Cristiano Ronaldo, Balón de Oro y ego de oro

Ronaldo es así, en Chamartín, Turín o Madeira. Es, tal vez el único cristiano que se cree mas grande que Dios

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El mejor delantero del mundo lleva ganadas cinco Champions League, igual cantidad de Balones de Oro y acumula 26 títulos. En Portugal nadie duda de que ha superado a Eusebio, no solo por haber salido campeón con los lusos de la Eurocopa. En el Real Madrid hay quienes se animan a ponerlo por encima de Alfredo Di Stefano a la hora de considerarlo el mejor jugador que alguna vez haya tenido la "Casa Blanca". Por lo pronto, además de goles y copas, algo nuevo ahora une a estos ídolos "Merengues", y es el hecho de haberse ido "cabreados" del club madrileño luego de haber sido sus máximos referentes. Santiago Bernabeu, entonces presidente del club, consideró que la institución estaba por encima del crack argentino y ahora hace lo propio Florentino Peréz con el portugués.

Veremos si se repite la historia. Tras la partida de Di Stefano, luego de haber ganado con el ex River cinco Copas de Europa, el "Merengue" tuvo que esperar seis años para volver a acariciar la orejona.

El actual tricampeón de la Champions League ahora le dice adiós a Ronaldo, quien además había ganado otra previamente con el Real, y la duda carcome ahora a los hinchas que se preguntan si sin Ronaldo, aunque él no las ganaba solo, ¿será posible festejar tan seguido conquistas europeas?

Los aportes al equipo blanco han sido exuberantes, convirtió 451 goles en nueve años, es el máximo goleador en la historia del equipo, supera por más de 100 goles a Raúl, quien jugó 16 temporadas, y al mencionado Alfredo Di Stefano, que metió 308 dianas durante sus 11 temporadas en el club blanco.

Los números de Ronaldo serán difíciles de superar por mucho tiempo, incluso los de esta temporada que pasó, en la que empezó a GNC y se pasó a nafta cuando muchos erróneamente auguraban el fin de su reinado. Cristiano superó en este curso por octava vez consecutiva la frontera de los 40 goles, sin embargo lo que también superó fue la paciencia de unos cuantos, especialmente la del presidente del club, que desde mediados del año pasado, harto de los berrinches y amenazas del crack, prepara el terreno para la salida del portugués.

Es que en la virtud está el defecto, y así como Ronaldo hace muchos goles dentro de la cancha, los mete en contra fuera de ella en la diaria convivencia. Se trata de una ecuación beneficio/tolerancia, y a medida que pasan los años, recordemos que Cristiano va para los 34, Florentino Perez avizora que será mayor la lista de perjuicios que la de satisfacciones.

Es que Ronaldo se las trae, su ego es tan grande o aún mayor que su don futbolístico, y sus declaraciones en detrimento de sus compañeros, sus celos constantes y su individualismo a ultranza hacen pensar que tal vez hubiera sido más feliz como tenista.

Es cierto que no es fácil estar en su lugar, su vida ha sido muy dura: su madre admitió que aunque lo ama, se trata de un hijo no deseado que hoy mantiene a toda la familia; su padre ya fallecido fue un alcohólico empedernido; uno de sus hermanos, que hoy trabaja para él, tuvo problemas graves de adicción a las drogas. Ronaldo viene de una familia humilde, donde el futbol fue la tabla de salvación a la que se aferró cuando era un chico que a los 12 años dejó su casa para ir a jugar al Sporting de Lisboa.

Los psicólogos dirán si por cuestiones adquiridas durante su complicada infancia o por razones innatas, el crack portugués es extremadamente competitivo, con una necesidad imperiosa de destacarse y de ser aclamado, y por sobre todas las cosas, de que ningún par pueda superarlo. Es cierto que todos nosotros de alguna u otra manera, podemos tener esas características, el tema es cuánta felicidad nos depara la obsesión por lograrlo y qué limites estamos dispuestos a cruzar y qué costos pagar.

No es fácil aceptar para un "número uno" que no lo será para siempre: una vez que Ronaldo alcanzó en cantidad de Balones de Oro a Messi y lo superó ampliamente en materia de Champions League ganadas, otro competidor se convirtió en su pesadilla, un tal Neymar. Bastó que Florentino Pérez dijera que si el crack de Brasil quiere ganar balones dorados tiene que jugar en el Real Madrid, para que Ronaldo sintiera que alguien podría venir a disputar su trono, circunstancia que no debía atarvesar con ninguno de sus compañeros de vestuario. Algunos de ellos lo sufrieron por sus enojos y caprichos, como Marcelo, de quien se dice que Cristiano no le dirigió más la palabra por haber dicho que Messi era el mejor jugador del mundo. Recordemos que el nuevo DT del Real había dicho lo mismo y debió corregirse cuando lo presentaron formalmente en el Bernabeu. La prensa española cuenta otras historias, como el supuesto hartazgo de Sergio Ramos, quien habría instado a que el presidente de la institución buscara reemplazante para Ronaldo.

En definitiva, el divorcio se palpitaba desde hacía un tiempo. CR7, tras su hermoso gol de chilena contra la Juventus, agradeció la hidalguía de los espectadores Juventinos que lo aplaudieron y aseguró que desde pequeño tiene simpatía por el equipo italiano.

Luego de la última renovación con el Madrid había dicho que jugaría allí hasta los 42 años, pero cuando trascendieron las cifras por las que había arreglado Messi, volvieron los reclamos.

Hoy el dinero, aunque parezca mentira, pasa a un segundo plano: Ronaldo cobraría en Italia 30 millones de Euros limpios, cinco por debajo de los de Neymar en París y de los 44 de Messi en Barcelona. Cristiano, como Luis Miguel, quiere seguir siendo el rey y compartir protagonismo con Neymares, Mbappes y Harry Keanes no forma parte de su plan, pero sí del de Florentino Pérez.

Pensar que su cláusula de salida es de 1.000 millones de euros y que a Juventus se iría por 100 es una herida que deberá superar. Peor aún será marcharse por un tercio de lo que costará traer a Neymar, quien difícilmente lo supere en goles y logros.

El día que ganó la más reciente Champions League frente al Liverpool, se encargó de opacar el brillo de sus compañeros y en particular de Gareth Bale, convirtiendo su anuncio de partida en algo más impactante que la propia 12° Copa de Campeones de Europa. Ronaldo es así, en Chamartín, Turín o Madeira. Es, tal vez el único cristiano que se cree mas grande que Dios.

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