Seremos un país abundante en gas, ya que comenzó el aumento en la producción de no convencionales, principalmente shale gas en Vaca Muerta. Las estimaciones que realizan las autoridades apuntan a nada menos que la duplicación de la producción de gas en los próximos 5 años. Esto nos indica que una buena decisión es expandir el mercado interno, por ejemplo con inversiones en generación de energía eléctrica que utilicen gas.
Nuestro país tiene un alto potencial hidroeléctrico sin explotar, que permitiría aumentar la actual producción de esta energía limpia. Las posibilidades de generación hidroeléctrica están bien distribuidas regionalmente, ya que se ubican en la zona andina y también en la Cuenca del Plata. En la actualidad estamos explotando apenas menos de la mitad de nuestro potencial hidroeléctrico.
También existen buenas perspectivas para las nuevas energías renovables, solar y eólica, con un importante aporte a las economías regionales debido a su localización geográfica. Es notable el sostenido descenso en los costos de este tipo de energía debido a los avances tecnológicos.
Es importante tener en cuenta que a la corta o a la larga los costos de generar energía eléctrica son siempre pagados por la población, con tarifas altas si se pretende que las tarifas que pagan los consumidores cubran los costos, o con déficit fiscal que lleva a la emisión monetaria o al endeudamiento del Estado. Es decir que siempre es la gente quien termina pagando los costos. Por esta razón es esencial para tener una buena política energética, definir planes de inversión que tengan la mejor relación beneficio-costo.
Los costos de inversión de cada tipo de energía eléctrica son fundamentales para determinar las tarifas requeridas para cubrirlos con el esfuerzo de los consumidores, salvo que se pretenda cubrirlos con déficit fiscal. Según las autoridades energéticas, las relaciones de costos de inversión por KW son las siguientes tomando como referencia la energía nuclear, que es la más costosa de todas. El costo de inversión del KW nuclear es 4,8 veces mayor al costo eólico y 6,6 veces mayores al costo de inversión del ciclo —combinado de gas y del solar fotovoltaico. La comparación de costos con la energía hidroeléctrica depende de las características físicas de las obras, pero, a título de ejemplo, señalemos que el costo de inversión nuclear por KW es nada menos que el triple del costo por KW de Pindo-i (Río Paraná). Si incluimos además los costos de operación, también resulta que, en todos los casos, el KWH generado más costoso es el nuclear.
Nuestro país ocupa un lugar destacado en el mundo en materia nuclear, ya que se han realizado durante muchos años importantes avances en investigación y desarrollo de nuevas aplicaciones, por esta razón es importante fortalecer aún más estos programas tecnológicos, ya que es considerable el capital humano acumulado por tantos años en el área nuclear. Pero esto no exige de ninguna manera realizar muy caras inversiones con costos mayores a los beneficios. No es una buena decisión acordar con China instalar una central nuclear, porque será una carga impropia para los consumidores.
Nuestros recursos fiscales no nos sobran si tenemos en cuenta nuestras carencias en pobreza, salud y educación, por eso costosos proyectos como la energía nuclear ofrecidos por China son una carga negativa para toda la población.
El autor es ex secretario de Energía.