La Balanza comercial entre Argentina y Brasil de enero a junio del 2018 arrojó un déficit de USD 3.709 millones. Si consideramos el análisis desde el último superávit comercial para Argentina en el año 2003, podemos concluir que desde el año 2004 a la fecha, por prácticamente 14 años consecutivos el déficit comercial con Brasil alcanzó los USD 55.240 millones.
Para poder comparar en relación a otro indicador, el déficit comercial argentino con Brasil equivale en números redondos, al total de reservas internacionales de Argentina en el Banco Central.
Un déficit tan importante se puede explicar en varias razones:
1. La composición de la oferta exportable
En tanto Argentina exporta a Brasil un 20% de productos básicos, un 4% de productos semi-manufacturados y un 76% de productos manufacturados, Brasil exporta a Argentina, un 6% de productos básicos, un 2% de productos semi-manufacturados y un 92% de productos manufacturados. ¿Cuántas toneladas de productos básicos, sin agregado de valor, debemos exportar para compensar una tonelada de producto manufacturado con agregado de valor?
2. El dólar es una variable en el proceso exportador, pero no es la única
Le pregunté a un empresario exportador argentino, que valor en dólares tenía su producto hace 4 meses atrás y me respondió: USD 100. Le pregunté entonces que valor tenia ahora su producto, considerando la importante desvalorización del peso en los últimos meses. Me miró con cara de asombrado y me respondió: USD 100.
Una desvalorización como la que sufrió el peso, permite mejorar la competitividad del producto argentino vía tipo de cambio, desde que ajustemos los precios respecto de los valores anteriores a la desvalorización. Si éramos caros con un producto cuyo precio de exportación era USD 100, seguiremos siendo caros con un producto al mismo precio.
Este es un problema crónico y no tiene relación con un gobierno de turno. Sobre 849.521 empresas registradas en Argentina, apenas 9.000 han exportado alguna vez
Brasil considera al dólar como una variable más en la formación del precio de exportación. Esto explica por qué en 2002, cuando el dólar estaba nominalmente a R$ 3,96, Brasil exportaba al mundo por USD 60.438 millones y en el año 2008, con un dólar nominal que llego a cotizar a R$ 1,54, elevó sus exportaciones a USD 197.942 millones.
Con la misma coherencia, sus exportaciones alcanzaron su máximo histórico en el año 2011 de USD 256.039 millones, cuando el dólar cotizaba a R$ 1,86. En el momento en que el dólar, nominalmente estaba barato, Brasil usó ese tipo de cambio para comprar bienes de capital del exterior que le permitió mejorar su competitividad.
3. Brasil utiliza herramientas de política fiscal para proteger su industria
Si una empresa fabricante brasileña de autopartes, desea exportar sus productos a Argentina, el importador argentino pagará en el despacho de la mercadería, los mismos impuestos y las mismas alícuotas que paga un fabricante argentino del producto. La recíproca no es verdadera.
Un fabricante argentino de autopartes que desee exportar sus productos a Brasil, verá que el importador brasileño, pagará el doble de Pis y Cofins (dos contribuciones sociales federales) que lo que paga un fabricante local. En tanto las alícuotas nacionales en Brasil son del 9,25% para las dos contribuciones, el importador brasileño del fabricante argentino pagará el 18,49%, siendo que 1% es costo directo y el resto es costo financiero.
4. Brasil utiliza la interpretación del inspector de aduanas para restringir el comercio
Un importador brasileño compró de un exportador argentino, un lote de productos alimenticios. Al llegar el producto a la aduana (el hecho real ocurrió en la aduana de Puerto Iguazú y Foz do Iguaçu) un inspector del Ministerio de Agricultura brasileño —organismo interviniente como control de calidad del producto importado— interpretó que el producto estaba mal clasificado y determinó que en lugar de ser un producto "A" era un producto "B".
La participación de Argentina en el mercado internacional brasileño, es cada vez menor
La Receita Federal —equivalente a la AFIP de Argentina— organismo oficial encargado de la nacionalización del producto, opinó diferente que el inspector del Ministerio de Agricultura y mantuvo la clasificación del exportador. En función de esta discusión de competencias, el producto no pudo ser nacionalizado, y luego de 90 días perdió su validez y debió ser vendido como subproducto para la fabricación de pegamento. El importador brasileño canceló los pedidos restantes y dejó de comprar al fabricante argentino.
5. Argentina no tiene una política de estado para la formación de exportadores en general y a Brasil en particular
Este es un problema crónico y no tiene relación con un gobierno de turno. Sobre 849.521 empresas registradas en Argentina, apenas 9.000 han exportado alguna vez y solo 4.500 son continuos exportadores por plazos no menores a 3 años calendario. De este total, el 20% de los exportadores representan el 80% de los montos exportados y las PyMEs tienen una participación irrelevante en el comercio bilateral.
El 66% del comercio es realizado por operaciones inter-company (entre empresas vinculadas). Exportar a cualquier parte del mundo no es una tarea fácil. Exportar a Brasil es imposible sin una capacitación y preparación detallada y especifica.
6. El peso de la industria automotriz es muy grande en la composición del déficit comercial
El 50,26% de los USD 3.709 millones de déficit comercial proviene del sector automotriz, entre autos y autopartes. Brasil exportó a Argentina USD 3.039 millones en automotores desde enero a junio del 2018 e importó USD 1.905 millones en el mismo concepto, en el mismo período.
Brasil exportó también a Argentina USD 1.132 millones en autopartes e importó U$S 405 millones. Sumando los dos conceptos, el déficit comercial en el sectores alcanza los USD 1.860 millones.
Continuamos perdiendo mercado
La participación de Argentina en el mercado internacional brasileño, es cada vez menor. En el año 2000, de todo lo que Brasil le compraba al mundo, el 12,25% se lo compraba a Argentina. Este porcentaje bajó al 6,26% en el 2017 y en el primer semestre del año 2018, bajó aun más, representando el 6,15%.
No obstante las importaciones de Brasil, aumentaron el 17,19% entre enero y junio del 2018, las importaciones brasileñas desde Argentina, subieron apenas un 12,01%.
Desde el punto de vista de las exportaciones brasileñas, Argentina también perdió importancia. En el año 2000, de todo lo que Brasil le vendía al mundo, el 11,32% se lo vendía a Argentina. Este porcentaje bajó al 8,29% en el 2017 y hoy representa el 7,79% en lo que va del año 2018.
No obstante ello, las exportaciones de Brasil a la Argentina aumentan en proporción mayor que las exportaciones de Brasil al mundo. En el primer semestre del año, Brasil aumentó sus exportaciones un 5,58% mientras que las exportaciones de Brasil hacia Argentina aumentaron un 6,73%.
Una luz al final del túnel
Es importante resaltar las buenas gestiones que están siendo realizadas por la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional en la capacitación de exportadores a Brasil, la realización de Misiones Comerciales a Brasil y la intención de implementar HUBs logísticos para poder vender productos argentinos directamente desde Brasil y en reales.
No es un proyecto fácil pero al menos está en la pauta. Genera un diferencial importante de valor que el Director Ejecutivo de la referida Agencia, Carlos Garcia Baltar, es un diplomático experimentado en el mercado brasileño y conoce como pocos cómo funciona la cultura local de nuestro socio estratégico.
Las exportaciones de Brasil a la Argentina aumentan en proporción mayor que las exportaciones de Brasil al mundo
Mención aparte para nuestra representación diplomática. Nunca desde que resido en Brasil hace más de 30 años, pude observar un equipo de cónsules tan capaces como los que cuenta el equipo del Embajador Carlos Magariños, quien entre otras acciones propició la creación de Cámaras de Comercio Argentino Brasileñas en diferentes regiones geográficas de Brasil para que la demanda potencial esté más próxima de nuestra oferta.
Resta mucho por hacer (apertura de mercados en regiones no tradicionales, negociar isonomía tributaria, facilitación del comercio eliminando barreras no tarifarias, y aumentar la cantidad de exportadores desde Argentina) pero puede observarse que si trabajamos en conjunto, lo público y lo privado, vamos a conseguir disminuir nuestro crónico déficit comercial con Brasil. ¡Que así sea!
(*) Socio de Center Group y Director de la Cámara de Comercio Argentino Brasileña de San Pablo