Sin una Copa en el avión

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(Julieta Ferrario)
(Julieta Ferrario)

El chárter despega de Barajas con destino a Ezeiza. La congoja del plantel se ve atenuada por la presencia de familiares de los jugadores, que de algún modo se sienten contenidos y disimulan la pena por la derrota reciente. En algún punto la tristeza de todos da lugar a la ternura de quienes se refugian en sus hijos pequeños, el afecto de sus parejas y el respeto de sus padres.

Es que si la tristeza se pudiera medir, la nave no podría decolar por exceso de equipaje. El viaje pareciera tener tiempo suplementario, especialmente para los muchos que no pueden conciliar el sueño. Copa de tinto en mano, un dirigente reflexiona acerca de las razones del traspié madrileño. Se menciona la falta de un conductor. Al chico Maroni no se le quiso dar esa responsabilidad y Bebelo Reynoso nunca convenció. Carente de juego se llegó a la final de la Libertadores merced a la eficacia ofensiva de los delanteros, especialmente de los centroforwards, aclara un añoso integrante de la delegación.

Sin embargo, esta vez no fue suficiente. Wanchope llegó muy averiado y la pelota y él casi no se conocieron en el Bernabeu. Darío Benedetto cumplió con su cuota goleadora pero tuvo que pedir el cambio no solo por los gemelos agarrotados, sino por dos dedos de su pierna derecha casi rotos.

Los cabildeos continúan en la parte anterior del avión. Lejos de ser una charla de inversores y financistas, se hace referencia todo el tiempo al banco. Se reprocha la presencia de tres delanteros entre los suplentes. Lógicamente Cardona y Almendra marcan presencia por sus ausencias. A los mellizos no se les dice nada, no tendría ninguna utilidad y además la admisión de errores no forma parte de su patrimonio de virtudes.

Hay lamentos por la situación de Gago y aunque el jueves se sabrá puntualmente el status de la lesión, se da por hecho que el retiro aparece como inexorable. Se destaca que el volante central puso dinero de su bolsillo para comprar una máquina que en su casa acelerase la recuperación y que las dos motivaciones que tenía quedaron atrás: el Mundial de Rusia y la Copa Libertadores. Inmediatamente surge el nombre del otro referente: Carlos Tevez, encargado de la charla posterior al 1 a 3 exclusiva para jugadores. El Apache mostró enorme madurez pese a ser un consagrado que recibió por parte del DT trato de novato. En Boca no creen que el ex Juve se vaya a retirar, como sus compañeros estará pendiente de la llegada del nuevo cuerpo técnico.

El tema del reemplazante de Guillermo se cuela inevitablemente más allá de la voluntad de Angelici por no apresurarse. Se menciona a Palermo pero no convence su background como técnico. Se elogia a Alfaro pero nadie quiere problemas con Nadur. Se sabe que Heinze es del gusto de Tevez pero a la calle Brandsen llegó el dato de que el velezano es excesivamente caprichoso. Un importante directivo lamenta que Almirón esté ocupado. Tras la segunda ronda de café llega el nombre de Antonio Mohamed, ex jugador del club y recientemente cesado por el Celta de Vigo.

El Tano Angelici luce golpeado y no lo disimula. Su interlocutor más cercano escucha el lamento del presidente que parece convencido de que en un año, con el final de su mandato, terminará su paso por el fútbol. El mandamás xeneize dice que ya no sabe qué hacer, que trajo al DT que quería la gente y que tiene el plantel más caro y completo que el club haya exhibido en años.

En tanto se empiezan a barajar nombres de éxodo. Magallán finalmente jugará cerca de la reina Máxima. Wilmar Barrios, al que se considera insustituible, será sustituido. Cardona no se comprará por siete millones de razones que se cotizan a 38. Más allá del mal partido de Andrada lo consideran el arquero titular y ven a Lampe como suplente, por lo que Rossi se iría a préstamo.

El aeropuerto Ministro Pistarini aparece en el horizonte. Un allegado convence al resto de que "Esto es Boca", que hay que homenajear a la mejor hinchada del mundo. Que el 12 del 12, o sea el miércoles, hay que hacer una fiesta en La Bombonera y que los jugadores que no se hayan ido de vacaciones deberán estar en el Coliseo Boquense para agradecer a la gente tanto "aguante". El vuelo aterriza. La ilusión de volver a empezar no.

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