autora es consejera permanente de la misión argentina ante la OEA. Fue diputada nacional.