El dólar estadounidense cerró con ganancias frente al peso chileno después de que se dieron a conocer las primeras cifras de la inflación y el Índice de Precios al Consumidor en Estados Unidos.
Los primeros reportes indican que el IPC aumentó menos de los previsto para el mes de diciembre y después de su publicación los rendimientos de los bonos del Tesoro cayeron. Los analistas consideran que las nuevas cifras van a restar presión a la Reserva Federal para mantener las tasas de interés elevadas por más tiempo de lo previsto.
En la pasada jornada el dólar estadounidense cotizó al cierre a 1.004,35 pesos chilenos en promedio, de modo que implicó un cambio del 0,11% con respecto al valor de la jornada anterior, cuando se situó en 1.003,20 pesos.
Teniendo en cuenta la última semana, el dólar estadounidense marca una bajada del 0,26%; sin embargo en el último año aún acumula un ascenso del 4,5%.
En relación a días pasados, frenó con la racha negativa de cotizaciones de mercado de las últimas tres jornadas. La cifra de la volatilidad fue claramente inferior a la acumulada en el último año, presentándose como un valor con menos cambios de lo normal en fechas recientes.
El “billete verde” recuperó terreno al igual que el euro a mitad de la jornada de este miércoles 15 de enero. El mercado reaccionó positivamente frente al dólar después de que se dieron a conocer los datos de la inflación.
Chile proyecta un crecimiento económico en 2025
Se espera que Chile experimente una recuperación económica en 2025, con un crecimiento del PIB real proyectado en 2.2%, de acuerdo con el Banco Central de Chile. Este repunte sigue a un período de bajo crecimiento en 2023 y 2024, afectado por el endurecimiento de las políticas monetarias y fiscales que fueron implementadas para controlar la inflación durante la pandemia de COVID-19.
Si bien se espera que la inflación disminuya, los precios de los combustibles y alimentos, que se mantienen por encima de su tendencia a largo plazo, sugieren que las reducciones en la tasa de referencia deben ser prudentes para este periodo.
Por otro lado, aunque a corto plazo la perspectiva es positiva, Chile podría enfrentar complicaciones a largo plazo. Debido al bajo nivel de acumulación de capital público y privado, así como un crecimiento de la productividad limitado, las perspectivas de crecimiento a futuro son limitadas.
A pesar del entusiasmo en torno al nearshoring, la Inversión Extranjera Directa (IED) se mantiene por debajo de los niveles registrados hace más de una década. El informe señala que para que Chile tenga éxito a largo plazo, deberá abordar desafíos estructurales como el costo del capital, la educación de la fuerza laboral, las políticas energéticas y de infraestructura, la inestabilidad social y las elevadas tasas de impuestos a las empresas.
La desigualdad es otro desafío persistente en el país, aunque se ha reducido levemente, se mantiene alta para los estándares del Banco Mundial. El país ha considerado la introducción de un impuesto a la riqueza en varias ocasiones, pero aún no se ha implementado. De tal modo, aún quedarán pendientes algunos aspectos para la evolución de la economía.