Hacia el futuro del internet de las cosas

Javier Barella

La tecnología sigue evolucionando a un ritmo acelerado, y hoy la podemos ver presente en nuestras actividades cotidianas. Gracias a esta innovación todos están preparados para asumir el siguiente paso de dicha evolución, por ejemplo, direcciones IP destinadas a algún órgano para ser monitoreado o bien para que un médico pueda conectarse y verificar su estatus de funcionamiento.

En los últimos 3 años el crecimiento del internet de las cosas (IoT) ha supuesto la aparición de miles de millones de dispositivos interconectados y para 2021 llegará a alcanzar el hito de 46 mil millones, mientras tanto Cisco afirma en un reciente estudio que habrá 50 mil millones de dispositivos conectados para el 2020. IoT Analytics ha dicho que para 2020 por cada persona habrá al menos dos que estarán conectadas a seis dispositivos a la vez.

Para 2021, el gasto total para el IoT alcanzará aproximadamente los 1400 billones de dólares, y en 2022 su despegue será definitivo. Siempre y cuando se logren resolver este y otros desafíos.

El gasto en hardware, software, servicios y conectividad de IoT alcanzó aproximadamente 737 mil millones de dólares en 2016, según la firma de investigación IDC, con las mayores inversiones en sectores industriales y comerciales como manufactura (178 mil millones de dólares), transporte (78 mil millones de dólares) y servicios públicos (69 mil millones de dólares). Se espera que el gasto llegue a 1,29 billones de dólares en 2020.

Por otro lado, los especialistas afirman el 92% de los desarrolladores de IoT consideran que la seguridad continuará siendo un problema en el futuro.

Es muy claro, el futuro inmediato el IoT tiene al menos tres temas a reforzar: plataforma, conectividad y aplicaciones:

Plataforma, se trata acerca de la forma y el diseño sobre la interfaz y la experiencia de usuario, así como de las herramientas de análisis para luego de forma segura transmitir grandes volúmenes de datos.

Conectividad, de la mano del anterior, incluye todos los dispositivos portátiles del día a día, y los de más alto nivel tales como las ciudades inteligentes. Se trata de una conectividad tal que pueda garantizar la conectividad como se utiliza en el Internet Industrial de las Cosas (IIoT), donde las comunicaciones máquina a máquina dominan el terreno.

Aplicaciones: cualquier aplicación debe garantizar: controlar "cosas", recoger "datos" y analizar "datos", el IoT requiere de aplicaciones determinantes para impulsar el modelo de negocio empleando una plataforma unificada.

Las tres categorías se interrelacionan y se requiere que las tres funcionen a la perfección. Si falta una, el modelo no funcionará y se detendría el proceso de estandarización.

Algunos estudios indican que el hardware seguirá siendo la categoría de gasto más grande, seguida de los servicios, el software y la conectividad. El gasto en hardware se acercará a 400 mil millones para 2020. Asia Pacífico (excluido Japón) es la región que verá el mayor gasto de IoT.

Pero eso no es todo, hoy sabemos que en el futuro la nube se convertirá en la opción por excelencia, pues, según el vicepresidente de International Data Corporation (IDC), Frank Gens: "La nube seguirá siendo importante, pero no será la misma nube anterior. Estará en todas partes y hará todo".

El 20% de las implementaciones en la nube estarán en el límite para 2021. El 90% de las empresas tendrá topologías de nubes mixtas con interacción de nubes múltiples. El 80% del código de aplicaciones internas vendrá de fuentes externas y el 10% de todo el código para el 2027 vendrá de la inteligencia artificial.

Las aplicaciones de software y las plataformas IoT estarán compuestas por software complementario y superpuesto, por lo que se requerirán de 500 millones de nuevas aplicaciones para 2021.

El futuro se antoja prometedor, la interconexión con la internet a través del creciente relacionamiento de personas, procesos, datos y cosas, será cada vez más importante en los próximos años. Este rápido crecimiento ofrece grandes oportunidades, para personas, empresas y sectores industriales completos.

El autor es director regional de negocios.