La visita del presidente Mauricio Macri a Brasilia acompañado por seis ministros y tres secretarios constituyó una señal para resaltar la importancia de la relación entre ambos países y fortalecer los vínculos personales con el presidente Jair Bolsonaro y su Gabinete. El comunicado conjunto enumera una agenda bilateral ambiciosa que cubre todos los temas aunque agrega que la enumeración es prioritaria y no exhaustiva, abarca desde el combate al crimen trasnacional hasta la enseñanza de los idiomas español y portugués. El cumplimiento de estos propósitos requerirá de un esfuerzo considerable en los próximos meses para concretar los enunciados en un período de asentamiento del Gobierno en Brasil y la campaña electoral en la Argentina.
Muchas de las expectativas sobre el resultado del encuentro entre ambos presidentes estuvieron puestas en las perspectivas del Mercosur. El Acuerdo de Unión Aduanera mereció un párrafo especial donde se expresa la decisión de trabajar durante las presidencias consecutivas para rever la tarifa externa común y mejorar el acceso a los mercados. El párrafo elude la definición sobre la importancia que ambos países otorgan a este acuerdo y el futuro del arancel externo común. Tampoco se indican las perspectivas sobre las asimetrías y los sectores que se encuentran excluidos del tratado.
La revisión de la tarifa externa común es un procedimiento habitual dentro de los mecanismos del Mercosur para ajustarla a los cambios de protección de los sectores y procurando resguardar las preferencias para los miembros. El comunicado no hace mención a la intención de modificar el Tratado de Asunción aprobado por ley 23981 para permitir a los socios encarar negociaciones con terceros países o bloques de países. En diferentes ocasiones se repitió que el compromiso de negociar conjuntamente limitaba las posibilidades de abrir nuevos mercados para las exportaciones y que sería oportuno flexibilizar estas condiciones. Uruguay y Paraguay se manifestaron también a favor de una mayor flexibilización para mejorar su nivel de inserción en el comercio internacional.
El artículo 1º del tratado define al Mercosur como un mercado común que debe cumplir con cuatro requisitos. El segundo dice: "El establecimiento de un arancel externo común y la adopción de una política comercial común con relación a terceros Estados o agrupaciones de Estado y la coordinación de posiciones en foros económico-comerciales regionales o internacionales". La decisión 32/00 solo reafirma el artículo 1º.
El Tratado de Asunción tuvo objetivos muy ambiciosos, quizás correspondientes a una época donde la integración estaba de moda y la Unión Europa consolidaba su proyecto con el euro. Los objetivos enumerados en el artículo 1 confirman el escepticismo sobre la evolución del Mercosur. El comunicado es reflejo de esa situación. Las referencias al tratamiento de los problemas comerciales y la facilitación de comercio están tanto en el párrafo bilateral como en texto sobre el Mercosur, lo que refleja que los socios han recurrido a barreras para-arancelarias para entorpecer el mercado único.
La falta de compromiso en el comunicado con el Mercosur quizás sea una manifestación de las dudas que existen en el equipo del presidente Bolsonaro sobre las ventajas de este acuerdo. El Gobierno del presidente Lula Da Silva priorizó el BRICS, donde compartía un escenario de nivel con Rusia, China e India, y es probable que el actual Gobierno prefiera apuntar a un acuerdo con los Estados Unidos. El Mercosur tendría una importancia relativa; el sector automotriz, que constituye el más dinámico en el comercio bilateral, no se encuentra incorporado a la normativa común.
El ministro Jorge Faurie declaró en una entrevista: "La visión que tiene Jair Bolsonaro resulta coincidente con la de Mauricio Macri". Es probable que la visita haya confirmado el acercamiento entre los dos presidentes y los miembros de sus gabinetes, pero recién cuando se inicien los trabajos se podrán conocer cuáles son los objetivos que comparten sobre el futuro de la integración.
El autor es diplomático.