Con Caputo en el Banco Central no se firmaba el acuerdo con el FMI

Luis Caputo, el desde hoy ex titular del Banco Central, no soportó el clima adverso que vivió el último tiempo dentro del Gobierno enfrentado a Marcos Peña y Nicolás Dujovne.

Cuando el dólar se disparó, el renunciante había perdido puntos en la consideración de Mauricio Macri, quien lo había llevado al Banco Central por la experiencia que tenía como trader que contrastaba con el tecnicismo de su antecesor Federico Sturzenegger. Era la "esperanza blanca" del Gobierno para contener al dólar.

Pero el poder de Caputo no solo fue un problema para Dujovne con quien ya no actuaba en tándem, sino que se había convertido en un obstáculo para firmar el acuerdo con el FMI.

Fuentes del organismo multilateral le comentaron a Macri que no estaban de acuerdo con la forma en que el titular del Central intervenía en el mercado. "Se maneja de forma demasiado independiente", le dijeron de una forma que no admitía otra interpretación: es un obstáculo para firmar el acuerdo.

En el FMI no autorizan la flotación controlada, quieren que se les pida autorización antes de intervenir en la plaza cambiaria. El único momento en que el Central puede vender reservas para controlar al dólar, es en las licitaciones de Lebac. Así lo establecía y el convenio y eso no cambiará.

Rápido, Macri le solicitó a Caputo en las últimas horas de la noche del lunes, la renuncia que presentó esta mañana. Ahora el camino está libre para que se firme el acuerdo con el FMI, lo que no necesariamente significa que le darán los USD 20 mil millones adicionales de los que se hablaba en la Argentina y que el FMI nunca había confirmado.

El mercado no sabe que esperar. El mercado de futuros es un palo enjabonado donde el dólar sube y cae a cada instante y donde las puntas compradoras y vendedoras están muy abiertas; señal de confusión.
Fin de año que ayer había cerrado a $40,50 y l legó a tocar $44,20. Ahora está en $43,00. Pero la pantalla del Rofex es lo más parecido un árbol de navidad donde las luces de los distintos fines de mes se encienden alternadamente y sin pausa. Nadie tiene un precio cierto para el dólar. De la paz cambiaria se pasó a esta confusión. Y todavía queda el resto del día para saber si habrá más sorpresas.