El poder cubano seguirá en manos de Raúl Castro

El Partido Comunista de Cuba (PCC), el único autorizado para presentarse en las elecciones, termina una etapa con otro fracaso político, Venezuela, divulgando una "fake-news" con mucha solidaridad en la opinión pública para presentar el rostro de un país más amable con la comunidad internacional.

El partido, que domina el poder político-institucional de la isla, continuará bajo la dirección de Raúl Castro como secretario general al menos hasta 2021, de tal manera de seguir con la línea trazada por Fidel en 1959, con menos explosivos en las manos y más expansión estratégica en la región.

Los dos fracasos más relevantes del castrismo se encuentran, el primero, en la propia isla y, el más reciente, en Venezuela, donde Fidel apostó mucho en el régimen del coronel Hugo Chávez para suplir los recursos que llegaban de la desaparecida Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Tropas para combatir en África como intercambio por los barcos cargados de petróleo y alimentos enviados por Moscú. Maestros, médicos, personal de inteligencia para compensar la generosa amistad energética del fallecido presidente Chávez.

Fidel Castro tenía una obsesión con la Argentina, el primer país que soportó la guerrilla de La Habana durante un gobierno democrático (Ilia, según Yofre). Los argentinos gozaron en Cuba comunista de amplia receptividad, al punto de ocupar cargos de relieve en la estructura política de la isla. La historia menciona incluso la creación de la agencia de noticias de Cuba como invento de reconocidos argentinos que tienen aún hoy actividad política en nuestro país.

Doce presidentes de Estados Unidos atravesaron la etapa de los Castro, Fidel hasta 2006, cuando delegó el cargo de presidente en su hermano Raúl, en el mejor ejemplo de una dinastía de gobierno, siempre con el silencio, el respaldo incluso, de la clase política argentina en su gran mayoría, aunque nunca pudo quebrar la resistencia de Perón a trabar el más mínimo acuerdo con el castrismo.

Desde Eisenhower hasta Trump, las relaciones de Estados Unidos con Cuba fueron de mal en peor, con cierta tolerancia por parte de Barack Obama. El embargo comercial a la isla impuesto por el robo de propiedades y patrimonio de ciudadanos norteamericanos y cubanos fue objeto también de otra "falsa noticia". Con mucho aporte militante Fidel desplegó por el mundo, especialmente en Argentina, que la decadencia de la economía y la pobreza de la población estaban directamente vinculadas con la ley que promovía un embargo comercial internacional. Nunca fue así, a tal punto que europeas, especialmente españolas por citar algunas, hicieron pie en la isla para distintas actividades comerciales que aún se mantienen.

El último eslabón de la estrategia de Fidel fue la Organización Bolivariana de Sudamérica, donde logró disfrazar el socialismo revolucionario con líderes que surgieron de elecciones democráticas como Chávez, Kirchner, Evo Morales, el nicaragüense Daniel Ortega.

Mientras gobernó Fidel Castro, el PCC y el gobierno tenían una única dirección político-ideológica. Desde 1959 hasta 2008 Fidel fue la única voz de los cubanos, marcando una presencia inédita en la vida política internacional que llegó incluso a molestar a sus socios de la Unión Soviética.

Quedan muchos años en la isla de comunismo castrista, el presidente "designado", Miguel Díaz-Canel, es un cuadro burocrático de 57 años totalmente consustanciado con el régimen. No hubiera llegado de no ser así.

"Cuando el gobierno teme al pueblo, tenemos democracia, cuando el pueblo teme al gobierno, tenemos dictadura".