Argentina y el mundo en Davos

(Maximiliano Luna)

Dos son los acontecimientos sociales que siguen en el mundo los empresarios más destacados, los banqueros y los más altos funcionarios de gobierno. Uno es el del Fondo Monetario, en los meses de septiembre o octubre, un organismo que aprovecha a rendir cuentas de cómo observa la marcha del mundo ( dando prioridad a los que se sientan en la Mesa Ejecutiva de la entidad que son las naciones más ricas del planeta).

Otra es Davos, un emprendimiento privado en la localidad suiza del mismo nombre, en alta montaña, creación de su actual presidente ejecutivo, Klaus Schwab, un encuentro donde suelen sentarse o exponer los principales empresarios del mundo y los especialistas más afamados para hablar del presente y del futuro. Se lleva a cabo en algún momento del mes de enero de cada año. Corre el champán y participan panelistas de renombre.

En este 2019 se ha invitado a seis líderes muy jóvenes que están ocupando puestos de copresidentes junto al responsable de Microsoft, Satya Nadella para que participen con mucha intensidad en exposiciones y debates.

Jair Bolsonaro en Davos (AP)

El personaje sobresaliente en Davos es el presidente de Brasil Jair Bolsonaro. No importa que este ex-capitán del ejército y gris parlamentario que defiende a las Dictaduras Militares llegue para vender su programa de gobierno. Sin duda, lo que interesa al público es la forma y el ritmo con el que Bolsonaro prometió desmantelar al Estado, privatizándolo. Una oportunidad de negocios semejante a la que ofreció el ex-presidente Carlos Ménem en la década del
90 en la Argentina.

Sin duda, los presentes presentan sus perspectivas para el año que se inicia y además giran en un tema que ya empieza a preocupar intensamente: la tecnología y el mundo del futuro más su relación con el empleo, las finanzas y los negocios.

Davos, con 3.000 participantes, abrió sus puertas el martes 22 y no asistirán "nombres cumbres", como el caso del presidente norteamericano Donald Trump, envuelto en el "shotdown" o cierre del gobierno en la pulseada con los legisladores demócratas que no le quieren aprobar los 5.000 millones de dólares que reclama para levantar el prometido Muro en la frontera con México. Más de 800.000 personas han dejado de trabajar por decisión de la casa Blanca.

Nadie cobra, ni empleados ni proveedores. Nadie limpia si no fuera por los voluntarios dispuestos a cuidar el orden civilizado en los parques. Nadie puede ver una obra de arte porque los Museos están cerrados, junto con todas las oficinas del gobierno. Aquí en Buenos Aires se sienten los efectos del "shotdown" en la embajada de Estados Unidos que se mantiene paralizada.

Muy pocos presidentes se han aferrado al "shotdown" en el pasado, pero esta vez es prolongadísimo por el empecinamiento del Jefe de Estado, que no está reconociendo el padecimiento que provoca su decisión. Sin embargo 800 ejecutivos de empresas norteamericanas darán el presente en Davos.

Tampoco irá la premier británica Theresa May, envuelta en el escándalo del Brexit, no aceptado en el Parlamento. En un artículo Paul Krugman , Premio Nóbel de Economía, ha señalado que se trata de un conflicto "agravado por la soberbia y la falta de racionalidad". El Brexit aparece como otro foco de nacionalismo a ultranza en un tiempo en el que los ultranacionalismo ganan posiciones apelando también al desprestigio de las instituciones y la democracia.

Otro de los que faltará a la cita es Emmanuel Macron, vigesimoquinto Presidente de la República Francesa, acosado por la violencia anárquica de los "chalecos amarillos" y movilizado en la búsqueda de consensos y en encontrar temas de entendimiento.

También dijo " no puedo ir " Xi Ping el máximo líder de China que está encerrada en sí misma, en estos últimos meses, por una baja notable en la producción y consecuencia, se dice, de la guerra comercial con los Estados Unidos.

En cambio participan, entre los "grandes" Angela Merkel, abnegada luchadora alemana por el europeísmo y el japonés Shinzo Abe, quien se autodefine como " abanderado del libre comercio en el mundo".

Christine Lagarde en Davos

Klaus Schwab, creador de estos eventos, señaló el primer día que "el mundo está experimentando una agitación económica y política que no cesará en el corto plazo. Hay una economía que tiene caracteristicas propias y una nueva forma de globalización." Ya tiene nombre : "Globalización 4.0". El título se refiere a cómo el planeta va a afrontar nuevos modelos económicos. No escaparán otros temas que están sofocando a los dirigentes. Primero : los gobiernos tienen la peor reputación desde hace 50 años.Segundo_ Crítica a las redes sociales porque "son máquinas de producción de información no reposada y, en muchas ocasiones, falsa y malintencionada" . El daño es irreparable en situaciones electorales y con graves consecuencias .

Schwab, de la misma manera que Christine Lagarde, titular del Fondo Monetario adviertieron que el 2019 está mostrando, a nivel planetario, una acumulación de deuda sin precedentes. Se estima que llega a los 164 billones de euros, igual a un 225 por ciento del Producto Bruto Mundial y un 12 por ciento más del alcanzado hace diez años.

Un tema que han traído otras naciones es la problemática ecológica, que no es desconocido para los habitués de Davos porque fue sondeado en años anteriores. Es el caso de países del Pacífico, como Nueva Zelanda.

Argentina estuvo representada por el Ministro de Hacienda Nicolás Dujovne y el presidente del Banco Central Guido Sandleris que tendrán reuniones con banqueros, eventuales inversores y funcionarios de organismos financieros y de otros países. Junto con ellos figuran un grupo de empresarios argentinos, en número más reducido que en años anteriores.

En Davos se divulgó los resultados de una encuesta de la consultora PWC , que ha sondeado la opinión del mundo privado productivo y financiero argentinos. Muestra, entre otras dificultades, la ausencia de confianza en el devenir del proceso económico en un 2019 impregnado de tensión por las elecciones presidenciales. Todos están de acuerdo en jerarquizar la inversión como paradigma de la salida de la crisis. Algunos tienen fe a partir de que el país fue recategorizado recientemente como "mercado emergente", puede ser atrayente para inversores mundiales.