Desde que asumió el Gobierno de Cambiemos hasta la actualidad, los jubilados y todos los beneficiarios de la seguridad social perdieron el 13% de capacidad adquisitiva. Solamente en el último año, cada jubilado que cobra el haber mínimo perdió 2.889 pesos de poder de compra. El mismo recorte que en el 2001 fue hecho por decreto hoy los jubilados lo sufren debido a la inflación descontrolada.
Los haberes jubilatorios perdieron el 13% de capacidad adquisitiva. La pérdida se explica principalmente por el aumento de la inflación durante el primer año de gestión y el fracaso en la política antiinflacionaria posterior. Asimismo, el cambio de fórmula no permitirá recuperar lo perdido en el futuro.
El fracaso de la política antiinflacionaria es un hecho y lo pagan los jubilados. Entre marzo de 2017 y marzo del 2018, la inflación anual fue del orden del 25,4 por ciento. La combinación del desborde inflacionario y el cambio en la fórmula de movilidad hizo que cada jubilado que percibe el haber mínimo pierda 2.889 pesos de poder adquisitivo en este último año.
La nueva fórmula de movilidad, como se indexa en un 70% por inflación y un 30% por los salarios de los trabajadores registrados, no permitirá recuperar la pérdida sufrida. Siendo muy optimistas, solo cabría esperar que las jubilaciones acompañen a la inflación y que se mantenga el poder adquisitivo de aquí en adelante. En pocas palabras, lo que se perdió se perdió.
Ahora bien, para siquiera empatar con la inflación, la única manera posible sería que las paritarias salariales resulten iguales a la suba de precios, lo que parece una posibilidad remota cuando el Gobierno quiere imponer aumentos salariales del 15%, sin cláusula gatillo, mientras que el último dato publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) marca una inflación anual del 25,4 por ciento. De hecho, el segundo aumento con este nuevo índice ya muestra su hostilidad hacia los jubilados. En el mes de junio, los haberes tendrán un incremento del 5,6% y habrán perdido contra una inflación del 6,1 por ciento.
La derrota es el terreno que Cambiemos ha preparado para los jubilados. Ganarle a la inflación resulta imposible; empatar siquiera, tampoco, debido al empeño deliberado del Gobierno en bajar los salarios. La única alternativa disponible para los jubilados pareciera que es seguir perdiendo poder de adquisitivo.
Como reducir el 13% del poder de compra no fue suficiente, el cambio de fórmula al pasar de ajustes semestrales a trimestrales les robó un trimestre de aumento a los jubilados. Con la fórmula anterior, cada año vencido se terminaba por cobrar en marzo del año próximo. Con la nueva fórmula, cada año que finalice se terminará de cobrar en junio del año siguiente. Es decir que existe un trimestre de aumento que fue robado, se perdió y nunca se va a recuperar.
Para reparar el daño sufrido por los jubilados, es necesario derogar la ley de reforma previsional y fortalecer el régimen público de reparto. No se pueden avalar políticas de esta naturaleza que, además de atentar contra nuestros jubilados, degradan la dignidad de más de 16 millones de argentinos que dependen del sistema de seguridad social. La conciencia social y la organización política de la dirigencia junto al pueblo damnificado son la única alternativa de reparación a las políticas regresivas y liberales de Cambiemos.
La autora es diputada nacional por la provincia de Buenos Aires FPV-PJ y militante de La Cámpora.