Campaña electoral: más de lo mismo

La ciudadanía ha sido testigo, una vez más, de la campaña electoral encubierta, tanto desde los distintos gobiernos nacional, provinciales y municipales como desde las respectivas listas opositoras

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De acuerdo con el cronograma electoral oficial, la campaña proselitista para las primarias abiertas, obligatorias y simultáneas (PASO) del 13 de agosto se iniciará el próximo 14 de julio. Sin embargo, la ciudadanía ha sido testigo, una vez más, de la campaña electoral encubierta, tanto desde los distintos gobiernos nacional, provinciales y municipales como desde las respectivas listas opositoras.

La puja electoral, en verdad, se inició el 24 de junio, el día después de la oficialización de las listas de precandidatos en las cuales se confirmó la presencia de Esteban Bullrich (Cambiemos), Cristina Fernández (Unidad Ciudadana), Sergio Massa (Un País) como postulantes a senadores nacionales por la provincia de Buenos Aires, o de Elisa Carrió (Vamos Juntos) y Martín Lousteau (Evolución) como precandidatos a diputados nacionales por la Ciudad.

Nuevamente la política esquiva la ley. Desde el gobierno nacional de Mauricio Macri, el bonaerense de María Eugenia Vidal o el porteño de Horacio Rodríguez Larreta, no se detuvieron en la realización de actos de gestión en el que "aparecían" sus principales precandidatos como Esteban Bullrich, Graciela Ocaña, Gladys González o Elisa Carrió; los intendentes peronistas, a cargo de los populosos municipios bonaerense, también ataron la gestión al proselitismo, inmediatamente.

Sergio Massa y Margarita Stolbizer, de Un País, comenzaron a ejecutar rápidamente su estratagema de campaña; se dividieron por distintos municipios de la provincia o confluyeron en conferencias de prensa para anunciar medidas o propuestas legislativas con un claro objetivo electoral. Lo mismo ocurrió con la izquierda o con precandidatos de centroizquierda.

Carrió posó con Macri, Rodríguez Larreta y Vidal; Lousteau recorrió casi todos los días un barrio porteño, cuestionando al Ejecutivo de la Ciudad y describiendo sus propuestas; los distintos precandidatos, del peronismo que irá unido pero competirá en las PASO con distintas listas, tampoco se privaron de recorrer las calles de la ciudad u opinar de todo tema que los instalara mediáticamente.

Como si se tratara de algún cargo de conciencia o convencimiento de que estaban infringiendo la ley o no cumpliendo con las normas de los tiempos electorales, oficialistas y opositores promovieron las actividades "misteriosas".

Ni Macri, ni Vidal ni Rodríguez Larreta, cuando participan de alguna actividad con sus precandidatos, avisa previamente a la prensa. Como los timbreos, lo hacen sin anunciar lugar y hora, y luego difunden a los medios los textos, las imágenes y las fotos que mejor les parece. En la oposición actúan en modo "espejo". Florencio Randazzo, claramente debilitado después de la decisión de Cristina Fernández de ir por afuera, no convoca a la prensa a sus actividades de campaña; Massa y Stolbizer aparecen repentinamente con recorridas por la provincia que no estaban anunciadas y envían sus gacetillas e imágenes.

¿Será un cuidado excepcional porque saben que se adelantaron al cronograma electoral o es una nueva modalidad para evitar la presencia del periodismo y de situaciones o preguntas incómodas? El misterio se develará el próximo viernes.

No obstante, sería interesante que la campaña traspasara la barrera de la polarización alimentada por Cambiemos y el kirchnerismo, donde el eje temático se sintetizó a corrupción versus economía. Lamentablemente, todavía hay un abanico de temas pendientes para los ciudadanos, algunos de ellos de necesidades básicas insatisfechas, y que sólo la política puede solucionar.

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