A diferencia de lo que hemos experimentado en las últimas décadas, hoy podemos afirmar que tenemos un gobierno preocupado con el tema y proponiendo algunas medidas, y que transitamos un proceso para su mejora. Es lo que últimamente el Presidente ha denominado la etapa de "la reforma permanente".
Hay ciertas afirmaciones que podemos hacer respecto a los países que llevan la delantera en la competitividad. Ello surge del estudio de los rankings de competitividad más difundidos, a saber: el del World Economic Forum, el del IMD y el de la consultora Abeceb, y de las variables macro y microeconómicas que ellos muestran.
1. Generan un mayor ingreso per cápita, mayor posibilidad de progreso social y, en general, mayor equidad.
2. Muestran mayor innovación, son productivamente más complejos y diversificados y comercialmente más abiertos.
3. Es directamente proporcional a su desarrollo de su capital humano y a su capacidad de asociatividad.
4. No es una cuestión de tamaño del país ni de la dotación de factores; encontramos países competitivos ricos en recursos naturales y otros pobres en ellos.
5. Pueden serlo por sobresalir en el aprovechamiento de sus recursos naturales, en lo industrial o en los servicios.
6. No es una cuestión del tamaño del Estado sino de su eficiencia.
7. En general, una mayor inclusión conlleva a una mayor competitividad.
8. Aunque el Estado juega un papel preponderante en generar las condiciones de competitividad, las que compiten son las empresas.
9. Sus empresas generan mayor volumen de exportaciones y compiten en el mercado local con los artículos importados con base en el respeto de las normas que rigen el comercio internacional.
10. Generan buenos niveles de emprendedorismo. Con el tiempo, ellos construyen empresas que compiten internacionalmente.
11. Se caracterizan por sostener una alta productividad, altos niveles de inversión, de ahorro interno y desarrollo del mercado de capitales.
12. Produce que las empresas evolucionen hacia niveles de mayor productividad.
No hay factores determinantes ni recetas para que un país sea competitivo. Todo debe ajustarse a las características institucionales, culturales, a las posibilidades de articulación entre los actores y en darse los tiempos adecuados
Prerrequisitos para el cambio
Para que esto se materialice debe generarse un ecosistema competitivo en el que es fundamental el papel de tres actores articulados entre sí: el Estado, las empresas y la sociedad civil. Cada uno de estos actores tiene un papel a jugar en el logro de un país competitivo.
Analizando el devenir de la evolución competitiva de los países líderes observamos que durante su desarrollo encontraron formas de manejar los conflictos que naturalmente se presentan entre el Estado, las empresas y la sociedad civil, y que de un modo u otro inciden sobre sus intereses.
No hay factores determinantes ni recetas para que un país sea competitivo. Todo debe ajustarse a las características institucionales, culturales, a las posibilidades de articulación entre los actores y en darse los tiempos adecuados.
Obviamente, transformarnos en competitivos tomará bastante tiempo. Y no debemos olvidar un factor adicional y autóctono: los argentinos siempre hemos encontrado formas de minar nuestro potencial.
Liderada por el Gobierno, y luego de muchos años de desatender esa materia, esta discusión está comenzando a plantearse. Esperemos que los actores tengan la ubiquidad necesaria para, con visión moderna y de largo plazo, propender al bienestar del país en su conjunto.
El autor es director de la Unidad de Competitividad de Abeceb.