Cuáles son los indicios con los que cuenta la Justicia para analizar el caso Thelma Fardín

Por Rafael Cúneo Libarona

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La reciente y grave denuncia penal radicada por la actriz Thelma Fardín contra Juan Darthés por la comisión del delito de abuso sexual con acceso carnal abre numerosos interrogantes al tiempo que nos brinda una nueva oportunidad.

En efecto, los operadores del Derecho Penal, abogados, jueces y fiscales sabemos que es muy difícil acreditar la comisión de los delitos sexuales ya que su ejecución se concreta "a puertas cerradas", "intra muros", sin la presencia de testigos.

Por dicha razón, para estos casos los jueces son más laxos y amplios en la interpretación de las pruebas y recurren al análisis de los "indicios" o "pruebas indirectas" que en forma inequívoca brinden seguridades de consistencia y verosimilitud. Hasta el momento, solo contamos con dos versiones contrapuestas: la declaración de la actriz contra la negativas de Darthés.

Sin embargo, hay datos objetivos de significativa relevancia que no podemos desconocer para analizar el caso concreto: sus escasos 16 años, la fuerte influencia del actor sobre ella con su innegable protagonismo e imagen, la relación laboral con una franca incidencia intimidatoria, de dependencia, de autoridad o de poder que le haya impedido consentir libremente el ataque sexual abusivo. Pero hay más.

El extenso silencio de más de 9 años de la denunciante en revelar este ataque sexual "valida" aún más la veracidad de sus dichos ya que las víctimas de delitos sexuales son, ante todo, psicológicamente atormentadas, son sometidas en su psiquis porque el autor procura el sigilo de su víctima bajo apercibimiento de reiterar la conducta, de ejercer el poder y la autoridad que goza o de ser discriminada como mentirosa por la sociedad. En aquel entonces, existía una desproporcionada situación entre una niña de 16 años que daba sus primeros pasos y un galán consagrado que todo lo podía.

Empero, nobleza obliga, tampoco soslayemos que en un Estado de derecho necesitamos que sea la Justicia la que se expida, porque las manifestaciones masificadas conllevan un "linchamiento social" del cual no hay retorno.

Concluyendo, lo más importante del caso, a mi modo de ver, es que aquella joven de 16 años se ha transformado en una valiente abanderada que servirá de guía y ejemplo para que muchas jóvenes atacadas sexualmente que viven en el anonimato, se animen a revelar aquellos flagrantes episodios que, por miedo a sus victimarios no pudieron denunciar. ¡Gracias Thelma!

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