Fidel Castro, el Kim Jong-un del Caribe

Aún falta mucho para que nos aproximemos al clima del 13 de octubre de 1962, un momento de la historia en la que la destrucción mutua estaba asegurada por la capacidad demoledora de Estados Unidos y la extinta Unión Soviética

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La compleja situación que enfrenta el mundo con el delirio atómico de Kim Jong-un tiene más de un precedente, pero es justo aclarar que, a pesar de lo complicada de la situación por las continuas provocaciones y amenazas de Pyongyang, aún falta mucho para que se aproxime a los 13 días de octubre de 1962, un momento de la historia en la que la destrucción mutua estaba asegurada por la capacidad demoledora de Estados Unidos y la extinta Unión Soviética.

Como comenta la periodista Margarita Rojo, fue "un momento crucial en la historia de la humanidad porque Fidel Castro, el loco norcoreano del Caribe, para satisfacer su egolatría, puso al mundo al borde de la catástrofe mundial". Agrega que el mundo siempre debe estar pendiente de individuos mesiánicos al estilo de Adolf Hitler, Castro y los Kim, capaces de eliminar la humanidad por tal de satisfacer sus megalomanías.

Cuba y Corea del Norte establecieron relaciones plenas en agosto de 1960, vínculos que se fortalecieron con la visita oficial ese mismo año de Ernesto Guevara. En 1968, durante una visita a ese país, Raúl Castro declaró que las opiniones de los dos gobiernos eran "completamente idénticas en todo".

Fidel Castro viajó a Pyongyang en 1986, siendo su gobierno uno de los pocos solidarios con Corea del Norte en el boicot a los Juegos Olímpicos de Seúl de 1988. La familia Kim ha considerado al gobierno cubano como uno de sus aliados más consistentes, situación que se demostró, entre otras ocasiones, cuando La Habana cargó en un puerto de la isla el barco Chong Chon Gang con 240 toneladas métricas de armamento, entre ellos, dos complejos de misiles antiaéreos Volga y Pechora, nueve cohetes en partes y piezas, dos aviones Mig-21 Bis y 15 motores de ese tipo de avión. Todo bajo un cargamento de 10 mil toneladas de azúcar que había donado al régimen norcoreano.

Es válido destacar que el fundador de la estirpe norcoreana, Kim Il Sung, llegó a poder por medio de la lucha armada al igual que su par Fidel Castro. El primero gobernó por 46 años, Castro, por 49. Uno y otro, para su consolidación, contaron con el respaldo de la Unión Soviética y China, y el enemigo natural de ambos ha sido Estados Unidos.

Las diferencias entre ambos países son notables en algunos aspectos. Por ejemplo, el dictador norcoreano accedió al arma atómica y a los medios para su transportación por sus propios recursos y esfuerzos, sin que eso signifique que no dispuso de la asistencia de algunos de sus aliados. Por el contrario el déspota antillano convirtió por propia decisión a Cuba en una plataforma nuclear soviética, lo que resultó en una crisis sin precedentes en la historia mundial. Castro reafirmó su vesania al proponerle al líder soviético Nikita Khruschov usar primero las armas nucleares contra Estados Unidos, propuesta que determinó que los misiles y las ojivas nucleares situadas en la isla fueran retiradas en contra de su voluntad. A lo que Castro replicó tratando de impedir que un centenar de ojivas nucleares táctica fueran retornadas a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, en lo que también fracasó.

Las similitudes entre ambos países son pocas, pero idénticas las tiranías, con el denominador común de despreciar a sus concernientes pueblos, sumir a sus gobernados en la miseria extrema y estar dispuestos a que el orbe explote, si con eso logran que sus respectivas dinastías sobrevivan.

Los linajes Castro y Kim explotan a sus súbditos de manera muy similar. Corea del Norte alquila a sus siervos a China y Rusia, entre otros países, y el Gobierno de Cuba arrienda a sus profesionales de la salud y la educación a quien mejor le pague. En fin disponen de esclavos en pleno siglo XXI, que La Habana y Pyongyang explotan, porque cuentan con la asistencia de más de un país cómplice en esas tropelías.

Ambos regímenes practican la represión generalizada. Una total censura de prensa, un estricto control sobre la vida ciudadana, sus prisiones encierran a numerosos prisioneros políticos y una cantidad importante de sus ciudadanos se ha vista obligada a abandonar el país natal por los abusos del gobierno y las penurias económicas que este provoca. Además, han demostrado a través de los años ser Estados agresivos, patrocinadores del terrorismo, promotores de la subversión y la desestabilización de los países vecinos.

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