Cuando en 1601 William Shakespeare hizo decir en "The Tragedie of Hamlet" la frase "Algo huele mal en Dinamarca" para designar el acto perverso del incesto de su madre, no sabía que acuñaría para la humanidad la manera universal de expresar lo que en la vida política simboliza aquello que no marcha bien en un país por causa de la corrupción. Sin embargo, es una expresión sin fronteras ni partidos.
Estamos viviendo el día de la marcha "Para que no te pase", marcha testigo del andar de víctimas peregrinando por Justicia.
"Quisiera que mi cuerpo se desintegrara en lágrimas" dijo el príncipe Hamlet al descubrir la conducta perversa de su madre. Si quien debiera velar por el cuidado desampara ¿cómo se encuentra el equilibrio para llevar una vida de bien? Lo perverso en el orden social es canallada.
La literatura de los grandes siempre simboliza el andar sufrido de la humanidad.
Hoy nos toca a nosotros, los argentinos, hacer esta frase nuestra.
"Algo huele mal en la Justicia". ¿Debemos luchar por ella? ¿O deberíamos contar con ella?
"Algo huele mal en nuestra política". ¿Cómo hacemos para no desintegrarnos en lágrimas?
Nuestro país a lo largo y a lo ancho pide hoy en voz alta por una Justicia que nos ha defraudado sumergida en el "abolicionismo" de quienes bajo un relato vacío de ideas genuinas armaron una narrativa inundada de palabras convenientes para el sostenimiento de un sistema perverso-corrupto que transfirió los fondos nuestros a sus arcas personales.
Si fuera plata nada más, podemos ir por ella nuevamente que, antes o después, la recuperaríamos. Sin embargo, con ese voraz apetito de riqueza, se llevaron a nuestros hijos, padres, hermanos, vecinos, conciudadanosy y eso es irrecuperable.
Nos hemos convertido en una sociedad de zombies, guardando en cada uno el dolor de lo perdido para siempre y en nuestro ser colectivo la tristeza compartida de lo que cada día nos amedrenta: un nuevo caso de inseguridad.
Buscar justicia por esfuerzo propio y en legítima defensa de nuestras vidas y la de nuestros seres queridos es una causa imprescindible para recuperar lo que nos quitaron, lo que debería ser "el orden natural" de una sociedad que vela por su mejor vida.
Y otro grande habla para la humanidad. Dice Ramón Schulz, escritor y filósofo catalán: "Sólo la justicia nos dará la paz"
Hoy marchamos por ella en busca de la nuestra.
La autora es miembro de Usina de Justicia.