La Argentina al revés: el 2x1 y la contradicción eterna

La política argentina vuelve a mostrar sus contradicciones y absurdos. El polémico fallo de la Corte del 2×1 que beneficia a los militares juzgados por delitos de lesa humanidad en la dictadura no hace más que desatar nuevos gestos de un país que crece al revés.

El gobierno se mostró zigzageante ante el fallo de la Corte y dio ciertos indicios de avalar esa decisión en un primer momento. La voz cantante fue la del secretario de Derechos Humanos Claudio Avruj que respaldó el primer día lo actuado por la Corte en función del "respeto por lo que fija la ley". Pero su postura viró con el correr de las horas, el reclamo popular y las quejas por lo bajo de varios funcionarios del mismo gobierno contra los dichos de Avruj. No es la primera vez que el secretario de Derechos Humanos expone esta visión que luego choca con la mirada global de la Casa Rosada: antes avaló un fallo de la Corte que permite el arresto domiciliario de los represores. No todos los funcionarios opinaban lo mismo. Las contradicciones se vuelven comunes en el universo macrista ante su vidriosa mirada de los derechos humanos.

¿Pero es el kirchnerismo el máximo exponente de la coherencia en esta materia? Nada tan lejano a la realidad. Los Kirchner hicieron uso y abuso de las políticas de derechos humanos. Por empezar, durante el mandato de Cristina Kirchner la Corte también favoreció a un militar por la ley del 2×1 y ningún kirchnerista se rasgó las vestiduras por ello. No fueron las únicas contradicciones en el mundo K ante la política de derechos humanos. La ex presidente apañó durante muchos años a su jefe del Ejército César Milani, acusado por delitos de lesa humanidad durante la dictadura con una causa judicial de por medio. También Cristina Kirchner jugó siempre a lo que José Miguel Vivanco, titular de Human Rights Watch, califica como el "doble estándar de los derechos humanos". Cuestionó a los militares de la dictadura y al mismo tiempo dio asilo en la Argentina al guerrillero chileno Galvarino Apablaza requerido por la justicia de Chile por estar acusado del asesinato del senador de la UDI Jaime Guzmán.

Los diputados y senadores dieron marcha atrás sobre sus pasos y ahora tratan de remendar la historia de deslices legislativos con una ley que emparche el polémico 2×1 para evitar el beneficio de los militares acusados de delitos de lesa humanidad. ¿Nunca se pensó en este desliz cuando se aprobó la ley del 2×1? Una vez más, la contradicción en potencia y el entuerto legal se hace carne del Congreso.

La marcha que realizarán hoy las organizaciones de derechos humanos y referentes políticos es otra muestra de las contradicciones argentinas: protestarán en la Plaza de Mayo en lugar de hacerlo en la Plaza Lavalle frente a los Tribunales que es donde está la Corte que benefició a los militares. La diputada de Libres del Sur, Victoria Donda, justificó esa decisión: "La protesta es contra el gobierno que generó un clima favorable al fallo de la Corte", dijo.

Ergo: cualquier atisbo de independencia judicial o pequeño gesto por la división de poderes queda enterrado para siempre en la Argentina. Cristina Kirchner en su catarata incontenida de tuits matinales abonó esa teoría al sostener que "lo único independiente en la Argentina son los Reyes de España". La ex presiente jamás reconoció un apego por la división de poderes cuando estuvo en la Casa Rosada. Mucho menos ahora.

Pero como siempre, en la Argentina cualquier conducta que muestre coherencia, apego a las instituciones o independencia de poderes va a contramano de las contradicciones populares con sello argentino.