Los porqués del encuentro populista antes del G20

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Pepe Mujica, Dilma Rousseff y
Pepe Mujica, Dilma Rousseff y Cristina Fernández de Kirchner (NA)

Por estos días, y hasta el 23 de este mes, se desarrolla en Buenos Aires un encuentro previo al del anodino G20. Lo organizó CLACSO (Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales). Allí hablaron y hablarán "activistas" y  "dirigentes sociales"y los ex presidentes autodenominados de "izquierda" o "semi izquierda" o directamente de una cierta izquierda populista, una visión muy particular a la que ellos pregonan. Lo denominaron Primer Foro Mundial del "Pensamiento Crítico". Demasiada pretensión.

Los invitados son -entre otros- José Mujica, de Uruguay (cuestionado por un sector del Frente Amplio), Dilma Rousseff (del PT, protectora de Lula y apañadora de varios personajes vinculados al escándalo del Lava Jato que terminó con Lula y otros encarcelados) y la inefable ex presidenta argentina Cristina Fernández, reclamada por la Justicia a la que muchos parlamentarios no quieren quitarle los fueros porque terminaría presa por corrupción.

¿Qué es, que busca ser? Creada en 1967 por iniciativa de la marginada UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, las Ciencias y la Cultura), la CLACSO dispone de 300 centros de investigación y otorga maestrías y doctorados en Ciencias Sociales que tienen sede en América Latina, en países del Caribe, en Estados Unidos y Europa. Tiene su sede principal en Buenos Aires. Algunos de sus propósitos son interesantes y ciertos casos curiosos, como promover los estudios sobre la pobreza y la desigualdad, crear puentes entre la investigación social en la universidad y las políticas públicas, colaborar con agentes gubernamentales, activistas sociales y periodistas especializados, generar posibilidades de acceso a la producción académica latinoamericana y caribeña.

Su lucha -señalan- es por la "reducción de las desigualdades" y el "combate al racismo". Sin embargo, por lo menos públicamente, no se conocen pronunciamientos públicos de CLACSO al respecto. Pero ésta reunión sólo tiene por finalidad ponerle peros y cuestionamientos a la oscilante acción del Gobierno y al G20, con agenda poco atractiva. Con eso se dan por satisfechos.

¿Por qué hacen la reunión en estos días ? Sin duda para demostrarle al poder que el kirchnerismo y todas sus variantes en el continente existen, pregonan, insisten, están.

Sin duda alguna tienen un sentido de la oportunidad en estos días donde la imagen de Mauricio Macri ha caído estrepitosamente al aplicar el plan económico del Gobierno y del FMI. Es un momento para demostrar fuerza frente a un 2019 incierto e inestablemente electoral.

Por supuesto, van contra el sistema judicial. El mismo que tiene acorralado a varios ex-presidentes del período de bonanza del populismo llamado "de izquierda". Sistema lento, que en la Argentina va lento pero que en Brasil dio resultados para poner al descubierto una trama de exacción tremenda de dineros públicos. En Brasil la justicia fue acompañada por manifestaciones multitudinarias donde se reclamaba castigo a los culpables. Quizás los mismos que, odiando a los políticos, terminaron votando a Jair Bolsonaro, admirador del "orden" policial y de los militares. No se descarta que parte de la izquierda brasileña, plena de vergüenza, haya votado a Bolsonaro

Uno de los investigadores que actuará activamente en CLACSO en Buenos Aires es Atilio Borón. Es el mismo intelectual que en un no muy lejano viaje a Venezuela se abrazó, delante de todos, a la tumba de Chávez y lloró a los gritos, desconsoladamente, añorándolo. Es el mismo que se bajó de un avión que viajaba al interior del país porque en el mismo viajaba la periodista Magdalena Ruiz Guiñazú que, por otra parte, es una activa defensora de los Derechos Humanos, pero en la vereda de enfrente de las Asociaciones que terminaron subiéndose a la tribuna junto a Cristina Fernández y aplaudiéndola. Todavía la justicia no aclaró el destino de los millones de pesos aportados por el kirchnerismo a las Madres de Plaza de Mayo.

Pero además se plantean otros temas, dispersos, variables y de actualidad. Hablan sobre feminismo (a cargo de la socióloga Dora Barrancos), tema que entusiasma a los organizadores.

Y no olvidan abarcar el vuelco a la extrema derecha de la política en Europa y en Estados Unidos. Asunto de alta peligrosidad de la que algunos medios de opinión se han ocupado en Buenos Aires con entusiasmo y preocupación.

Quizás, este último asunto es el que menos parcialidad encierra, el más abierto a la polémica, que no pertenece a nadie sino a todos. El mismo que no es patrimonio de ningún populismo sino que es víctima de ese mismo populismo, que se aplica con violencia y con prédica de todo tipo y color.

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